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Algo le decía que Namjoon había olvidado sus llaves al momento en el que sintió los aporreos en la puerta.  Hoseok se levantó, tratando de no despertar a Mel y dejándola con cuidado en el sillón. Al abrir la puerta, Namjoon tenía la camisa semi abierta y el cabello desordenado como si hubiera bailado y hubiera sido manoseado al mismo tiempo, la chaqueta de traje colgando de su hombro con una expresión incómoda y arrepentida.

- Perdí las llaves -confesó juntando las cejas, como si esperara el regaño de Hoseok.

- Cuéntame algo nuevo -replicó Hoseok, irónico, dejándole pasar. Se pasó la mano por el rostro sintiéndose terriblemente cansado a cada movimiento y no le importó que Namjoon luciera sorprendido al no regañarle-. Ya es la tercera vez en cuatro meses. Voy a tener que hacerte un collar con las llaves.

- Lo siento, como no llegaste Seokjin hyung y yo fuimos a beber -dijo sacándose los zapatos en la entrada y mirando a Hoseok cerrando la puerta-. Él se fue con un chico algo raro y yo con una chica estadounidense que conocí en el bar, pero a último minuto ella se tuvo que ir y creo que se me cayeron en el camino... Fue lamentable, la chica era muy guapa -luego con un brillo en los ojos, sonrió mientras se sacaba la billetera y el celular del bolsillo-. Dijo que le gustaba que le dijeran Halsey, porque se llama Ashley ¿No suena fenomenal? Como una celebridad.

Si Namjoon se había dado cuenta de su estado de ánimo, Hoseok agradecía que actuara como si no lo hiciera; pero llegando a la sala, Hoseok siseó en su dirección viendo como Mel seguía acostada en el sillón dándole la espalda. Miró a Namjoon con advertencia al mismo tiempo que él la veía y se quedaba callado, deteniéndose.

- Baja la voz, Mel está...

- No estoy durmiendo -interrumpió ella con voz adormilada, lentamente dándose la vuelta y sentándose en el sillón. Realmente se veía mal, ojos hinchados y mucho más pálida. Hoseok se sintió mucho peor cuando Namjoon le dedicó una mirada fría, esa misma que él se dedicaría si se mirara al espejo.

- ¿Le dijiste precisamente hoy?

Hoseok suspiró ante el tono de reproche. A veces olvidaba lo ágil que era Namjoon al darse cuenta de las cosas. Ni siquiera hacía falta mencionarlo para que lo entendiera todo.

- No me conoces por tomar las mejores decisiones -suspiró cabizbajo, mientras se sentaba con aire derrotado en el otro sillón.

- Eres un idiota impulsivo -refunfuñó Namjoon, cambiando su expresión fría por una comprensiva cuando la miró a ella, luego de dejar sus cosas en el aparador y abriendo los brazos en su dirección-. Mel-ssi, ¿Quieres un abrazo?

No hizo falta que Namjoon dijera mucho, en un parpadeo Mel estaba abrazándolo por la cintura con la cara oculta en su pecho y él le acariciaba el cabello. Hoseok se sintió un poco más aliviado; Namjoon era mucho mejor consolando a los demás. Sin mencionar que por culpa de él Mel había llorado.

- ¿Desde cuando lo sabías? Que a Hoseok le gusta Taehyung-ssi...-preguntó Mel con voz ahogada. Hoseok vio como la espalda de Namjoon se tensaba.

- Antes de que volvieras de Japón.

Silencio. Hoseok pensó que no diría nada, pero su voz sonó vagamente sorprendida.

- Oh... eso fue... varios días -concluyó Mel con aire perdido, mientras dejaba de abrazar a Namjoon y volvía al sillón, abrazando una de las almohadas y acostándose de lado con la mirada perdida frente a ella. Namjoon se sentó a los pies de ella, preocupado por la casi nula reacción; Mel siempre solía ser demasiado excéntrica para reaccionar de forma tan pasiva cuando estaba enojada o triste. Mordiéndose el labio inferior, Mel habló con voz aguda y algo llorosa-. ¿Quiere que les cuente cómo me ha ido últimamente? -ni siquiera esperó a que respondieran, siguió hablando-: Bueno, escúchenme, mi jefe es un idiota, por obvias razones, siempre pidiéndome que haga esto y lo otro y nunca me da las gracias, siempre diciendo que yo debería tener todo listo y en perfecto maldito estado, como si yo fuera una máquina aún cuando estoy enferma de gripe o algo, ese viejo energúmeno... -frunció el ceño, exhalando desdeñosamente. De repente, sus ojos volvieron a lagrimear-... ¿Y saben qué más es injusto? Que mi amiga Hyu no me hable porque cree que le estaba coqueteando al estúpido de Sung, ese come mierda, sólo porque estaba siendo amable con él... y como si fuera poco, esto ustedes ya lo saben, claro, es la mierda de todos los días desde que trabajo; mi padre sólo sigue llamándome porque quiere que me case y le de nietos, no para preguntar cómo lo estoy haciendo, como si yo fuera una maldita fábrica de bebés que huelen a pañal mojado... y mi madre aún quiere que vuelva con Leo, y... para agregarle a toda la mierda, mis mejores amigos me mienten diciéndome que son heterosexuales cuando en realidad le gustan los chicos -para este punto, Mel se sorbía la nariz y se secaba rudamente las lágrimas con la almohada- No me gusta que no confíen en mí. No quiero sentirme sola y lo peor de todo es que estoy tan cansada que ni siquiera puedo enojarme y maldecir a todos con mi orgullo como lo hacía antes -deteniéndose, miró a ambos, que la miraban en completo silencio-. ¿Alguna opinión sobre lo que debería hacer?

Tócame. HOPEV.Where stories live. Discover now