Cap 27 | Miel

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Narra Rubius

Mi cabeza podía explotar en cualquier momento y lo sabía.

Llegue a el pueblo de Karmaland de lo más agotado, comencé a comprar un montón de cosas para hacer una comida, una comida para Vegetta.

Seguro se preguntarán si recuerdo lo de anoche.

Pues les afirmo que recuerdo todo, incluso la suavidad de sus labios, la cual me daba fuerza para luchar por el.

Se había acabado deprimirme en mi casa como un subnormal que no sabía lo que quería, porqué a lo mejor si era subnormal pero también era uno que sabía muy bien lo que quería, y eso tenía nombre y apellido.

Samuel de Luque.

Narra Auron

Retiré la lava que había estado no hace mucho sobre básicamente todo mi "jardín" miré y noté que todo estaba totalmente quemado, otra vez.

~Otra vez~

Y lo peor es que era de la persona que amaba más que a mi alma, la persona que había destruido, y que ahora ya no era un ser de luz y amor como antes, para nada, era un ser de venganza pura.

~Por mi culpa~

No había día en que no hubiera ido a visitarle, a intentar hablar con él hasta que sus torretas me sacaban de ahí con heridas más grandes que las anteriores.

Quería decirle la razón de porqué había apoyado a Lolito, quería gritarle que lo amaba a él, solo a él.

Que no quería verlo consumirse por el mal que la alcaldía podría traerle, las preocupaciones, las molestias, tenía miedo que ya no tuviera tiempo para mi.

Pero la vida era una perra, una perra que se estaba riendo de mi, se reía de todo lo que había jodido, porqué lo convertí en justo lo que traté de evitar.

~Por mi puta culpa~

Camine hasta mi casa, pero justo al momento de entrar una flecha callo en mi mano.

Sentí el dolor recorrer toda mi espalda, justo en el momento en el que aquella flecha había atravesado mi piel, la miré horrorizado con un gran dolor mientras gritaba maldiciones.

La sangre corrió entre mis dedos y con el dolor más grande la jale hasta sacarla, al hacerlo mi mano sangró más que antes, sentí mi mirada nublarse por las lágrimas que salían de mis ojos por ese gran dolor.

Miré enfurecido a todos lados para encontrar al hijo de puta responsable.

Y encontré al mejor de todos.

~Luzu~

El se encontraba riendo con un arco en mano, por encima de aquella gran muralla la cual rodeaba su casa mientras lava caía de esta.

Y el dolor se esfumó de mi cuerpo, porque justo ahora había algo más que rondaba por el, algo más fuerte.

Furia.

Camine decidido hacia allá, mientras mi mano trataba de detener la hemorragia de mi otra mano a dolorida.

Mientras más subía su mirada era más notoria, la cual no había parado de mirar mis ojos.

Y por primera vez en mucho tiempo la mirada de ambos reflejaba lo mismo.

Rencor.

-¿No crees que fue suficiente? - hable con el desprecio palpable en mi vos.

Depresión[Rubegetta]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt