Capítulo 24

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Comienzo a estar asustada.

Esta mañana, cuando veo a través de las cámaras todo lo que ocurrió en el encuentro con Jack y Max, nuestro líder Traidor, representante de Jeanine, recuerdo que también puedo sentir miedo.

Finalmente, Max dejó en claro la postura de Jeanine por Verdad: que la facción que profesa la honestidad es la facción más desechable que esta ciudad posee. Para variar, Max dejó en claro tres puntos que Jack debe de cumplir si quiere que su facción siga existiendo.

Como supuse, Tris Prior juntó un grupo de osados para espiar la conversación. Al final, comienzan con un ataque que liquida a Max y casi lastima a Jack, pero, por desgracia, una de las osadas que estaba con Tris recibe un disparo por la espalda. No está muerta, pero aún me queda lo suficiente de erudita como para darme cuenta de que la bala ha dañado de forma irreversible su columna vertebral. Pongo al tanto a Blas y al resto de médicos para que preparen una camilla para la osada herida.

Cuando todo terminó, tuve la egoísta necesidad de un respiro.

Luhan me dijo que iba a visitar a Jacob en la enfermería, quien aún tiene problemas con su tobillo lesionado. Sé que la enfermería está hecha una cosa de locos, pero me arriesgo a ir. Cuando llego, me entero que Jacob ya ha sido dado de alta.

Suspiro. Tengo planeado ir a la pieza a ver si Luhan está allí.

Tiene que saber antes que nadie lo que está pasando.

*****

En el largo camino que hay entre la enfermería y la pieza de Luhan, encuentro a Jacob, sentado en una de las bancas de los pasillos. Su pierna está apoyada, con su pie enyesado.

Me acerco.

—Hola, Jacob —le saludo—. Veo que ya estés mejor.

Jacob me mira. Frunce los labios.

—Tener el pie enyesado no significa estar mejor, que digamos —me dice.

—Por lo menos, respiras.

Por lo menos, tienes la columna vertebral en perfectas condiciones.

—Esa es una buena apreciación —dice él, apenado.

—Tuviste suerte de que Luhan estuviera contigo. Esos Traidores fueron muy tontos como para no cerciorarse de...

Noto de inmediato de que Jacob me está mirando de forma extraña.

—¿De qué estás hablando?

—Del día del ataque, ¿de qué más...?

—Pero Luhan no estaba conmigo ese día. Él me encontró.

Siento como si un balde de agua fría me hubiese caído encima.

—¿Cómo es eso de que él te encontró?¿No se suponía de que estaban juntos? —mi voz suena confundida.

—Mira, no sé de dónde sacaste eso, pero todo fue así —me dice, explicativamente—: yo estaba con un grupo de veraces en una mesa, sin Luhan, lejos de la puerta, cuando el ataque comenzó. Yo, solo, salí corriendo hacia la salida de emergencia, pero no llegué muy lejos y ellos me dieron. Fue ahí donde me caí y no recuerdo nada más.

—¿No me estás...? —Se supone que Jacob no es de mentir, así que cambio de pregunta— ¿Cómo es que tú y él terminaron en esa puerta?

—Lo dije: él me encontró. Cuando volví en sí, Luhan estaba ahí, despierto, y nos encontrábamos dentro del pasillo que dirigía a la salida de emergencia .Me dijo que debíamos esperar, a estar seguros de que no había más Traidores en los alrededores.

La VengadoraWhere stories live. Discover now