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El día del evento había llegado, habían llegado por la mañana a Frencia y el padre de Louis se había encargado de conseguirles dos habitaciones en el lujoso hotel dónde el se encontraba junto con su esposa. Harry había sido testigo de como Louis casi llora al encontrarse con su madre nuevamente, había visto como corrió hacia ella con una gran sonrisa y la abrazó tan fuerte que ambos omegas casi caen al piso.

Jay había preguntado que tal su nuevo hogar y como lo llevaba por el momento. Louis se había quedado hablando con ella cerca de una hora, mientras Harry los dejaba al cuidado de Liam y otros guardaespaldas para llevar el equipaje del castaño hacia la habitación que le habían asignado, no se sorprendió cuando vió que la suya estaba junto a la del omega y era igual de grande y con lujos que el no necesitaba.

Las horas habían pasado rápidamente y tristemente tuvieron que cortar su conversación ya que ambos debían ir a alistarse para el evento. El castaño no se sorprendió cuando fuera de aquel pequeño restaurante que tenía el hotel se encontró con Liam y Harry con sus rostros serios y mirando a todo aquel que caminaba por la recepción del edificio. Su madre le sonrió a Liam y le dijo que iría a su habitación a prepararse, el ojimiel asintió y se despidió de ambos educadamente antes de seguir a Jay.

Louis fijó su atención en el alfa una vez que su madre había subido al ascensor con su guardaespaldas y Harry estaba tenso y mucho más serio de lo normal.

-¿Quieres subir a tu habitación o deseas quedarte aquí un rato más?- preguntó observando a Louis con aquellos ojos que ahora lucían tan distantes y fríos.

-Subamos.- respondió bajito al sentirse pequeño ante la mirada del alfa y comenzaron a caminar hacia el ascensor.

-El piso en dónde se encuentran tu madre y tu padre está totalmente protegido, nosotros también estamos allí asique no sientas miedo al quedarte en tu habitación.- le informó Harry una vez que estuvieron dentro del ascensor.- De todos modos mi habitación está junto a la tuya, si algo no se encuentra bien solo tienes que golpear mi puerta o llámarme y estaré allí.

-De acuerdo, gracias.- le agredeció y obtuvo una pequeña sonrisa de Harry a cambio.

Aquellos eran pequeños gestos que para Louis no pasaban desapercibidos porque cuando había conocido a Harry, este apenas le dirigía unas pocas palabras y su rostro era tan inexpresivo que al caataño realmente le costaba mantenerse a su lado, y ahora que llevaban conviviendo un poco más de un mes había notado como el rizado hablaba un poco más, tal vez no tanto como a Louis le gustaría pero compartían pequeñas charlas cuando cenaban o durante el desayuno, el alfa nunca reía pero Louis sentía sus piernas flaquear cada vez que le daba una pequeña sonrisa, ya sea cuando practicaban técnicas de defensa en el patio trasero de la casa, cuando cocinaba algo que le agradaba a Harry o cuando el le agradecía por algo.

Cuando llegaron a su piso caminaron por un largo pasillo hasta llegar a la puerta 304, Harry le tendió la tarjeta que servía como llave y Louis la tomó.

-No la pierdas o no podrás entrar luego, aquí estoy yo.- le explicó y señaló la puerta 305.- Media hora antes de irnos vendré por tí.

-Está bien, adiós.- se despidió abriendo la puerta y Harry no entró a su habitación hasta que el omega cerró la puerta.

[🌙]

Cuando dieron las 8:30, Harry se dió una última mirada en el espejo. Tenía sus rizos bien peinados y el traje que Louis había elegido le quedaba bastante bien, se veía obligado a dejar el arma en la habitación ya que Mark le había avisado que antes de entrar los iban a revisar para que nadie entrara con objetos sospechosos. Tomó la tarjeta de la mesita de luz y salió de la habitación para golpear la puerta de Louis.

Unos minutos después salió el omega ya vestido con su traje azul y el cabello peinado de manera desordenada pero luciendo elegante de todos modos, sus ojos lucían incluso más azules de lo normal y su aroma a frutillas y chocolate seguía allí, dulce y agradable para el alfa que ya se había acostumbrado a aquella combinación agradable.
-Hola, pasa.- lo saludó con una pequeña sonrisa para que el alfa pasara a su habitación.

Harry se sentó sobre la gran cama y sintió la mirada del omega sobre el. Levantó la vista y se encontró con aquellos ojos azules mirándolo detenidamente con una sonrisa.

-Te ves bien.- dijo y Harry se miró a si mismo aún no sintiéndose del todo cómodo con tanta elegancia sobre el.

-Tu también luces bien.- le dijo mirándolo. Se veía realmente bien en aquel traje, zapatos negros de cuero y en sus dedos había algunos anillos que resaltaban sus pequeñas manos.

-Gracias.- le agradeció y se miró en el espejo por última vez antes de dirigirse hacia Harry para sentarse a su lado. A diferencia del contrario, sus pies no tocaban el piso.

-Louis.- el rizado interrumpió el silencio que se había formado entre ambos y el castaño se giró para mirarlo.

-¿Si?

-Cualquier cosa que te incomode, te moleste, te haga sentir extraño o en peligro, debes avisarme y estaremos fuera de ese lugar en cuestión de minutos. Tienes que prometerme que lo harás.- dijo y Louis asintió con su cabeza.

-Lo prometo.


security ; larry stylinson. [omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora