Nuestro Lado Oculto II

Debut

Momo nunca previó la repercusión de meterse con la persona equivocada, Nayeon Jung, quien no es una simple joven adinerada, ni proviene de cualquier familia más acomodada. Quizás por el tiempo que los Jung-Hwang estuvieron fuera de Corea del Sur, es que personas como Momo se olvidan del poder que tienen.

Momo no recibió golpes que le fracturaran huesos como venganza, ella se ganó algo un poco más duro y una amenaza de restricción ante cualquier miembro de la familia Jung-Hwang.

Dejada en un lugar que desconoce, siendo precisos en otra ciudad, solo atina a comunicarse con Sana, como siempre su segunda opción y porque Mina no le respondió.

Momo entiende que su situación es crítica y no por las heridas en las piernas, de eso ya fue atendida, lo que le preocupa es la aparición de Akemi y que ella es la causante de que Mina no le responda, que habrá logrado ponerla en su contra. No obstante, Momo guarda esperanza en que una vez que hable con Mina podrá hacerla convencerla de que hizo lo correcto, su ataque lo aceptara como algo que se le salió de las manos y agregar que Nayeon le parece peligrosa, lo que va a confirmarse con sus heridas mucho más graves que los golpes que ella dio.

Sana, quien por su hermana Yerin está enterada de las heridas que Nayeon así como de lo mucho que Jessica y Tiffany han enfureció por ello, no duda en ir a Momo para escuchar su versión, además le da curiosidad que hace en otra ciudad, la imagina golpeada y siendo tirada en ese lugar como un ajuste de cuentas de la familia Jung.

A decir verdad a Sana le causa gracia la situación de Momo, para ella, la mayor se lo busco y solo es consecuencia de su obsesión por Mina.

Llegando al lugar, una vez que cruza la puerta y se encuentra con Momo, le impresiona bastante la imagen frente a sus ojos.

—¡Sana! —Momo la nombra con apuro, le alegra verla porque es la única que la puede sacar de ese lugar.

—¿Qué demonios? —La ve sobre la camilla del hospital con heridas en las piernas.

—¿Has pagado?

—Lo hice, ahora entiendo el costo de tus curaciones.

—¡Me disparó, ella me disparó! —Tres disparos en una de sus piernas, fue lo que recibió de parte de Jessica, algo aterrador viniendo de alguien que solo lleva mala expresión.

—¿Nayeon? —Eso no le es creíble, hasta comienza a pensar que Momo se hizo las heridas.

—Su madre, Jessica, está loca, me amenazó, me disparó, me trajo aquí, no sé dónde estoy y no me permitieron irme hasta no pagar los gastos hospitalarios. —Solo obtuvo el nombre del hospital y la ciudad, fue así como Sana dio.

—Por lo menos te acerco a un hospital para que no murieras desangrada. Que mierda, yo te advertí que no te metieras con Nayeon, aunque nunca hubiera imaginado esto. —Vaya que le asombra demasiado saber que fue Jessica la que disparó.

—Esa familia es de lo peor, un peligro y si Mina se relaciona con ellas está en peligro, tengo que decirle lo que pasó. —Lo siguiente es ver la risa de Sana— Tenía razón en alejarla de Nayeon, estar cerca de esa familia es un riesgo que no pienso permitir ¡¿Por qué la risa?!

—Tú comenzaste esto, le pegaste a Nayeon, a la heredera de una familia poderosa, suerte tienes de vivir.

—Solo le pegue por meterse donde no debe y respondió de forma excesiva ¡Lo que me hicieron es mayor a lo que jamás he hecho! No importa, le sacaré beneficio, solo tengo que ver a Mina y que se entere de lo que me hicieron, se va a enojar y habré ganado. —Su salida a todo el problema generado es hacerse la víctima de la familia Jung— Llevame con ella, no puedo perder más tiempo.