41.- Amor instantáneo (*)

53.5K 3.4K 443
                                    

JACK

—¿A caso es tan divertido jugar de esa manera conmigo? —reclamo mientras me adentro al departamento de Montserrat. Cierro la puerta con fuerza, ocasionando que un ruido seco haga eco en la habitación.

Las carcajadas de Caleb y de Luke no se hacen esperar cuando se percatan de mi presencia.

— ¡Hice completamente el ridículo preguntando por el estado de una mujer la cual, oh sorpresa, se encontraba perfectamente en su casa! —Montse intenta retener la risa que la invade, pero no lo consigue demasiado bien y termina por reír.

—Cariño, lo siento tanto —pronuncia Montse entre risas y eso es algo que ocasiona que mi enojo aumente. ¿Qué era tan divertido para ella?

—No, deja de reírte —pido—. No puedo tomarte en serio si te estás riendo.

—Es que no me puedo creer lo que pasó —admite acercándose hasta donde me encuentro.

—No, ni yo mismo puedo creer que tus hermanos hayan sido capaces de llamarme y hacerme creer que nuestro hijo ya iba a nacer.

—Caleb eso fue de muy mal gusto —reprende ahora Montserrat deteniendo su risa.

—Lo siento hermanita, pero eso algo a lo que no nos pudimos resistir —dice él encogiéndose de hombros.

—Oh si, así como yo no puedo resistir las ganas de darles un golpe a cada uno —amenazo.

—Vamos hombre, no te lo tomes tan a pecho —pronuncia sin dejar de reír. —Solo fue una pequeña broma.

Ruedo los ojos mientras me abstengo de dar una respuesta, camino en silencio hasta el sillón que se encuentra en la sala y suelto un largo suspiro.

—Bueno, creo que ahora es el momento justo para que ustedes se disculpen —indica Montserrat plantándose frente a sus hermanos quienes la miran con incredulidad.

— ¿Qué dices? No, por supuesto que no —Luke es el primero en negarse —. ¿Desde cuándo tenemos que disculparnos por nuestras bromas?

—Desde que me hacen ir hasta un hospital haciéndome creer que mi hijo ya iba a nacer —mascullo dedicándoles una rápida mirada.

—No fue algo tan grave —se defiende Caleb—. Pero si de algo sirve, lo siento Jack. La próxima vez no te haremos ir hasta el hospital.

—No creo que haya una segunda vez —articulo. —A menos que Montse y yo decidamos tener otro bebé.

No sé qué es lo que me causa más gracia en estos momentos, que Montserrat casi se ahoga con el agua que está tomando, o la expresión facial que Luke coloca en el rostro.

—Repite eso y me aseguraré de dejarte sin descendencia Morgan, estás advertido —A pesar de que quiero reír, parece que su amenaza va en serio, por lo que simplemente me limito a darle una sonrisa acompañada de un asentimiento.

No era buena idea provocar a un chico que parecía vivir en el gimnasio y que además tenía aires de boxeador.

—Basta Luke, no habrá otra broma ni un segundo bebé —sentencia Montserrat mirándome cuando pronuncia la última palabra—. No tienes por qué preocuparte.

—Sí, creo que por el momento con uno basta —Luke da un paso en mi dirección e inmediatamente me levanto del sillón en el que me encuentro. ¿De verdad? ¿Estoy luciendo como un chiquillo asustado? Tal vez.

—Santo cielo ¿Ustedes en algún momento podrán llevarse bien? —inquiere Montse.

—Probablemente si tu novio deja de hacer bromas con respecto a acostarse contigo entonces podamos conseguir llevarnos bien —sentencia Luke.

Inesperado Amor ©||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora