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El sonido de la cafetera lo despertó de su estupor.

Tomando la taza de frases de Nietzche que estaba en la alacena y que le había regalado Mel en su titulación hace años atrás, se sirvió un café con tres cucharaditas de azúcar, revolviendo lentamente y haciendo un ruido ensordecedor en el contraste del silencio de la cocina. Probó un poco y su lengua ardió, lo dulce y cálido volviéndose doloroso.

<< Idiota >> pensaba arrugando el rostro, insultándose así mismo, mientras tomaba la taza entre sus manos y cruzaba la sala, en dirección hacia el ventanal para ver como las nubes tapaban el sol entre los imponentes edificios. Apoyó la mitad del cuerpo en el contorno, soplando el café y escuchando unos pasos que salían apurados de la habitación que no era la suya.

- ¡Maldición, se nos hizo tarde! -exclamó Namjoon, abotonando la manga de su camisa gris,  y deteniéndose a mitad del pasillo cuando vio a Hoseok frente al ventanal. Su cabello castaño estaba perfectamente peinado hacia un lado, su barbilla rasurada y con loción. Hoseok enarcó una ceja, preguntándose desde cuándo Namjoon se arregla tan bien para ir a una exposición y le preocupaba tanto llegar tarde siendo que no había una restricción de horario. Tenía una cara de total exasperación que era hasta graciosa-, ¡Seokjin hyung va a dejarnos! ¡¿Por qué no estás listo?!, ¡Alístate!

Hoseok se dio vuelta hacia la ventana, musitando con voz queda.

- Iré más tarde.

- ¿Por qué no irás, Hoseok? -preguntó Namjoon con expresión consternada. Hoseok iba a rebatir, pero Namjoon se le adelantó-. Sé que dices que irás tarde, pero tú no eres así, siempre eres demasiado puntual.

- Acabo de despertar -trató patéticamente de excusarse, aunque no era mentira, pasándose la mano por el cabello. Era fin de semana, por lo que había estado trabajando en la computadora casi toda la mañana, después había comprado víveres y los ingredientes para el almuerzo. Luego de comer había terminado tan cansado que se quedó dormido apenas se sentó en el sillón-. Y necesito pensar algunas cosas, poner... sentimientos y emociones en orden.

Namjoon se quedó callado, suspirando mientras se rascaba la nuca con indecisión.

- Escucha, a veces está bien no pensar y escuchar lo que tu cuerpo te pide, tal vez así...

- No, Nam -resopló Hoseok, interrumpiéndole. De repente sintió su propia saliva amarga como el café sin azúcar y trató de sonreír como si nada pasara, pero no lo consiguió-. Así no es como yo funciono, me he dado cuenta que yo sí pienso las cosas. Yo pienso en el mañana y en lo mierda que me estoy sintiendo en este instante. Yo no puedo hacer como tú o como Seokjin hyung y seguir mis instintos, porque están...están dañados -murmuró lo último, inhalando profundamente y volviendo alzar el mentón para hablar con más seguridad-. Seguir mis instintos sería esconderme en mi habitación y no salir jamás, porque mi percepción del mundo dista mucho de la tuya. Y agradezco que trates de ayudarme con tus palabras, pero ahora... no es lo que necesito. 

Volvió a mirar el ventanal y por un segundo pensó que Namjoon se había esfumado, pero volvió a oír su voz, algo afligido.

- Lo siento.

- ¿Por tratar de ayudarme?

- Por estar a punto de parafrasear algún libro motivacional -dijo con una risa nerviosa. Se encogió de hombros, haciendo que Hoseok esbozara una pequeña sonrisa cuando volvió a mirarle-. Tienen algunos puntos interesantes, sabes, pero no somos máquinas que vienen con un manual y no funcionamos acorde al ideal de nadie, apenas el nuestro... y al final supongo que sólo importa si estás bien con la forma en la que vives...

Tócame. HOPEV.Where stories live. Discover now