Capítulo I (Parte 1): "La Rehén"

2.7K 166 11
                                    

Dicen que la ecuación del humor es tragedia más tiempo...Excepto que no te estabas riendo, te estabas muriendo.

Y de todo lo que tenías 'tiempo' de hacer, era de repasar la serie de eventos que te llevaron a estar desangrándote en la terraza de una casa perteneciente a una familia que hacía más dinero en un mes, que tú en un año.

Debiste haber terminado la universidad. Tal vez incluso haberte unido al ejército. Debiste haber adoptado a ese perro que rescataste la semana pasada, porque jamás tendrías la oportunidad de reprochar tus acciones pasadas de nuevo.

No debiste haberte mudado a Detroit, siguiendo a un hombre que pensabas amar mientras él solo perseguía su carrera. No deberías haber tomado este trabajo, solamente porque sentías que estabas fuera de opciones. Y era jodidamente seguro que no deberías haber tratado de convencer a un androide divergente que usaba a una niña como rehén, de que se quitara del borde de una saliente, ignorando el consejo de tu compañero. Viejo compañero. Estaba muerto, adentro del apartamento. Disparado. Te encargarías de esa carga mental luego.

Mientras que te quejabas, estabas perfectamente contenta en la oficina, analizando archivos en una terminal - aunque algo aburrida, pero rápidamente habías aprendido que aburrido significa seguro...Y que debiste haberte quedado aburrida.

Un cuerpo flotaba en la piscina, sangre fugándose de una herida más fatal que la tuya. El nombre de ese hombre era Jeff. Quizá John. Algo tan genérico que no lo separaba de ningún otro oficial en el departamento de policía de la Ciudad de Detroit. Solo lo habías tratado un par de veces.

Tu yacías en tu propio estanque - mucho menos invitador que la tumba resplandeciente en la que Jeff o James había muerto. Comparativamente, estaba teniendo un día mucho peor que el tuyo. Tu esperanza era que no te le unieras en algún bar en la siguiente vida, bebiendo junto a los primeros respondientes asesinados por el androide divergente.

Que irónico era eso. Ser matada por algo que habías defendido fervientemente. Tus amigos y familia te habían llamado loca - defendiendo a máquinas producidas masivamente como si fueran seres coherentes. Como si tuvieran alma. Pensamientos independientes. Sentimientos.

Todo lo que querías hacer era ayudar. Tal vez salvar al divergente, y a la niña. Pero en realidad - todo lo que este androide quería hacer era matar.

La puerta corrediza de vidrio detrás de ti se abrió. Un solo disparo penetró el aire, crujiente y violento, zumbando en tus oídos.

La bala no rebotó; se plantó en un nuevo huésped, quién había sido mojado por el fresco estallido de sangre. Escuchaste el rasgar de piel, algo con lo que no te habías familiarizado mucho hasta esta noche.

No pudiste ver quien fue el disparado. A través de tu borrosa visión, creíste poder ver dos piernas cubiertas con pantalones y zapatos de vestir. Probablemente algún cabrón corporativo que fue enviado de relleno.

Incluso así, solo retrocedieron un poco. Ni siquiera se cayeron. Debían tener una tolerancia seriamente alta para el dolor...o, ya sabes, un chaleco antibalas.

-¡Hola, Daniel! ¡Mi nombre es Connor!

-Como... ¡¿Cómo sabes mi nombre?!-Gritó Daniel.

-Sé muchas cosas sobre ti. ¡Vine para sacarte de esto!

Luces...Eran tan brillantes, antes de que se balancearan lejos. Creíste que eran faros mientras estabas entre dos mundos antes de que el estruendoso ruido de las hélices de los helicópteros te trajeran de vuelta a la realidad. Eso y la silla de jardín tambaleante que casi te pega en la boca.

Deviant's Behavior [Connor x Reader]Where stories live. Discover now