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<< Parque temático de Seúl >>, se lee en una de las pancartas colgadas de las astas, al lado de los basureros. Las risas agusas y la música, como dentro de un circo, se escucha por todo el lugar. El sol está un poco más arriba del horizonte. El aroma a palomitas, churros y algodón de azúcar envuelve  el aire alrededor del niño, que lleva una mochila y pantaloncillos cortos, caminando de la mano de una mujer joven con el cabello corto hasta las mejillas. Se relame los labios, al ver las manzanas acarameladas que comen dos niños que pasan a su lado, pero sólo se gira a ver a la mujer que le aprieta la mano y sigue caminando con la vista fija frente a ella.

- ¿A dónde vamos? -preguntó él.

- ¿Ah? -dio un respingo al escucharle, como si no se hubiera dado cuenta que estaba ahí- Al carrusel, ¿No dijiste que te gustaba el carrusel?

El niño frunció el ceño.

- Pero dijiste que no teníamos dinero.

La mujer, viéndose algo pálida contrastando con su cabello azabache, lo miró aturdida.

- ¿Cuándo dije eso?

- Al tío Jinsoo, se lo dijiste a él en la mañana cuando yo comía mi tostada.

- Oh -decaída, volvió a fijar la mirada frente a ella-. Olvídalo, tengo lo suficiente para que puedas dar una vuelta.

- ¡Eso es genial! -rió él, dando pequeños saltos y mostrando una gran sonrisa-. ¿Y vas a subir conmigo?, ¡Tienes que subir conmigo, mamá!

- Siempre me dices mamá cuando quieres algo, te repito que ya no actues como un bebé -puso los ojos en blanco, dándole una sonrisa torcida-. Es Mumi, no mamá.

- Mumi -se corrigió así mismo con una gran sonrisa, sin desanimarse, insistiendo-. Sube conmigo.

- Yo seré tu guardaespaldas -sonrió ella-, ¿Qué te parece? Tú serás Jong-Hong, el príncipe espadachín. Necesitas un guardaespaldas.

- ¡Está bien! Pero podría preguntarle al señor si te deja subir si quieres dar una vuelta conmigo.

- O podríamos pedir otra vuelta para ti.

- ¡Eso sería aún más genial!, ¡Dos vueltas! Pero te subes tú.

La mujer negó, su sonrisa torcida aun permanecía mientras llegaban al carrusel y el hombre joven que atendía recibiera el ticket para que pasara. El niño entró corriendo, subiéndose al caballero que tenía una armadura de color dorado y verde y era el más brilloso de todos los caballos. Veía a su madre de lejos, vigilando como hacia siempre que la veía al salir de la escuela. Últimamente no había ido a la escuela y se sentía triste por eso, pero en ese momento todas sus preocupaciones se habían esfumado mientras saludaba a su madre alzando las manos.

Cuando dio varias vueltas y el caballo se detuvo, el niño se bajo sintiéndose satisfecho, raro en un niño. Corrió hacia ella y frunció el ceño cuando no le sonrió, sino que tenía la misma fría expresión de cada vez que le regañaba o peleaba con alguien. En especial con Jinsoo, el hermano de su padre.

Su madre le tomó la mano y lo guío hacia la parte trasera del carrusel, donde no pasaba ninguna persona. La mujer se agachó frente a él, como cada vez que le peinaba o le arreglaba la camisa para ir a la escuela. Él lo hacía la mayoría del tiempo, pero cuando ella lo hacia, se sentía muchísimo mejor.

- Seokie, tengo que decirte algo importante.

- ¿Qué pasa? -junto las cejas-. No podremos dar otra vuelta, ¿Verdad? Lo entiendo.

Tócame. HOPEV.Where stories live. Discover now