Depresión[Rubegetta]

Segunda temporada

Agradecimiento por el dibujo a:
IziZNews

-¡Por favor para! -gritó en alaridos tan fuertes y lastimeros, que lograba erizar la piel de cualquiera, de cualquiera menos la mía.

Abrí la boca para meter otro de sus dedos, y con fuerza lo jalé hasta arrancarlo de su mano.

Sus gritos se volvieron más fuertes que antes, y cuando vi que sus ojos comenzaban a perder el brillo de su asquerosa alma. Metí con todas mis fuerzas mi espada.

Al sacarla de su pecho, está comenzó a brillar unos segundos hasta volver a su color natural. Levante la vista y tal como creí, sus ojos ya habían perdido totalmente el brillo de su alma.

Me levanté sacudiendo mi ropa con asco al ver su sangre negra ensuciarme.

~Que asco~

Camine lejos de ese apestoso olor, hasta que unas risas detuvieron mis pasos.

-No me digas que tan rápido te aburriste de él, antes los torturabas más tiempo: lo hacías hasta que terminaban ellos mismos por querer clavarse tu espada -miré a un costado y ahí estaba él junto a sus amigos.

-Tal vez si te exiliara a ti haría más larga tu tortura -contesté acercándome a él hasta poner mi espada en su garganta. Sus amigos se pusieron en guardia rápidamente, y me apuntaron con sus espadas- dile a tus perros que dejen de apuntarme si no quieren que te rebane en pedacitos -volví a hablar, a lo que él hizo una señal y todos bajaron sus armas.

Yo sonreí y baje mi espada para volver a caminar, ignorando las quejas de sus perros.

-¡Oye! -escuché su voz y detuve mi paso solo para escucharlo-. Salúdame a tu noviecito.

Yo sonreí y alcé la mano en forma de despedida.

-¡Adiós Pogo! -grité al estúpido payaso.

-Adiós Vegetta.

¿Están listos?