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Cuando salió de la oficina del jefe de la facultad de Artes sólo pensó en lo cansado y hambriento que se sentía.

 Iba a encontrarse con Wheein en unos minutos más en el restaurante que quedaba sólo a tres cuadras; por lo que caminó a zancadas fuera de la facultad.

Wheein era psicóloga de la universidad, se habían conocido en uno de los eventos de la Facultad hace dos años, KyungSoo, uno de los maestros más antiguos se la presentó; Wheein le había preguntado si sabía sobre las terapias psicológicas a través del arte, y él le dijo que sí, pero que no tenía profundo conocimiento de ello, ya que se especializaba en  la escultura más que en el dibujo. Desde entonces solían encontrarse de vez en cuando, y ambos intercambiaban sus pensamientos, aunque Taehyung solía invitar la comida cuando la conversación solía tratarse más sobre él. 

Hoy era uno de esos días, ya que Taehyung la necesitaba, su pensamiento, y ella necesitaba un almuerzo contundente después de sus sesiones en la mañana en su consulta privada; y en las tardes, hacía clases. Era un ganar-ganar.

Cuando llegó al restaurante en el que habían quedado, Wheein estaba comiendo helado de vainilla en un vaso pequeño y le sonrió mostrando sus hoyuelos. Taehyung no aguantó las ganas de abrazarla cuando ella se levantó.

- ¡Tae! Tiempo sin verte -dijo ella, cuando el abrazo terminó y le dio una mirada rápida a su cuerpo. Ese día se había puesto una camisa beige por dentro de sus pantalones de tela negros y, cuando ella volvió a mirar su rostro, no pudo evitar sonreír avergonzado al sentir como apretaba sus mejillas tal cual lo hacía una abuela-. Ganaste peso.

Taehyung arrugó la nariz un poco; Hoseok también le decía que había ganado peso, pero contrario a Wheein, Hoseok no se quedaba en palabras y hacía que lo acompañase a correr con él. Casi podía visualizar la cara de decepción de Hoseok cuando le dijo que no correría con él ayer, después de que hubieran arreglado la discusión que habían tenido, porque sentía los ojos hinchados y no tenía mucho ánimo. Había estado perdido en sus pensamientos y, aunque Hoseok trató de volver a hablar con él, Taehyung sólo quería dejar de pensar. Así que, básicamente el día de ayer se trató sobre tener sexo y tratar de convencer a Hoseok de que todo estaba bien.

No lo estaba. Taehyung no tenía idea de cómo abordar sus pensamientos.

- Me alegra verte, Wheein -dijo él, tocando con suavidad el cabello lacio hasta acariciar su mejilla con afecto. Tenía un peinado diferente, con haces rubios y más liso, siendo ella casi dos cabezas más baja que él-, tú estás más guapa con el corte de cabello.

- Gracias por notarlo -sonrió ella casi con descaro-, he hecho más ejercicio últimamente y me cambie el peinado, es bonito, ¿Verdad? -Taehyung asintió cuando ella meneó su cabello-.  Y supe que te vas a Francia para tu doctorado -recordó con rapidez, sonando tan emocionada que Taehyung volvió avergonzarse al ser zarandeado con efusión-, ¡Eso es fantástico!, ¿Cuán fluido es tu francés?

- Lo necesario para pedir comida -bromeó Taehyung y luego la miró con cierta aflicción-. Gracias, aunque sinceramente ya lo había olvidado.

Wheein lo miró con extrañeza, pero en vez de preguntar ambos se sentaron al ver que la camarera se dirigía hacia ellos y pidieron Galbitang, una sopa de carne de vacuno que Wheein se moría por comer y Taehyung pidió Bossam, carne de cerdo que se comía envuelta en hojas de lechuga o verduras. Mientras veían a la camarera irse, Taehyung se encogió al sentir la mirada penetrante de Wheein analizando su expresión.

- ¿Cómo van las cosas, Tae? -preguntó cautelosa.

Taehyung se encogió de hombros, suspiró, y todo con bastante lentitud y nerviosismo. Estaba a punto de decir la típica mentira para evitar preguntas incómodas, pero Wheein siempre terminaba escarbando lo suficiente hasta que finalmente siempre terminaba soltando todo.

Tócame. HOPEV.Where stories live. Discover now