Cap 23 | Dolor

6.9K 807 549
                                    

Narra Vegetta

Mi mirada se encontraba perdida en algún punto de aquella vacía habitación, las lágrimas empañaban mis ojos con fuerza, mis brazos temblaban alrededor de mis rodillas, las cuales estaban pegadas a mi pecho.

Los recuerdos de la noche anterior llegaban a mi, eran como lanzas, siempre lograban llegar, me apuñalaban.

Me sentía tan idiota, pero supongo que lo era, recordaba cada momento a su lado, su cabello blanco, lo suave que era este, recordaba su mirada sobre mi, esa mirada que me hacía sonreír cada mañana, recordaba su ocurrencias, recordaba hasta su delicioso olor, recordaba todo y a la vez nada, ¿porqué? Simple, porque justo ahora en verdad no sabía si esos recuerdos que en lugar de ser dulces eran agridulces, fueron ciertos, sabía que por mi parte lo eran, pero por la suya no tenía una idea, y lo peor de todo, es que lo único que este estupido corazón quería era estar en sus brazos, respirar su aroma, besarle su linda cara, tontear, hacer el amor, despertar y ver que todo fue una pesadilla, quería despertar junto al amor de mi vida, y que el me amara, y que no me tuviera lastima.

Quería despertar con Rubius y que el me dijera que todo había sido un sueño, que todo estaba bien, que el me amaba, que no me iba a dejar, que no estaba solo, que nunca lo iba a estar.

Pero no era la realidad.

Yo estaba solo con el corazón destrozado.

Narra Rubius
Pasaba mis manos por mi desordenado cabello mientras las lágrimas caían sin control, y gritaba, gritaba hasta que mi garganta se desgarra, mis animales me miraban preocupados, pero yo no podía parar, no quería.

Porque tenía que ser tan imbecil, había roto a la única persona que me importaba, había roto lo mejor que me había pasado.

Todo lo que pasamos, los besos, las caricias, los te amo, todo se había ido a la mierda por mi temer, por mi estupida cobardía.

Deje de gritar cuando la voz ya no me salía, entonces descargué mi ira y frustración en el suelo, golpeándolo con toda la fuerza que tenía, deseando que esa fuera mi cara, la mano me comenzó a sangrar dejando un color rojo en aquel piso tan blanco, pero no me importaba.

No pude seguir porqué sentí unos brazos rodearme hasta detenerme, y no hice nada más que dejarme hacer mientras la persona que había llegado comenzaba a abrazarme para tranquilizarme, mi mejor amigo, mi Mangel, y lloré, lloré por todo, lloré por el, por el amor de mi vida, por esos ojos morados que tanto amaba, y que justo ahora estarían igual o peor que los míos de inchados, por mi puta culpa.

Lloré deseando arrancarme el dolor, o por lo menos poder arrancar el suyo y ponérmelo a mi, porqué sabía que el no merecía eso, el no merecía sufrir.

Yo si.

Narra Fargan

Estire mi brazo por el otro lado de la cama para buscar a mi novio Willy, pero al sentir esta vacía me levante restregando mis ojos.

Miré toda la habitación y no había nadie, pasaron unos minutos en los cuales pasé en total silencio esperando a que viniera y pasáramos la mañana como siempre hacíamos, dándonos mimos y hablando de futuras minas que poner a nuestros compañeros.

Pero al verlo entrar fue grande mi sorpresa cuando lo vi ya cambiando y arreglado.

-¿A donde vamos? - pregunte y el dio un pequeño brinco.

-Fargan... ya despertaste.. yo - miro hacia otro lado incomodo y muy nervioso - planeaba ir a comprar unas cosas, no tienes que venir tranquilo.. Yo..

Sentí un nudo en mi garganta.

-Irás a ver a Vegetta ¿Verdad? - mencioné abrazándome a mi mismo mientras el evitaba mi mirada.

Depresión[Rubegetta]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz