6. Soy

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La ilusión no frena

La ilusión impulsa

Atrae cosas buenas

Atrae la felicidad

Ahora lo sé

Porque la felicidad está en mis manos

AITANA

La felicidad en los ojos, la ilusión de la sonrisa que me he ganado… que he luchado por mí, porque sí valgo, porque cada paso que doy por mí soy, porque sí soy yo, porque avanzo, encuentro una motivación y me adelanto, porque hay algo en que me ayuda a levantarme y seguir adelante, porque vivir exultante y llena de vida me alegra, porque tras sombras vienen luces y me gusta la luz, no el brillo que ciega u opaca lo de alrededor, sino la luz natural, esa que llevamos todos, la cual proyectamos y compartimos con quienes queremos, la luz del sol de verano, bañando nuestra piel lentamente, absorbiendo vitaminas y haciendo trabajar a nuestra melanina, tornándose doradas nuestras pieles, me sentía en una nube cuando era verano, era mi etapa favorita del año, no tiene que ver con que sea cáncer, aunque un poco sí, supongo que el mar y el sol eran mi bálsamo,  una vez más llegada la estación todo parecía ordenarse de pronto en mi vida, trabajo, estudios, tiempo libre…

Si bien el verano se me antojaba siempre corto, este me lo parecía aún más, Marta había estado solo dos semanas en la isla de vacaciones y se las pasó pegada a mí cual lapa en mi tiempo libre, cosa que hizo mejorar mi humor irremediablemente, a parte de los momentos junto que compartimos con Amaia.

Mi madre se había empeñado en cambiar el salón entrando en una tediosa reforma y los días pasaban sin tregua y aunque acababa exhausta, eso me daba fortaleza incluso para estudiar, salir y disfrutar más de mi familia, me organizaba mejor en base a madrugar, debido al horario de trabajo.

Una felicidad nueva me invadía, el ser más yo, más libre, porque digan lo que digan aunque uno viva con sus padres y no te pidan nada, mantenerse uno mismo y trabajar hace sentirse realizado, tal vez muchos sueñen con la lotería, pero mi suerte había sido encontrar un lugar donde sentirme útil, trabajar con Roi y Cris me aportaba muchísimo más de lo que llegué a pensar, el contacto con la gente, aprendía todos los días algo nuevo, encima aparecía gente súper interesante por allí al estar cerca una avenida de compras, el gimnasio, la universidad y el conservatorio, siempre reinaba un ambiente intelectual y alegre, sobre todo con las bromas de Roi y sus carteles imposibles llamando a cualquier plato de otra manera, mis dotes culinarias aumentaban por decisión propia también, me descubría interesada en casa buscando cómo hacer algún postre nuevo o pincho, o quedando con Cris para comprar ingredientes para una tarta, incluso podría decirse que estábamos entablando una relación de amistad, tanto era así que muchas tardes pasaba por allí sin ser mi horario para ver cómo había salido el invento culinario que hubiésemos preparado esa misma mañana, iba antes de ver a Amaia que salía del conservatorio de un curso al que se apuntó, de modo que compartíamos muchos momentos, a veces incluso cerrábamos la noche allí, alguna vez Cris nos acompañó de compras a Amaia y a mí, casi sin intentarlo habíamos forjado algo parecido a una amistad, que en sí existía en cierto modo entre Amaia y Cris previamente, y Roi se había vuelto casi un hermano, tenía un alma muy pura e infantil que combinaba con la mía, que al fin y al cabo era la más pequeña, con 20 años solamente

Había retrasado el empezar en el gimnasio con Amaia por el trabajo y también por su pereza, convertimos el plan en playa y luego se vinieron las tardes de estudio, a veces en medio de la cafetería, otras en la biblioteca del conservatorio, parecía que todo tenía un aire nuevo, pero retomar en serio los exámenes de septiembre me cambiaba de nuevo el ánimo, inconscientemente me empecé a castigar en la tercera semana de agosto por no haber estudiado lo suficiente, por lo que tras la jornada en el bar comía allí y luego estudiaba con Amaia, pero era jueves, la semana se había hecho pesada porque los profesores del conservatorio volvían a llegar y aumentaba el tránsito, por otro lado había estado ayudando en mi casa a los últimos retoques del salón de la casa y mi madre en un arranque había convocado una reunión con todos los conocidos para estrenar el salón, por lo que estaba de paso haciendo una limpieza general que había puesto patas arriba todo, por ello huía.

EN LOS MAPAS DE LA PIELOnde histórias criam vida. Descubra agora