Good Morning, Nam

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Jijiji

Hace 2 días.

La pelea con su amigo había afectado el humor de Tae notablemente. Aún se sentaba junto a Jimin pero no hablaban. El pelirosa sólo agachaba la cabeza y le daba los buenos días como siempre.

A veces le respondía susurrando, otras sólo lo ignoraba hablando con Jungkook.

A final de la clase de ciencia con ka profesora dando los últimos detalles para un trabajo en grupos, los cuales había sido sorteados. Al menos así, se habían evitado el incómodo momento elegir hacerlo juntos o separados.

Jimin había juntado sus cosas, se había despedido y marchado. Jungkook hizo lo mismo, a él si lo saludó para después verlo irse con Yugyeom. Se quedó hasta que todos salieron. Leyó un poco sus últimos apuntes y comenzó a juntarlas.

Unos segundos después escuchó a alguien llegar donde pasos fuertes y vigorosos.

—¡Hola Tae! ¿Viste a Yoongi pasar por aquí?—Preguntó Hoseok mostrando sus hoyuelos.

—Hola Hoseok. No, no lo vi

—Wooooooaaaaaa ¿Y esa cara larga?—Con sus manos en los bolsillos de su chaqueta, se adentró dando pasos lentos.

—No es tu problema—Dijo cortante poniéndose su mochila.

—No, pero puedo ayudar—Se sentó sobre uno de los bancos con sus pies sobre la silla—¿Quieres hablar?

—Probablemnte Yoongi ya te dijo lo que pasó, así que no intentes hacerte el desentendido.

—No te mentiré. ¡Claro que me dijo! Somos amigos—Comenzó a reír, aunque no fue un buen momento, pues Tae lo miró con odio—Jejeje...bueno, perdón. Sí me dijo, pero prefiero escuchar tu versión de los hechos.

—¿Por qué?—Inquirió con una ceja levantada.

—No puedo dejar que un chico lindo cometa un grave error—Se encogió de hombros—Aunque no haría falta que seas lindo para ayudarte. No soy un patán.

Tae bufón sentándose de nuevo en su lugar, mirándolo con frialdad y sorna.

—No arrugues tanto el ceño o terminarás como una pasa—Se sacó su mochila y empezó a buscar algo—Mira, te mostraré algo que he estado practicando. ¡Es mi nuevo talento!—Le mostró su instrumento.

—¿Una flauta?—Se burló.

—No ocupes ese tonito conmigo—Regañó.

—¿Por qué pensarías que yo quiero-...?

Iba a seguir reprochando, cuando Hoseok puso la flauta en su nariz y comenzó a tocar desafinadamente la canción principal de "Titanic".

Tae lo miró con la boca abierta sin poder creerlo. Cuando llegó al final, Hoseok lo miró con una radiante sonrisa.

—¿Y? ¿Qué tal?

Poco a poco, la mueca de sorpresa se convirtió en una sonrisa y luego se escuchó una carcajada.

—¿¡Cómo se supone que descubriste que podías hacer eso!?—Exclamó tapando la mitad de su cara con su mano.

—Es una historia larga, estaba bastante ebrio—Se encogió de hombros.—Ahora que estás un poco más animado ¿Podemos hablar?

Tae lo miró serio unos segundos, analizando su postura relajada y su rostro inclinado.

—¿Para qué viniste, Hoseok?—Inquirió luego de respirar profundo.