Sin respuestas

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El silencio dominaba en el automóvil de Nayeon, por supuesto quería sacar las respuestas de Mina y en sus pensamientos no hay otra cosa que no sea la búsqueda de qué hizo para que la japonesa no quiera ser su amiga.

La única razón por la que no empieza a atacar con preguntas hasta conseguir lo que quiere, es porque ha sido un día difícil para Mina. Primero tener que soportar a la nociva de Momo, la que ya no se detiene para tratarla mal sin importar nada y luego los familiares de Akemi, que la menosprecian y la culpan de estupideces.

Sin embargo, es Jung Nayeon, nació con el gen de necesitar la información, de no quedarse con dudas.

—¿Podemos vernos otro día para hablar de nosotras o seguiremos en las mismas? —Le da una mirada rápida— Parecemos ex novias que se hicieron daño y no deben encontrarse.

Mina no pronuncia nada al respecto y eso asusta a Nayeon.

—No me apliques la ley del hielo que soy yo la heredera de ese reino.

—No es eso. Me siento fatal, por favor no me presiones con otros temas.

—No lo hago, únicamente necesito saber si en algún momento vas a decirme que fue lo que te hice, tus motivos para no ser mi amiga y no es que esté rogando por tu amistad, ocupó escuchar tus argumentos.

—Tal vez. —Es lo único que responde que hace desesperar a Nayeon.

—Es increíble, me pones mal. —Se queja de forma directa.

—Imagina todo lo mal que me pusiste cuando te fuiste. —Inesperadamente lo revela.

—Tenía que hacerlo porque mi hermana

—No tuviste que haberme besado Nayeon, de eso ya no te acuerdas y basta. —La corta anticipando su argumento— Solo quiero llegar a casa de Akemi.

Nayeon resopla y se muerde los labios en señal de su desesperación, Mina únicamente la está dejando con mayores dudas. Enciende el estéreo para calmarse y no presta mucha atención a la música que suena, la de su repertorio personal, se concentra en el camino, en llevar a Mina y acabar con lo que sea que ocurre.

Mina se halla molesta consigo misma, sacó temas que no debió sacar y está que detesta a Momo porque se fue, de quedarse estaría en casa con ella y no con Nayeon a quien de forma egoísta arrastró a sus problemas.

A los minutos Nayeon detiene el auto e indica que están fuera de casa de Akemi, además se ofrece a acompañar a Mina ya que Ray no está con ellas.

—Le voy a pedir ayuda al guardia de la entrada. —Puede acercarse al portón sin problema y de ahí ser guiada, igual conoce la casa de su madre.

—¿Y si duerme? —Se mantiene preocupada por ella a pesar de todo.

—Me tiene que abrir la puerta. Gracias, me ayudaste a pesar de que no somos amigas.

—Podemos serlo.

—Buenas noches. —La contestación seca de Mina y con ello baja del auto.

Nayeon observa hasta que en efecto el guardia abre la puerta y ayuda a Mina, al cerrarse el portón empieza a sentirse estúpida y golpea su puño contra la ventana del auto.

La japonesa es recibida por la mamá de Akemi quien termina de guiarla al interior y le habla de cómo estaba siendo buscada por sus madres y que incluso Nozomi se marchó minutos antes.

—¿Estuvo aquí?

—Le dije a Akemi que la contactara porque quizás ella podría localizarte. Lo que escuchaste hoy fue horrible y no tienes que tomarlo en serio, no le estás arruinando la vida a Akemi, al contrario, le has dado felicidad.

Nuestro Lado Oculto IIWhere stories live. Discover now