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Hoseok sabía que no debía estar haciendo eso.

No debería estar contemplándolo de la forma en la que lo hacía, sentado a la orilla de la cama, a su lado, mientras acariciaba su mejilla con el pulgar. Más bien, debería actuar como siempre y no dejar que su corazón se derritiera ante la imagen frente a él, pero era imposible resistirse a un Taehyung dormido y semi desnudo bajo las sábanas, abrazando la almohada con la mejilla aplastada, el cabello desperdigado alrededor de su bonito rostro de muñeco. 

Había sido realmente una tortura el fin de semana anterior, cuando Jihyun se había quedado en el departamento de Taehyung. Sin poder besarle ni tocarle como siempre lo hacía, teniendo la consideración suficiente para mantenerse a una distancia prudente; pero no ayudaba en nada cuando Taehyung lo tocaba, rozando su piel, plantando besos fugaces en su rostro cuando su hermano no miraba, sabiendo que él vivía queriendo meterse entre sus piernas. Ciertamente la idea de convivir con el hermano de Taehyung no había sido algo que él deseara, ni siquiera saludar a sus padres por vídeo llamada, se había puesto realmente ansioso y nervioso por ello, pero no quería preocupar a Taehyung. Estaba muy consciente de que era importante para él y desde que había aceptado que lo quería, desde que lo había dicho, se sentía con el deber de hacerlo feliz. Además, muy en el fondo, también quería agradar a su familia y mostrar que él era alguien confiable para cuidar a Taehyung. Y después de todo, no había salido tan mal, porque cuando Jihyun se fue, lo hizo diciéndole que << más le valía no cambiar su opinión >>.

El escultor despertaba todos sus instintos de protección, de querer cuidar y no soltarlo jamás. Si pudiera verse desde afuera, se sentiría realmente avergonzado de cómo se estaba comportando, pero también se sentiría feliz. Se sentía feliz.

Nunca creyó que podría llegar a conocer esa felicidad de la que no temes que pueda terminarse. No la había sentido jamás y, sin embargo, no se sentía extraña. Simplemente estaba ahí, aquel sentimiento, llenando cada rincón de su ser como el oxígeno. Como inhalar por primera vez aire puro en un ambiente contaminado.

No sabía como estaba volviéndose cada vez más pegajoso, tanto que no le importaba nada más, porque Taehyung borraba cualquier pesadilla que había tenido hasta entonces. Cada día sólo quería salir cuanto antes del trabajo con el pensamiento de volver a ver a Taehyung, incluso cuando tenía un montón de trabajo que hacer, sólo podía pensar en terminarlo cuánto antes para estar a su lado; hacer la comida, ayudarle a comprar sus materiales, saber su opinión sobre libros o películas que habían visto, incluso sobre lo que no sabía sobre la pintura, las esculturas o la historia del Arte. Todo lo que pudiera contar Taehyung le interesaba y no sabía cómo el desagrado que tenía por sus actitudes cuando apenas lo conocía se hubiera borrado por completo. Ya ni siquiera recordaba haber pensado que Taehyung era irritante y molesto, lo cual era un cambio tan radical que le asustaba un poco.

En otras ocasiones en las que estaba demasiado ocupado, el escultor parecía leer su mente, porque siempre aparecía en su departamento con comida o algo que decir. Trataba de molestarse con él por distraerlo, pero siempre terminaba agradeciéndole en su mente cuando lo envolvía entre sus brazos, sentándolo en su regazo y escondiendo la nariz en su cuello, relajándose sólo con su calidez.  

Hoseok era bueno evitando pensar en las cosas que le disgustaban, como las consecuencias de necesitar tanto al escultor. Nada podía salir bien si pensaba en las consecuencias que traerían sus sentimientos, embargándolo profunda e imparables como la gangrena. Lo necesitaba y lo había aceptado, sabía las consecuencias y que dolería, pero no necesitaba pensar más allá de eso porque le gustaba la forma en la que estaban juntos. 

Jamás pensó que pudiera complementarse con alguien a quien decía detestar, pero había sido posible. En realidad, jamás pensó que pudiera, alguna vez en su vida, complementarse con una persona. Siempre pensó que tenía cosas más importantes en las que preocuparse que buscar a alguien con quien compartir su tiempo.

Tócame. HOPEV.Where stories live. Discover now