Ella empieza a presenciar raros acontecimientos en su hogar. Está aterrada.
Decide empezar a escribir notas en su celular por si algo algo grave ocurre. Serán su testimonio.
Más allá de nuestra galaxia alguien llegó para hacerla cuestionarse no habe...
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Estuve comportándome como un maldito idiota. Un estúpido hombre idiota. Un extraterrestre imbécil de Bangtan. Maldita sea. La encontré disgustada acurrucada en su almohada, en un llanto que partía mi corazón. En lugar de colocar una estrella fugaz alcanzando su máximo esplendor había colocado aquel golpe doloroso en donde muere una ola.
El cielo nocturno estuvo gobernando mis días, mi imaginación, girando los cuadrantes en la dirección precisa que me llevo alejarme, convirtiéndose la nave espacial que me vio venir a La Tierra en esa cueva que te encarcela mental y físicamente, pensando en que nunca iba a encontrar quien era yo. Me estaba convenciendo de eso, que no podía confiar en aquel que el presenta decía que era.
Mis memorias seguían sin ser claras, me seguían trastornando. Estuve intentando dejar el supuesto pasado que recuerdo atrás, aquel que no consigo interpretar a ciencia cierta, quería dejarlo abandonado, que no afectará, seguir viviendo la vida que he conseguido entre los humanos portándome igual a uno de ellos, siendo uno de ellos. Ahora sé que eso nunca sería posible para mí. Ese mal comportamiento, actuar, mi sangrienta acción de luchar por algún motivo que no fue condenado sino borrada de mi mente no lo permitían, ellos reflexionaban sobre si las acciones que cometí fueron malvadas o justas. No tuve esa oportunidad de reflexión, no sé qué hubiera elegido por mi cuenta. Mi actual conducta era porque ellos la han dirigido de cierta forma, los ancianos tomaron la decisión por mí y los médicos del alto élite del planeta lo ejecutaron.
El peso de la culpa, decepción, ahogo y la atracción de la gravedad no me dejaban abandonar esos pensamientos. No lo permitían. La entendía, mi amada chica seguía adelante con su pasado doloroso a cuestas, superándose, intentando que hubiera un mejor mañana, es la razón por la que no borró la cicatriz en su piel cuando le ofrecí hacerlo, el pasado no se puede olvidar alguna vez vuelve para alcanzarte y si no estás preparado te lleva hasta al núcleo de algún planeta donde te espera un gran catástrofe de fuego o hielo que te eliminaran. La población en mi planeta no estaba preparada para asumir tantas emociones juntas, que intervinieran en nuestras mentes y nos alejaran de los sentimientos propios de seres pensantes, cautivos de una sangre que podía sentir ha vuelto a la civilización de Bangtan incapaz de procesar, no estábamos en conjunto preparados. La mayoría de la población enloquecería.
Quería ser mucho más que el hijo predilecto que Bangtan había enviado en la exploración de un planeta lejano con el cual no tenían interés de interactuar y consideraban primitivos, en un proceso evolutivo lento, sin embargo los humanos sirvieron para experimentar, acallar la protesta que se dio por la infiltración de información revelada.
Cuando nacemos la burbuja de las emociones está ahí luego se va ocultando en lo profundo y desconocido del cuerpo que irá desarrollándose, convirtiendo las opciones donde podrías navegar en pocas, sabía que en realidad en mi planeta de origen todos sin excepción sentíamos algo pequeño que desconocemos sus bases, de la que no se nos permitía hablar y por consecuencia dejábamos de lado. ¿Qué más podíamos hacer si estaba prohibido desde hace algunas generaciones? Si no hubiera dejado mi civilización aquella confusión que me mantenía distante no se hubiera convertido en lo que mi corazón contiene en este instante. Seguiría con la pesada herencia que los antepasados dejaron.
