security ; larry stylinson. [omegaverse]

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El resto del viaje, Louis logró quedarse dormido gracias a las caricias del alfa en su cabello y en su espalda, luego de todo lo que había pasado su cuerpo necesitaba un respiro y lo encontró en los brazos de Harry.

El viaje fué corto para su suerte, y Harry se vió obligado a despertar a Louis porque iban a aterrizar y debían estar en sus asientos correspondientes con sus cinturones abrochados. El omega aún estaba medio dormido pero el alfa se encargó que abrocharle bien su cinturón y observarlo con una pequeña sonrisa mientras lo veía refregarse los ojos luego de su pequeña siesta.

-¿Bien?- preguntó sin poder borrar su sonrisa y Louis asintió, atrapando el brazo del alfa entre los suyos para volver a cerrar sus ojos.

Harry lo dejó apoderarse de su brazo hasta que aterrizaron, cuando llegó el momento de bajar del avión, Samuel los guió hacia una camioneta negra que los llevaría hasta su casa.

-Siento que hayas tenido que pasar por todo eso, Louis.- se disculpó Samuel con una mueca de arrepentimiento en su rostro y el omega le sonrió pequeño.

-Descuida, no es tu culpa.- respondió tranquilo con su cabeza descansando sobre el hombro del rizado y sus ojos hinchados y adormilados.

-De igual eso, quiero que sepas que mis hombres también están para protegerte a tí de ahora en adelante.- dijo mostrándole una sonrisa amable al omega y Harry también le sonrió en forma de agradecimiento al igual que Louis. Tal vez aquel alfa no era tan parecido a su padre como había pensado, aunque eso no significaba que podía confiar en el.

-Gracias, en serio.- le agradeció el ojiazul con una pequeña sonrisa.

[...]

Cuando llegaron, no les sorprendió que Samuel llamara 'casa' a aquella edificación que podría definirse más como 'mansión'. Caminaron todos dentro y los guardias de la puerta los saludaron con amabilidad antes de dejarlos pasar. El alfa los guió hacia un gran salón en dónde había unas escaleras que se dividían en dos y llamó a uno de los sirvientes con una pequeña seña y una sonrisa amable.

-Buenas noches Aaron, la fiesta ha finalizado antes de lo planeado por un inconveniente que hemos tenido.- le explicó saltándose el detalle de que aquel inconveniente había sido en realidad un tiroteo.- Ellos serán nuestros invitados por dos semanas, lo que deseen se les dará sin ninguna excusa.- dijo y el chico, que al parecer era un omega de unos veintitrés años, asintió.

-Por supuesto, Señor.- respondió haciendo una pequela reverencia ante Liam, Charles, Matt, Harry y Louis.- Las habitaciones están preparadas, su padre avisó que vendrían.- dijo y Samuel asintió dándole las gracias.

-Genial, muchas gracias.- dijo y el chico se retiró tras darle una pequeña sonrisa al alfa.

Louis los observó desde su lugar en todo momento sin decir nada pero con una sonrisa ocultándose en su rostro al notar que aquellos dos se traían algo especial por la forma en que Samuel lo miraba, lo trataba con suma amabilidad y le hablaba con delicadeza, también por como le sonreía de una manera tan sincera. Aún así se quedó callado y observando.

-Síganme, les enseñaré sus habitaciones.- habló nuevamente Samuel mientras comenzaba a subir las escaleras y luego los guiaba por un largo pasillo con todos caminando detrás de el.- Hay habitaciones de sobra y en los armarios hay ropa limpia y cómoda, también tienen sus baños personales, pueden elegir la que ustedes quieran.- explico brevemente mientras les señalaba las puertas a lo largo del pasillo.

-Muchas gracias, creo que por hoy iremos todos a dormir.- le agradeció Liam con una sonrisa y estrecharon sus manos.

-Si algo anda mal no duden en llamarme, estoy a cargo cuando mi padre no está aquí.- dijo y todos asintieron.- Yo también iré a la cama, ya veremos como resolvemos esto mañana.

-De acuerdo, buenas noches.- lo despidió el ojimiel antes de verlo desaparecer por las escaleras en el piso de arriba.

Luego, todos se despidieron y se adentraron en las habitaciones cerrando sus puertas mientras que Louis y Harry eligieron habitaciones que estaban enfrentadas y se miraron por unos segundos antes de que Harry se acercara a Louis al ver su mirada preocupada.

-Ve a dormir, lo necesitas.- dijo Harry bajito y el omega negó con su cabeza comenzando a ponerse nervioso.

El rizado se acercó a el para envolverlo en un abrazo que logró tranquilizarlo un poco.

-T-tengo miedo.- dijo Louis y Harry asintió sin preguntar nada más dejando un beso sobre su frente. Aún tenía que hablar muchas cosas con el ojiazul, pero por el momento lo único que quería era que supiera que nada iba a pasarle.

-¿Puedo dormir conmigo?- preguntó alejándose un poco para mirar los preciosos ojos de Louis, aún estaban hinchados, rojos y había ojeras alrededor de ellos, pero seguían siendo increíblemente bellos. El omega asintió y Harry tomó su mano para caminar dentro de la habitación.

Buscaron ropa en el armario hasta que consiguieron algo que fuera de sus talles y se metieron a la cama, cubriéndose con las mantas y apagando la luz.

Louis se acercó al alfa y Harry también se acercó a el, no hicieron falta palabras para saber lo que ambos querían asique unieron sus labios por segunda vez ese día, sintiendo la tranquilidad y las cosquillas es sus estómagos.

Harry acarició aquella deliciosa curva que se formaba en la cintura del omega por debajo de su remera, sacándole un pequeño suspiro que se perdió en el beso. Louis sentía que podía derretirse ante las caricias y los labios del alfa porque era tan suave y delicado a la hora de tocarlo, y el lo disfrutaba tanto, realmente le gustaba.

-Voy a volverme adicto a tí si continúo besandote.- dijo Harry sobre los labios del omega una vez que se separaron en busca de aire. Louis gimoteó y se acurrucó contra el alfa que lo rodeó con sus brazos.

-No me molestaría eso.- dijo antes de cerrar sus ojos, empujando todos sus pensamientos lo más lejos que podía para concentrarse únicamente en Harry.

[...]

Al día siguiente, Harry salió de la cama temprano y lo hizo con cuidado de no despertar al omega que dormía tranquilo a su lado. Samuel, Liam, Matt y Charles estaban en la sala esperándolo con el desayuno servido y unas caras que no portaban buenas noticias.

-Tenemos que hablar.- dijo Liam con la seriedad bañando su voz por completo y Harry asintió sentándose a su lado.

-Dime.

-Tienes que hablar con Louis.- fué lo primero que dijo haciendo una pausa antes de continuar.- Tienes que pedirle que te cuente todo lo que le han dicho aquellos hombres, Samuel solo sabe cosas que no son importantes porque lo han tenido separados un tiempo.

-El aún está asustado, pero trataré de hablar con el hoy mismo.- accedió Harry comenzando a preocuparse, porque si Louis no le contaba todo lo que había pasado, tal vez si corría peligro.