Nota Final

34 3 2
                                    


Honestamente, no creí que llegaría tan lejos.

Esta segunda parte se formó cuando ya estaba por terminar la primera (el cual fue una especie de experimento y realmente creí que quedaría ahí). Sin embargo, al imaginarme el mundo de Divergente al paralelo con el mundo que yo había añadido, me pregunté: ¿cómo llegará a parar esto? ¿Qué pasaría con mis chicos cuando sucediera el ataque de Erudición? ¿Seguirían vivos? ¿Seguirían siendo lo que solían ser? Estas y muchas otras preguntas saltaron a mi mente y, en un rápido tronar de dedos, la segunda parte ya se estaba formando.

Mentalmente hablando, terminé de imaginarme la secuencia de los hechos de La Vengadora y, de nuevo, me pregunté si valía la pena compartirla. Dudé si con la primera parte ya era suficiente, o si es que caso valdría la pena continuar una historia con personajes inventados, sabiendo que la mayoría de lectores espera la aparición de los personajes originales ansiosamente. Intenté redactar un primer borrador, pero cuando llegué a la escena donde aparecía el Mercado del Martirio por primera vez realmente me desanimé. Lo dejé y no pensé que lo volvería a ver alguna vez.

Pero encontré el ánimo que me faltaba. Hubo pequeñas muestras de afecto hacia mis personajes y a mi modo de escribir que, si bien no se volvieron públicas y no fueron multitudinarias, han sido suficiente para mí.

Así que...volví.

Volví y ya no me detuve. Me enfrenté a diversos problemas que incluso nadie los creería. Solo para empezar, al inicio de todo tuve bastante tiempo para redactar, ya que no podía conseguir trabajo y no tenía dinero para retomar mis estudios superiores, por lo que estar encerrada sin hacer nada no me parecía una buena idea. Luego, cuando comencé a trabajar y luego a estudiar y a trabajar al mismo instante, luché contra la falta de tiempo. Me enfrenté muchas veces a mi madre porque ella quería que invirtiera mi tiempo en algo menos "adictivo", tantas veces que no creo que de adolescente las habría podido soportar. Para variar, me distraje demasiado. Nuevas ideas afloraban en mi mente justo cuando necesitaba de mi concentración y tenía que decidir entre dejar la idea fluir o volver a lo que tenía que hacer.

Tengo una anécdota para contar: cierto día, cuando no estudiaba ni trabajaba, postulé a una cadena de tiendas, en busca de trabajo. Tuve dos entrevistas en diferentes lugares...y en la segunda, mientras esperaba a que la entrevistadora se presentara, vino. El capítulo 25, el que redacta la vida de Luhan en Erudición, se formó en ese momento. Estuve tan abstraída en esa idea, todo fluía velozmente, hasta que me di cuenta que no tenía mi currículo vitae. La entrevista empezó y me vi obligada a salir corriendo, en busca de una tienda de impresiones. Tardé demasiado y llegué tardísimo, aunque sí tuve tiempo para dar la entrevista, pero, evidentemente, como se pueden dar cuenta, era obvio que no lo iba a lograr por mi tardanza. Fue una mezcla de emociones, entre satisfacción por haber desarrollado una idea y tristeza porque realmente necesitaba el trabajo. Pues sí, creo que en ese momento odié al personaje de Luhan (me lamenté de haberlo puesto en la historia y le castigué), hasta que, ese mismo día, en la noche, ayudé a un sobrino segundo a desarrollar una tarea, y le expliqué a mi prima, su madre, que estaba en búsqueda de trabajo...y así es cómo comencé a dar clases particulares y pude ahorrar para mis estudios.

Tal vez, pensé, Luhan era más útil y oportuno de lo que me esperaba.

Pero esa no fue la única vez que él hizo una de sus travesuras. La idea del capítulo 25 (el bendito capítulo 25) se hizo redondo en mi cabeza cierto día en el que estaba en el micro (camión, para otros latinos) y me distraje con esa idea, de modo que me equivoqué de paradero. Tuve que tomar taxi y me di cuenta de que no tenía suficiente dinero para pagarle, y me enfrasqué en un pleito con el taxista por eso. Pero, al final, llegué al lugar que tenía que llegar.

Lo sé, Luhan ha causado tantos problemas, incluso sin existir (¡Imagínense si existiera! Literalmente, sería una bomba atómica. No por nada sus capítulos fueron demasiado tediosos al corregir). Pero no puedo negar que, si no fuera por él, ciertas cosas no se habrían dado (menos mal, porque entonces, le habría dado unos chanclazos mentales muy memorables).

Esa es la clase de experiencias que consigues cuando te embaucas en el maravilloso y desastroso mundo de la escritura.

Por eso, continué. Dejé de lado las inseguridades y seguí escribiendo, incluso cuando debí haber hecho otras cosas. Y aquí está (¡al fin!) después de tanta desconcentración y palabreo de mi madre. Gracias a La vengadora, he sabido lidiar con escenas difíciles (ya se imaginarán cuáles), cortar capítulos, cambiar acontecimientos, ordenar las frases, entre otras cosas más.

Hubo muchos grandes cambios en esta historia, a diferencia de otras historias que escribí y que no tuvieron rumbo alguno. Primero, está el hecho de poner dos voces, uno femenino y uno masculino (¡Dios mío!, pensé, ¿Cómo se supone que piensan los hombres?

Como se podrán haber dado cuenta, hubo un casi cambio en el nombre de mi protagonista; como ya había dicho anteriormente, le puse su nombre en honor a mi personaje femenino favorito de los libros, pero no puedo evitar sentir cierta confusión cuando trato de separar la inspiración de su fuente y hacer algo distinto. No es que el nombre Celeste me guste más, pero la hace única. Es decir, no tengo otra Celeste que me haya hecho quererla.

Por otro lado, es la primera vez que incluyo animales en mis escritos. Lala, por ejemplo, está inspirada en Jamie, la perrita de una de mis primas (esa desgraciada, floja y mordelona...hablo de Jamie, por supuesto). Por su parte, Monty es el nombre de uno de los personajes favoritos de mi sobrina segunda, así que no pude evitar ponerle ese nombre. Además, pero esto ya lo había hecho antes, he colocado canciones que se amoldaron y ayudaron a que las escenas fluyeran con normalidad. En esta ocasión, sin embargo, me envalentoné y las compartí con ustedes.

Y mi más grande hazaña: hacer que el mundo de Divergente y el mundo alternativo mío inscrito en él no tuviera irregularidades. En mi opinión, creo que conseguí que ambos mundos tuvieran sentido entre sí. Leí Insurgente con cuidado y procuré que todo cuadrara. (Por cierto, la idea de hacer a Tris culpable por la muerte accidental de Toris fue una idea muy difícil de desarrollar). Lo sé, me estoy enfrentando a un sistema de novelas que busca personajes originales en diversas situaciones, pero me ha gustado haber utilizado un mundo existente para acoplar uno dentro de este. Me ha traído recompensas. Me ha enseñado bastante y me ha dados nuevas ideas (propias, no más Divergente), para mis próximos escritos.

Sé ahora que este es el camino que quiero seguir, porque me gusta, porque sufro y luego me rio de lo que me pasa. Porque me permite ser feliz y permite que otros también lo sean. Esto es lo que quiero hacer toda mi vida.

Así, me atrevo a decir, que...tengo pensada en una tercera parte. Quiero más retos, y estoy segura que esta tercera (y última) parte será trabajosa, pero provechosa. Evidentemente, las diferencias entre la primera parte y esta segunda han sido abismales y quiero que sea así con la tercera. Espero sobrevivir a la presión. Espero.

No puedo adelantar nada, pero sí puedo decir que ya tengo la secuencia hecha. Ya sé cómo va a acabar todo esto y quiero que sea genial. Me esforzaré para conseguirlo.

Por supuesto, agradezco a aquellas personas que me mostraron su apoyo y permitieron que esta historia reviviera. Agradezco a Dios por darme el tiempo y la inspiración. Y, por supuesto, agradezco a mis personajes por hacer sufrir, reír, avergonzarme y sentir orgullo, en especial a Luhan, no solo por las grandes distracciones, sino porque, irónicamente, si no fuera por él, nunca habría conseguido ese trabajo tan asequible y no habría retornado a la universidad. Estoy viviendo la mejor época de mi vida hasta ahora y todo es gracias a él. Gracias, pendejo.

Y, claro, no puedo olvidarme de ustedes. Gracias por leerme y por tenerme paciencia. Si llegaron hasta aquí, muchísimas gracias. No sé si seguirán leyéndome cuando llegue la tercera, pero no por ello dejaré de agradecerles. No dejen de leer y, si son escritores, nunca dejen de escribir.

Y nunca, nunca, NUNCA lo olviden: que la Verdad, la Abnegación, la Erudición, la Cordialidad y la Osadía estén siempre en sus palabras, en sus acciones y en sus pensamientos.

-A

Dostali jste se na konec publikovaných kapitol.

⏰ Poslední aktualizace: Mar 18, 2018 ⏰

Přidej si tento příběh do své knihovny, abys byl/a informován/a o nových kapitolách!

La VengadoraKde žijí příběhy. Začni objevovat