Deviant's Behavior [Connor x Reader]

Capitulo LXXV: "En alas ardientes"

El miedo al escenario había sido un tipo de ansiedad fácil de abordar después de sobrevivir a lo que te habían probado.

"No me presentaré". Habían paseado por el borde de la plataforma de movilización con Connor detrás de ti, "a través de bases de datos e información instantánea, probablemente ya me conocen mejor que ustedes..."

Te detuviste, extendiendo tus manos hacia la multitud que estaba viendo.

"Porque sus vidas acaban de comenzar y ahora les pido que lo pongas en juego. Sé que eso no es justo. Sé que no está bien". Tu habías señalado la escotilla que mantenía a raya a los vientos aulladores, un portal a un mundo inmundo que aún no habían visto, pero afuera, hay una guerra en curso que solo nosotros podemos detener. Y si no..."

Tus manos se habían curvado en puños mientras se nivelaban con tus costados. Habías mirado hacia otro lado, a Connor, que lo había empoderado cuando las palabras se volvieron difíciles de encontrar.

"...Nunca sabrás lo que es estar vivo".

Pensaste en Anthony.

Fowler. Allen. Gavin. Hank. Nina, Damian, Chris. Kara, Alice, Luther. Y todos los demás que conociste en el camino.

"Formar un vínculo y convertirse en hermano. Una hermana. Criar a un hijo y convertirse en madre. Un padre."

Incluso con los ojos de liberación mirando, solo te habías enfocado en dos. Tus dos ojos que los salvaron una y otra vez, los alejaron del borde y los mantuvieron firmes mientras ambos se tambaleaban al borde.

"Para enamorarse..."

Los labios de Connor se curvaron en una sonrisa, arrastrándose desde el estado una vez endurecido de su rostro. Una colorida exhibición de emociones que no hubiera sido posible hace unos días.

"...Para convertirse en humano".

Vigorizada, habías roto esa mirada. Devolviendo a los androides de todas las formas, tamaños y 'géneros'. Una colección de rostros, mentes con sueños en desarrollo, personalidades, favoritos y disgustos.

"Quiero darte toda esa oportunidad...y sería un honor si me dejaras". Te ahogaste, "Si me siguieran".

Ese coraje había sido fugaz. Había alcanzado tu línea de vida, la mano que había sostenido la tuya desde el principio. Lo había lanzado. Lo habías recibido. Mantenido por la vida querida, como si fuera lo único que te mantiene atado a la realidad.

"...Si nos siguieras".

El orgullo que había salido de él era inigualable. Era un reflejo directo del poder que tenían tus palabras...y después de que su LED terminó de parpadear, terminó de girar...volviendo a su estado solidificado...el había confirmado esa teoría.

"Ellos lo harán."

Les habías preguntado la mayoría de ellos. Para seguirte en la brecha, en la refriega, en el abismo...y si bien se mantuvieron firmes en terreno inestable, ya habías sido víctima de tus propias limitaciones.

(. . .)

Abriste los ojos. Apenas podías distinguir las palabras que salían de los labios en movimiento de Connor.

"Puedes hacerlo."

Tu salud despreciable no era un secreto bien guardado, no cuando lo investigaba un androide programado con todas las tecnologías reconstructivas conocidas por el hombre.