Cap 37 | pensamientos

6.9K 691 765
                                    

Narra Auron

Mis gemidos inundaban la habitación, la cual estaba llena de un olor.

Miel dulce.

Mi pecho subía y bajaba con intensidad, igual o más de la que tenía mi mano en mi dura polla.

Una fina capa de sudor invadía mi piel, la cual estaba caliente, pero no tanto como me gustaría, ya que sobre ella aún sentía restos de otras manos.

Restos de caricias ajenas, apretones y mordidas.

Las cuales sólo hacían que lo deseara más, que deseara aquellas manos firmes en mi piel, esas frías manos que sacaban suspiros, y hacía estragos en mi cuerpo, el cual reaccionaba ante su mirada, su voz, el recuerdo de su lengua pasando por mi polla, pasando tan caliente y húmeda por mi piel.

-Luzu.. ah - gemí cuando esos ojos oscuros llenos de furia inundaron mi mente, cuando imaginé que no eran mis manos las que rodeaban con fuerza mi polla, si no las suyas - Luzu.. ah.. más... - rogue ante la imagen que rodaba por mi mente.

Luzu tomando con fuerza mi piel, mordiéndola y chupándola, sus manos deslizándose por mis pezones hasta llegar a mi polla.

Mirándome lleno de excitación, mordiendo su labio tan fuerte que la sangre salía de este, sangre que yo gustosamente lamí, para luego pegar nuestras bocas y comenzar una danza en la cual los protagonistas eran nuestras lenguas.

Pero no era suficiente, no... necesitaba su polla, necesitaba sentirla arrasar en mi interior, pasar por mis paredes hasta llegar a mi punto dulce, que tomara con fuerza mi cabello para obligarme a verlo a los ojos.

Obligarme a que viera los ojos de la persona que me estaba destrozando, la persona que me estaba corrompiendo hasta dejar en mi piel todas sus marcas, marcas que demostraban que yo era suyo, era de su jodida propiedad y yo no podría hacer más que obedecerlo ciegamente.

Pero de golpe abrí los ojos al notar que aquello solo era mi imaginación, al notar que nuevamente estaba masturbándome mientras pensaba en la persona que me había roto el corazón luego de que yo se lo rompiera a él.

Valla ironía de mierda.

Trate de regular mi respiración y alejar todos los pensamientos que tenía de aquella persona.

~¿Como puedo ser tan idiota de desearlo luego de que el me sacara a patadas de su casa luego de "hacerlo"?~

Luego de que me botara como si no hubiera sido más que un juguete, luego de hacerme ver las estrellas, ser tan jodidamente frío, tan frío que me hizo volver a la realidad de que ya no existía aquel ser de luz, de el cual yo me había enamorado.

Grite frustrado mientras me dirigía a la ducha, abrí está y deje que el agua fría inundara mi cuerpo, hasta ahogar mis pensamientos, pensamientos que no hacían más que quemar mi pecho.

Los minutos fueron pasando, pero mi "problema" no disminuía, para nada.

Gruñí frustrado sin saber que hacer.

Necesito ayuda.

Y es que era verdad, necesitaba ayuda urgente, alguien que me distrajera un momento de mis pensamientos o que por lo menos me ayudara a aclararlos, pero cómo hacerlo si ni siquiera lo había hablado con alguien lo que había sucedido, ni si con el calvo tóxico, a él cual yo solía contarle todo.

Y como si un bombillo se hubiera encendido en mi cerebro sonreí complacido.

Necesito hablar con el calvo tóxico.

Depresión[Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora