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- Entonces... ¿Seguro que no está muerto?

Taehyung, quien se encontraba cruzado de brazos al lado de Namjoon, observaba preocupado desde los pies de la cama a Hoseok, dormido tan profundamente que su pecho apenas se movía dando señales de que estaba respirando. No podía evitar hacer una mueca asustado, ya que de repente veía como el cuerpo de Hoseok se sacudía como en una pesadilla y sus ojos se movían bajo sus pupilas.

- Eso creo -respondió Namjoon, igual de preocupado que él.

- ¿Intentaste darle cachetadas?

- Sí.

- ¿Agua?

- Sí. Le limpie la cara incluso.

Taehyung chasqueó la lengua, con una mano en la cintura y otra pasándosela por el cabello suelto.

- Veamos... déjame pensar -musito Taehyung, relamiéndose los labios, acercándose a Hoseok para sentarse a su lado y ver como se removía, sin despertarse incluso cuando metió ruido para hacerlo. Taehyung de verdad quería ayudar a Hoseok, porque se veía que estaba durmiendo muy mal y eso le daba pena. << Con razón tiene esas ojeras >> pensó, con lástima. Pensó unos segundos más, hasta que un recuerdo iluminó su mente-. ¡Oh, ya sé! Mi padre solía cantarnos a mí y a mi hermano Jihyun cuando teníamos pesadillas, ¿Crees que funcione?

- ¿El cantarle? -frunció el ceño Namjoon, negando con la cabeza-. Le grité ¡hijo de puta!  miles de veces en su oído y ni eso funcionó. 

- Podrías intentar cantarle algo, puede que se relaje.

- ¿Yo? -se señaló Namjoon, horrorizado-. Creo que se despertaría sólo para darme un buen golpe, así que no, gracias. Inténtalo tú.

Taehyung se sintió nervioso de repente, como si en realidad Hoseok estuviera despierto y mirándole con ese ceño fruncido de siempre. Si ignoraba el nerviosismo que le daba que alguien le escuchara cantar con atención, hasta disfrutaba el hecho de tener a Hoseok a su lado, luciendo tan vulnerable a comparación de cuando estaba despierto, porque es como si tuviera una barrera a su alrededor que ni con el material más duro del mundo podría atravesar. En ese momento, Hoseok se veía tan pequeño y Taehyung quería protegerlo de todo mal, olvidándose por completo de lo mal hablado que solía ser el profesor con él. Estaba seguro, muy en el fondo de su mente, que Hoseok sería algo así como su laberinto personal donde se perdería, porque por más que le molestase su actitud irritable y sus palabras déspotas, su corazón no podía evitar latir de emoción cada vez que le dedicaba una simple palabra o mirada.

<< ¿En qué momento me enamoré de él? >> solía preguntarse, pero no tenía ninguna respuesta clara a esa pregunta, divagando en todos esos pequeños escenarios de sus recuerdos y en los detalles que le hacían bombear alocadamente el corazón. << Tal vez fue esa vez que le escuché decir que mi obra de "En la colina de la melancolía" era una de las pinturas más caóticamente hermosas que había visto. Cuando me sonrió en mi primer día de trabajo. Cuando se rió de mi mal chiste en donde casi quedé en ridículo. Tal vez fue esa vez en la que se me cayeron los trabajos de mis alumnos y él me ayudó a recoger todas las cosas llevándolas conmigo al auto de Jimin. O esa vez en la que se estaban burlando de mi acento de Daegu, ese que tanto me había esmerado en ocultar, diciéndoles "Al menos él, con todo y acento, tiene una especialidad y ha tenido más de cinco exposiciones en un año, ¿Qué han logrado ustedes, perdedores?". Tal vez fue esa vez en la que me dijo que estaba haciendo un gran trabajo y me mostró su dedo pulgar hacia arriba. O cuando me rechazó amablemente la primera vez que le pregunté si podía ser mi modelo de escultura. La forma en la que me ha sonreído desde la primera vez que me vio, con esos hoyuelos... >>

Tócame. HOPEV.Where stories live. Discover now