Cap 28 | Lo prometo

6.3K 794 417
                                    

Narra Rubius

Mi respiración era agitada mi corazón bombeaba muy rápido, mi cuerpo estaba tenso y mis manos inquietas por tocarlo.

Antes de salir de mi casa me había imaginado millones de situaciones de cómo sería llegar a esa imponente mansión, de volver a estar a la disposición de aquel hombre de ojos morados, me imaginé hasta lo lindo que sería escuchar su voz, mirar sus ojos mientras estos miraban los míos, el roce de nuestras manos cuando por accidente las acercáramos, el roce de sus labios cuando al fin tuviera el valor de volverlos a probar, de volverlos a devorar con deseo, incluso el roce de nuestros cuerpos cuando sobre ellos no hubiera más que una fina capa de sudor y ambos estuviéramos llegando a la gloria entre jadeos y suspiros ahogados.

Pero desde el momento que había subido aquel elevador noté que nuestro reencuentro no sería así.

Al subir por lo alto de su muralla, lo primero que me saludo fueron sus torretas, de las cuales me defendí con mi escudo, sintiendo aquellos golpees que este recibía de una manera tan fuerte que incluso llegaba a dolerme aunque el impacto no fuera directamente con mi piel, y sin importarme aquello comencé a caminar muy pegado a él para tratar de protegerme el rostro.

No les mentiré mas de una logro darme una vez, pero sinceramente eso tampoco me importaba mucho.

Nada me importaba si al final de todas aquellas torretas se encontraba aquel hombre que tan enamorado me tenía, el hombre que me hacía suspirar de millones de maneras, aunque algunas de esas no muy sanas.

Nada me importaba si al final podía volver a respirar el mismo aire suyo, porqué aunque parezca poco, el simple echo de estar cerca de él ya me ponía ansioso, quería mirarlo, ansiaba hacerlo, y unas torretas no me lo impedirían.

~Nadie lo haría ya~

Llegue lo más rápido que pude a su gran puerta, sin dejar de cubrirme, o al menos intentarlo lo mejor que podía, pero al llegar a ella, las torretas no tardaron mucho en arrinconarme sobre esta, en donde tuve que recostar mi espalda mientras sostenía mi escudo sobre mi, recibiendo en este todos los impactos.

Y lo único que hice en todos esos momentos fue visualizar esos ojos morados.

Pasaron unos minutos y mi brazo había comenzado a doler mucho, sentía mi pecho bombear más que antes pero esta vez no eran por las mismas emociones.

~Debería haberle avisado que vendría pero quería que fuera una sorpresa~

Quería ver su linda expresión cuando lo sorprendía con mis tonterías.

Aunque si lo pensaba mejor me hubiera conformado con simplemente verlo a él y no morir frente a su puerta por tener 2IQ.

Estaba apunto de rendirme y tratar de salir de ahí para poder pensar en otro plan que no fuera terminar como un queso de esos que están llenos de agujeros, pero justo en ese momento la puerta se abrió y a mi me jalaron.

El jalón fue tan fuerte que yo caí Encima de aquella persona que había sido mi héroe y aunque había dolido como el infierno caer así de repentinamente,  cuando vi los ojos de mi héroe todo volvió a cobrar sentido, mi mundo se detuvo, mis manos cosquillearon inquietas, mi corazón saltó reclamando que hiciera algo.

De echo todo mi ser gritaba que hiciera algo, pero esos ojos morados me habían atrapado una vez más, habían paralizados mis sentidos y detenido mi habla.

Mis manos estaban en ese pecho duro, una de sus piernas estaba entre las mías y yo prácticamente estaba sobre el mientras mis ojos inspeccionaban los suyos.

Depresión[Rubegetta]Where stories live. Discover now