Depresión[Rubegetta]

Cap 18 | Cita

Narra Rubius.

Me encontraba en casa de Mangel viendo una película.

Y no lo mal piensen, solo estábamos viendo la película, puercos.

-¿Qué hará luego tío? - me preguntó con su característico acento.

-Vegetta me invito a su casa- sonreí - dijo que me tenía una sorpresa.

-Enserio te perdimo Rubiu - dijo palmeando mi espalda mientras reía.

-No lo voy a negar, lo amo - dije sintiendo como mis mejillas se enrojecían.

-Y como se tomó lo... tú ya sabe - dijo y yo lo miré sin comprender- jode tío, que tú y yo no tiramo un palo cuando tú y él ya estaban empezando algo - dijo y sentí como por mi cuerpo pasaba una corriente eléctrica junto a un sentimiento.

Miedo

-Pues no éramos nada cuando eso ocurrió, en plan - suspiré - no creo que sea buena idea decirle.

El me miro triste.

-Si tu lo dice - suspiré rendido y yo le di una sonrisa agradeciéndole.

-¿Y como vas tú con Lolito? - me atreví a preguntar.

-Pue muy bien, está yendo a terapia con Auron - dijo ahora sonrojándose él.

-Que bien tío, ¿Entonces ya dejo la alcaldía no? - pregunté y el negó, iba a preguntarle, pero justo vi la hora.

Tenía una hora para llegar a casa y arreglarme.

-Debo irme, voy tarde - tome mis cosas y me dirigí a la puerta luego de haberme despedido claro.

Corrí echando leches hasta mi casita y una vez ahí busqué algo "adecuado" según las palabras de mi casi novio.

Tenía muchas ganas de que me lo pidiera oficialmente, pero si el boomer se tardaba yo lo iba a hacer.

Terminé por escoger una camisa de botones negra, con unos pantalones a juego y unas zapatillas formales, mi cabello trate de acomodarlo lo mejor que pude.

Me coloqué perfume en la camiseta para cuando me abrazara, en el cuello por si se le ocurría besarlo o morderlo, y en mi "V" por si se propasaba conmigo.

Por si acaso, ojalá no lo hiciera, pero por si acaso lo hacía.

Después de todo era una cita la cual habíamos especificado no tener sexo, no porqué fuera malo, en definitiva esa no era la razón.

Si no que, el mismo lo había declarado así, y aunque me pareció raro e incluso pensé en quejarme no lo hice ya que también mis caderas necesitaban un descanso, la última vez las pobres si que necesitaron esa silla de ruedas, la cual aunque aun no se quien la envió si que se merece un pedacito del cielo.

Como decía, no iba a hacerlo, pero como soy alguien preparado prepare mi cuerpo con distintas lociones y cremas, no por que quería que lo hiciera.

Por si acaso.

Escuché el timbre sonar y bajé lo más rápido que pude, llegué a la puerta muy apurado y para que no pensara que bajé casi volando las escaleras a abrirle. Me quede unos minutos ahí parado mientras arreglaba mi cabello.

El volvió a tocar y espere 5 segundos para esta vez si abrirle.

Al hacerlo tuve que tener mucha fuerza de voluntad para no abalanzarme y comérmelo ahí mismo, tenía puestos unos pantalones negros ajustados junto a una camisa de botones morada y una corbata a juego, su cabello estaba perfectamente peinado, todo en el era eso, perfecto.