Cap 30 | Miel dulce (Maratón)

6.3K 671 791
                                    

Narra Auron

-¿Q..Que? - apenas salieron las palabras de mi boca, mi cuerpo estaba temblando, sin mencionar la corriente qué pasó por toda mi espalda al escucharlo.

~¿El en verdad me estaba diciendo eso?~

Quería gritarle que se apartara, que siguiera soñando que yo iba a hacer eso, pero no podía moverme, estaba en shock, y mi cara no mejoraba la situación, estaba seguro que estaba sonrojado, ya que el calor había aumentado en ella, mi única pregunta era si se notaba con ese aspecto, cosa que rogaba a los Dioses que no pasara.

Pero salí de mi estado tan pronto como sus risas se hicieron más escandalosas que antes, y ahí reaccioné.

~Era una broma~

El hijo de puta se estaba partiendo de la risa diciendo cosas incomprensibles, mientras mi cara ardía más que antes, aunque no sabría decir si por la vergüenza o por el enojo que sentía en ese momento.

~una mezcla de ambas~

-¿Enserio creíste que te pediría eso? - dijo cuando al fin había logrado calmarse - No te hagas ilusiones Auroncito, no me van las zorras como tú - su sonrisa era aun más grande por cada palabra que soltaba.

-¿Y crees que a mi me van los bebitos llorones? - solté con todo el odio que tenía dentro.

-Pues por cómo te pusiste yo diría que si - se volvió a acercar a lo que yo retrocedí - dime ¿no te pone que haga esto? - me arrinconó en la pared y comenzó a pasar su mano por mis muslos, yo traté de empujarlo pero con su otra mano tomo las mías y las colocó sobre mi cabeza.

-Quita Joputa - grite histérico cuando sentía que su mano comenzaba a subir por mi muslo.

-No lo niegues Auroncito, se que te gusta - sus ojos volvían a brillar de la misma manera que lo habían echo antes, haciendo que mi cuerpo estuviera en total alerta.

Sentí mi cuerpo comenzar a calentarse y estaba seguro que esta vez no era por enojo.

-Si tuvieras el cabello naranja a lo mejor, Lolito si me pone mucho - solté con rabia, sabiendo que sería un golpe bajo para el.

Tal como lo supuse detuvo las caricias y su cuerpo se tensó por completo, miré sus ojos de los cuales no veía más que odio, yo sonreí al haber logrado mi objetivo, pero mi triunfo no duró mucho porqué mayor fue mi sorpresa al sentir como su cuerpo se apegó tanto al mío que sentía perfectamente su respiración en mi cuello, y su rodilla entre mis piernas haciendo una presión deliciosa entre ellas.

-Hay otra cosa interesante de tu nuevo cuerpo que no te eh dicho - lamió mi cuello hasta mi oreja, la cual mordió logrando que un jadeo se escapara de mis labios, luego se acercó y susurró - ¿sabias que tu miel se vuelve más naranja y dulce cuando te excitas?

Mi corazón comenzó a latir como loco y todos mis sentidos comenzaron a descontrolarse, mi mente me gritaba nuevamente que saliera de ahí lo más rápido posible, pero aunque esta vez quisiera hacer eso, no podía, mi cuerpo no parecí responder a mis órdenes, solo obedecía a las caricias que él daba en mi.

Aumentó su movimiento entre mis piernas, soltó mis manos y tomó con fuerza mis caderas acariciandolas, sus besos siguieron por mi cuello, volviéndose chupones y mordidas, yo colocaba mis manos en sus hombros para tratar de empujarlo, pero mi cuerpo seguí sin responder, mordía mi labio con tanta fuerza que sabía que en cualquier momento sangría, pero estaba seguro que si no lo hacía mis gemidos no dejarían de salir y no le daría el gusto.

Depresión[Rubegetta]Where stories live. Discover now