Cap 41 | Tarde de películas

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Aclaración: Este cap no es una continuación de el anterior.

Narra Rubius

Mordí su labio sin despegar su mirada de la mía, sintiendo todos los espasmos que recorrían mi cuerpo desnudo.

Mis manos tomaron sus anchos hombros con fuerza mientras el se aferraba a mis caderas, las cuales bailaban a el ritmo de las suyas.

-Más... - gemí sobre su boca - más rápido veg... - volví a gemir sintiendo como este obedecía mis peticiones aumentando las embestidas.

Me encantaba como la habitación se llenaba del sonido de sus caderas chocando con las mías, de mis jadeos y nuestros labios uniéndose con hambre, un hambre que nunca saciábamos por completo, por más veces que lo hiciéramos.

Tenerlo tan hambriento y desesperado por marcar todo mi cuerpo, por devorarme, por convertirme en un completo desastre que no sabía más que gemir su nombre y mover mis caderas deseando sentirlo cada vez más adentro, cada vez más caliente y duro.

Sin mencionar lo mucho que me ponía saber que el señor correcto que no dejaba que hicieran fiestas en su casa porqué no le gustaba que la ensuciaran me follaba en esa misma sala, tomando mi cabello y caderas con fuerza, y jadeando con cada estocada sin dejar de besarme y decirme cosas tan obscenas que jamás creerías que saldrían de su preciosa y refinada boca.

Una de sus manos tomó con fuerza mi tracero, dando apretones que seguro dejarían marcas.

Sus besos comenzaron a descender nuevamente por mi cuello, el cual mordió y chupó a su antojo.

Yo tome su cabello y lo jale obligándolo a que me viera, necesitaba que lo hiciera, que viera el desastre que me convertía cuando lo hacíamos.

Ambos nos miramos sin perder un solo detalle de el otro, hasta que lo jale para volver a devorar sus labios, los cuales ahogaban mis gemidos y jadeos.

Su mano se deslizó hasta mi muslo, lo apretó y masajeo tanto que cada vez sentí más claro el orgasmo.

Tuve que sepárame de el cuando alzó mi muslo hacía su hombro para tener más accesibilidad a mi, y sinceramente no me molestaba, para nada.

Otra vez sentí como volvían a incrementar sus embestidas, al igual que mis balbuceos, que cada vez perdían más el sentido, pero ¿como no hacerlo? El me hacía perder la poca cordura que tenía con cada uno de sus toques, sus caricias y besos.

Incluso sus dedos eran mágicos, la manera en la que apretaban mi piel dejando su huella en ella, como agarran mi cabello con brusquedad, como se metían dentro de mi, volviéndome loco ante su tacto y deseando cada vez más y más.

O cómo cada orgasmo solo me hacía desear el siguiente, un orgasmo que dejara mis piernas temblando, hasta que mi cuerpo pidiera descanso, hasta que mi piel estuviera roja por su agarre, hasta que mis ojos lagrimearán al sentir el orgasmo venir y no tuviera más remedio que dejar salir todo y sentir como su esencia tan caliente me llenará por completo.

-M..más ah.. Ve...Veg.. ah... r..rompem....- no pude terminar porqué volvió a atacar mi boca sin piedad alguna, haciendo que mi pierna se estirara más si eso era posible.

Mis movimientos comenzaron a hacerse torpes al igual que mis palabras, que aún eran ahogadas con sus insistentes besos, la vista se me nublo por completo y mis piernas vibraban con furia ante las sensaciones que invadían mi cuerpo queriendo explotar y demostrar lo mucho que me ponía su invasión en mi zona más sensible.

Y sin poder resistirlo más me deje venir en nuestros abdomen, gimiendo fuerte su nombre mientras sentía su líquido invadir mi interior, dejando un completo desastre como siempre lo hacía.

Nuestros labios se volvieron a unir una vez más para tratar de desahogar ahí todas las sensaciones que aún nos invadían y nos hacían sentir en el cielo y al mismo tiempo en el infierno, ambos ardiendo del placer.

El salió de mi con delicadeza y me recostó en su pecho, acariciando mi cabello y dando pequeños besitos en mi cabeza, yo por mi parte cerré mis ojos dejando que mi cuerpo se relajara y que mi respiración se regulara.

-¿Que te parece si tomamos un baño y luego volvemos para terminar la película? - dijo sin dejar de acariciar mi cabello.

Yo asentí y deje que el me cargara para llevarnos a su habitación.

~Ventajas de tener un novio mamadisimo, tomen nota
niños y niñas~

Al llegar a la ducha nos metimos juntos y ahí comenzamos a darnos pequeños besos y caricias traviesas, ambos sonriéndonos, ayudando uno a él otro a enjabonarse o a lavarse el cabello, algo que Vegetta amaba hacer.

Sus suaves dedos se metieron entre mi cabello masajeándolo, hasta crear la suficiente espuma para que hiciera formas con el, para luego burlarse de los personajes que según el salían.

~Y luego yo soy el niño
pequeño~

Al llegar mi turno hice lo mismo, riendo en el camino al ver las muecas que hacía él, cuando "accidentalmente" jalaba de más su cabello, algo que inició una pequeña guerra de espuma en la cual no pudieron faltar las risas y los típicos azotes que me daba cuando hacía algo que no le gustaba.

~¿Cómo viví tanto tiempo
sin el?~

Sus manos jugaron con mis pezones cuando la espuma se deslizó por ellos.

-Veg.. - dije regañándolo y escuché su hermosa risa.

-De acuerdo, aunque es tu culpa por ser tan sexy - contesto y yo solo pude darme la vuelta para que no viera mi sonrojo.

~¿Cómo es posible que aún me sonroje luego de todo lo que hemos echo?~

Cuando terminamos de "bañarnos" nos vestimos con ropa suya, aunque la mitad de mi ropa estuviera en su armario, pero a quien iba a engañar, yo siempre iba a preferir usar sus suéteres llenos de su olor que me hacían sentir protegido y cálido.

Luego de unos cuantos besos y regaños míos por sus traviesos dedos, bajamos de nuevo a su sala y nos dispusimos a terminar la película.

Y por tonto que sonara era la tercera vez que tratábamos de terminarla, pero ¿como hacerlo si sus besos eran tan inquietos como sus dedos?

Estábamos por terminar la película cuando escuchamos como llamaban a su puerta.

El se levantó y se fue a abrir, claro no sin antes darme un beso en los labios.

~Lo amo tanto~

Noté que pasaron unos minutos en los cuales no veía que Vegetta viniera, algo que me hizo preocuparme y cuestionarme si todo estaba bien.

Preocupado me levante dispuesto a ver que pasaba pero justamente el entro a la casa, yo sonreí al notar que ya había regresado lo que parecía sano y salvo, pero mi sonrisa se borró al ver que tenía una expresión seria, bueno, demasiado seria diría yo.

Me acerque para saber qué sucedía pero no tuve que preguntarlo porque al instante lo supe cuando vi quien venía detrás suya llorando a mares.

¿Porqué nunca terminamos de ver esa jodida película?

¿Porqué nunca terminamos de ver esa jodida película?

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Depresión[Rubegetta]Where stories live. Discover now