Capítulo 44

47.5K 2.9K 476
                                    


Montserrat

Jack no era la persona que se encontraba detrás de la puerta. Sino que se trataba de Dave. Y a pesar de que me alegraba de verlo, sabía que este no era un buen momento como para que él se presentara.

— ¿Esperabas a alguien más? —Inquiere él con burla —Porque pareces decepcionada de ver que se trata de mí.

—No, nada de eso —Mascullo con una pequeña sonrisa. —Pasa.

Sé que Jack puede llegar en cualquier momento, sé que no se pondrá feliz de ver a Dave aquí pero no puedo ser mal educada.

—Creí que estabas sola —Masculla Dave cuando llega a la sala y se percata que no somos los únicos en el departamento. Blake eleva la mirada y me lanza una mirada interrogativa antes de incorporarse, acomoda a Hannah sobre su pecho, sosteniéndola con uno de sus brazos mientras le tiende el otro a Dave.

—Hola, soy Blake —Pronuncia él presentándose mientras coloca una pequeña sonrisa en el rostro.

—Él es Dave —Blake luce algo sorprendido, al parecer, sabe perfectamente de quien se trata.

—Hola —Dave acepta la mano que el mejor amigo de Jack le ofrece, y luego el lugar en donde nos encontramos se sume en un completo silencio.

— ¿Puedo cargarla? —Interroga Dave a Blake quien asiente de manera inmediata.

—Oh, por supuesto —Blake le entrega con suavidad a mi hija y Dave la acomoda entre sus brazos. Cuando se la ha dado, se separa algunos pasos de donde nos encontramos e informa que irá a la cocina por algo de beber.

—Había pensado en traer un regalo, pero no sabía exactamente qué era lo que necesitabas —Pronuncia él mirándome por algunos segundos.

—No tienes que preocuparte, cualquier cosa está bien—Camino hasta llegar al sillón en donde él se encuentra sentado y tomo asiento a su lado. Hannah se remueve entre los brazos de mi amigo, quien no deja de mirarla aún cuando ya me he colocado a su costado.

—Lamento no haber venido antes, pero el trabajo comienza a consumirme a tiempo completo —Masculla —Me hubiese gustado estar aquí por si necesitabas algo.

—Oh, no te preocupes —Respondo haciendo un gesto para restarle importancia —Hemos estado bien, más que bien. Jack...

La mención del nombre parece invocarlo, el sonido de las llaves al otro lado de la puerta me alertan y en pocos segundos Jack se encuentra en el interior del departamento. Sostiene unas bolsas de comida en ambas manos mientras deja las llaves sobre la pequeña mesa que se encuentra en la entrada.

—Hola nena, lamento el retraso. He traído comida china para...—Él detiene sus palabras en cuanto su mirada recae en Dave. —Dave.

—Jack —Masculla de vuelta mi amigo. Ninguno de los dos parece feliz de verse. — ¿Qué haces aquí? —Retengo el impulso de rodar los ojos.

—Dave por favor ahora...—Intento decirle que no es buen momento pero Jack se adelanta a hablar.

— ¿Qué hago aquí? ¿A ti que te parece que hago? —Inquiere Jack dejando las bolsas de comida sobre la mesa. —Cuido de mi hija Dave. Eso es lo que hago aquí. Deberías de acostumbrarte hombre, yo no te ando cuestionando tu presencia en el departamento de Montserrat.

—Basta, los dos ¿En algún momento serán capaces de llevarse bien? —Inquiero con exasperación —Ustedes dos van a terminar por volverme loca.

Jack eleva las manos, toma las bolsas de comida para encaminarse hacia la cocina sin decirnos nada más y luego las voces de él y de su mejor amigo se hacen escuchar.

Inesperado Amor ©||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora