Dedicatoria

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Esta dedicatoria no estaba pensada en un principio, pero en la vida hay circunstancias que son inesperadas y que no tiene explicación alguna.

Dos días después de que terminé el primer borrador de La Vengadora, Chester Bennington, el cantante de Linkin Park, mi cantante favorito, se suicidó.

El golpe, la impresión, la pérdida es tan inesperada y tan dolorosa que no te explicas el porqué. No te explicas por qué justo cuando una gran proeza en tu vida ha comenzado, la vida de otra termina, en especial, la de alguien a quien admirabas demasiado.

Linkin Park vino a mi país dos meses antes de este terrible acontecimiento, y me sentí feliz cuando le conocí, a la distancia sí, pero le vi, cantando mis canciones favoritas, lleno de energía, lleno de vida. Deseé volver a verle, más cerca, un poco más cerca...pero lo más cerca que estuve de él fue aquella noche en la que Chester y su banda llenaron de luces el escenario en donde los vería, por primera y última vez. Si hubiese sabido que eso sería así, habría deseado ese día escucharles cantar una canción más, solo una canción más...

Hay gente que no comprenderá por qué se sufre por alguien que no has llegado a conocer en persona. Pero la música que te acompaña y quienes la crean se vuelve parte de ti, en cierto modo: cuando estás triste o enojada, te encierras en tu mundo y solo te dedicas a escuchar música y a escuchar la voz de ese cantante que, a través de su canto, te consuela o te recuerda que eres mejor de lo que crees. Cuando todo se va al demonio, cuando te sientes terriblemente solo, cuando sientes que nada de lo que haces tiene un sentido importante para la historia de la humanidad, escuchas música como la de Linkin Park y sonríes. O lloras. O te enojas más.

Pero cantas. Y cuando alguien te hace cantar, en especial si no cantas tan bien, sabes que algo ha pasado contigo. Algo ha cambiado y ese cambio lo hizo alguien a quien no conoces cara a cara pero que estaba más cerca de tu corazón que aquellas personas que solo están alrededor tuyo, sin hacer nada significativo para aliviarte.

Chester Bennington me alivió muchas veces, sin saberlo. Me inspiró, llenó los vacíos de mis historias con más palabras de lo que yo sola no podría haber logrado. Trajo nuevos mundos, nuevas escenas, nuevos personajes, nuevas historias a mi vida. Me gustaría agradecerle por eso. Lamento que nadie haya podido aliviar su dolor tanto como él alivió el dolor de muchos.

Es por esta razón que dedico esta historia a Chester, porque su música inspiró esta y otras historias que algún día verán la luz. Le dedico esta historia porque, sin conocerme, hizo mucho por mí.

Y ahora que se fue, siento que el mundo ha perdido un poco de su brillo.

Pero, sin la oscuridad, no se puede ver la luz.

En memoria a Chester Bennington, por encender una luz más en este oscuro mundo y hacerlo un lugar mejor. 

La VengadoraWhere stories live. Discover now