Treinta🍃

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—¡Juro que cuando vea a ese enano le voy a patear el trasero tan fuerte que mi zapato se va perder!—Exclamó un ya impaciente pelirojo.

—Tranquilo Taehyung, el tren se retrasó. Así que no hay porqué desesperarse tanto de que aún no llegue

—¡Para ti es fácil! Jimin pudo esperar tres años, así que tu puedes esperar una hora

—¿Cómo que tres...?—Trató de decir pero el grito de Tae lo interrumpió

—¡Pero yo no!—Su brazos que estaban cruzados bajaron junto con su pie azotando el piso como un niño que hace berriche—Es por esto que le ofrecí traerlo, sabe que mis padres no tienen problema

JungKook pensaba volver a preguntar  cuando una cabellera pelinaranja llamó su atención a la distancia, acompañado por un castaño.

—¡Hola chicos!—Saludó el omega

—¿Cómo que "Hola"? ¡POR LO MENOS HUBIERAS MANDADO UN MENSAJE ENANO DEMPHMPH...!

—Lo que Tae trata de decir es...—Inició el alfa mientras tapaba la boca contraria. Mientras el omega se removió molesto— ¿Qué es lo que sucedió Jiminie? Podrías haber perdido el tren

—Si...es sólo qué...bueno, pasaron muchos inconveniente juntos. Pero ¡Oigan! Encontré a Jin hyung mientras venía para acá—Cambió de tema rápidamente

Ni muerto les diría que estaba en casa de Yoongi a punto de empezar una segunda ronda cuando sus padres llegaron de imprevisto.
Tuvo que esconderse con su ropa en el closet mientras el alfa trataba de persuadir a sus padres de irse a comprar la cena o algo para dejarle el camino libre. Lo peor fue que había olvidado su ropa interior en algún lugar de la habitación donde el rubio la haya tirado, por lo que terminó usando uno de sus boxers.

Se lo comentó a Yoongi una vez que consiguió que sus padres se retiraran a comprar unos rollos de canela del restaurante que quedaba practicamente al otro lado de la ciudad que tanto anhelaba poder probar.

Su padre parecía el más reacio a ir, así que fue su mamá con una de sus miradas matadoras que dijo "Yoongi quiere comer rollos de canela, cariño. Así que vamos a dejarlo" y terminó accediendo.

Al alfa terminó por parecerle caliente que usara sus boxers. Seria como llevarse "una parte de él", y de sólo imaginar la tela apretando sus nalgas tan suaves y dulces, había hecho que su pene se endureciera.
Para su desgracia, Jimin terminó por alejarlo antes de que el roce de sus entrepiernas lo excitara a él también y terminaran follando en el respaldo del sofa de la sala. Aunque la idea no le desagradaba, no quería que la primera vez que hablara con sus "suegros" sea mientras su hijo se hundía en su interior.

Yoongi lo llevó a su casa en el auto de su madre, lo ayudó a subir sus cosas y lo dejó a unas ocho cuadras de la estación. Donde antes de que se bajara y pidiera un taxia para no levantar sospechas, lo acorraló en su asiento deborandolo en un feroz beso para que no olvidara cuanto lo extrañaría. El comentario de Jimin terminó por romper el momento emotivo: "¿Vas a pajearte pensando en mi?" Junto con el "Todos los días" de Yoongi. Otros besos junto con una pequeña marca de sus labios en su cuello y por fin se despidieron.

—¡Otro más que llega tarde!—Exclamó Tae una vez que logró separarse—Pero por lo menos si respondió a mis mensajes

—Ah...¿En serio así será nuestra despedida Taehyung?—Lo miró con una media sonrisa burlona, sabiendo que ese humor no le duraría por mucho

—¡Claro que no!

Se abalanzó a sus brazos apapachando correctamente a su mejor amigo y ese gran trasero.

Good Morning, NamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora