Ella empieza a presenciar raros acontecimientos en su hogar. Está aterrada.
Decide empezar a escribir notas en su celular por si algo algo grave ocurre. Serán su testimonio.
Más allá de nuestra galaxia alguien llegó para hacerla cuestionarse no habe...
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Inspiro desapacible, necesitaba dejar estas instalaciones con mi amorosa humana, su llanto ha sido remplazado por el pasmo. Oír la legumbre historia sobre su padre, que estuviera viéndolo encapsulado en esa máquina que mantiene vivo su cuerpo a pocos metros de distancia donde puede observarlo sin dificultad y comprendiendo que cabe la gran posibilidad que sea yo su enemigo la desconsuela. El proceso de captar toda esa información, recibida y manejarla fue abruptamente interrumpida por la intromisión de una guerrera, de aquellas combatientes que hace mucho no se dejaban ve en el las galaxias, una de las miembros de élite que rige Mamamoo. Los rumores manifestaban que eran letales en el combate, esperaba que fuera cierto. El cúmulo de situaciones causo en mi diosa aturdimiento, sostiene su cabeza como si de pronto pesara mil kilos.
La mujer morena en un segundo tiene empuñando un antiguo armamento humano, sabía que era terrestre, podía reconocerlo. Repaso mi aprendizaje de armamento usado por la humanidad tratando de identificarlo, obtengo la respuesta de inmediato. El sai, un armamento de origen asiático. Su forma era similar a la de una daga de filosa punta, posee dos largos anexos de cada lado, tenían la función de proteger las manos de quienes lo utilizaban. Hwasa, sostiene uno en cada mano, uno de ellos tiene la particularidad de llevar en su extremo inferior una cadena que se mantiene colgando.
Por otro lado, Sihyuk desenvaino el arma que mantenía sujeta en un costado de su ancha cintura, una desarrollada con tecnología avanzada. Ddang RJS3, eran herramientas exclusivas para combatir posibles invasiones, ningún habitante normal en Bangtan tenía acceso a ninguna de ellas, solo los soldados entrenados se harían de una en momento de crisis, no se necesitaban demasiada práctica para usarla. Bastaba pulsar cierto botón en el aparato para causar gran daño. Un maligno daño dado que nuestros batallones no poseían una avanzada habilidad física en batalla, dada la baja concurrencia de conflictos, dado que se manifestaran casos de peligros las armas que se han inventado en el planeta se encargarían de protegernos impactando exitosamente en el objetivo.
Estábamos a punto de ver el largo alcance destructivo que conseguía Ddang RJS3, en corta distancia.
Sigo inmovilizado en el aro de corriente que me mantiene fuera de del conflicto, solo siendo un inútil testigo de los hechos. Es un alivio que los guardias no estuvieran sometiendo a mi amor forzadamente allá arriba, detrás del cristal que la separa de esta habitación, los guardianes están distraídos por la intromisión de la mujer pelinegra, es una hazaña verla, ellos no parecen querer perder la oportunidad de contemplarla.
El alboroto todavía se puede escuchar en los exteriores, peleas alternas se desenvolvían, la puerta metálica destruida podía dejar ver que nadie recorría el pasillo donde nos encontrábamos, salvo los dos agentes que habían estado custodiando la entrada de este recinto, ahora se encontraban inconscientes en el suelo, siendo incapaces de asumir un cargo distinto.
Sihyuk y Hwasa esperan cautelosos la señal contraía y así lanzar un ataque, se van rodeado en una perfecta sincronía de lucha. Sihyuk tienen una impecable armadura que puede evitar diferentes tipos de cortes, no es tonto, sabe que será una batalla dura por eso activó la función que maximiza las utilidades de su equipamiento protector. En los sectores donde la estructura fijada en su cuerpo permanecía sin mucho protagonismo se han alzado en mayores proporciones. No es lo mismo para la tal Hwasa, su traje rojo no sufre ningún cambio. Su figura esta cero protegida por alguna coraza, solo cuenta con su traje rojo.
