Capítulo 19: Pensamientos inquietos.

13 2 0
                                    

El resto del día lo pasamos en el campamento, conociendo a las demás personas que se encuentran aquí. No parecen muy entusiasmados con tener a "antiguos" militares en su grupo. Alguno incluso le ha reprochado a Derek que nos haya admitido en el grupo tan pronto, a lo que él ha hecho oídos sordos a opiniones que contradigan las suyas.

–Ya no se consideran militares. Ahora son Encapuchados –afirmó mientras cenábamos en el comedor.

Y que por cierto, casi me atraganto con un trozo de pan al oír esas palabras.

Si él supiera...

Llega la hora de dormir. Nuestra primera noche en este campamento, y ojalá la última. Josh, Marcus y yo nos encontramos sentados en nuestras camas.

–Esta noche voy a hacer una locura, pero creo que merecerá la pena –empieza a decir Marcus.

–Ya estamos con las locuras –protesta Josh por lo bajo, poniendo los ojos en blanco.

–¿El qué? –le pregunto.

–Esta gente seguro que tiene un cuarto donde guarda la munición, ¿no? Se les ve un grupo bien preparado en lo que a armamento se refiere –nos comenta. Josh y yo asentimos al tiempo que le escuchamos–. Vale, pues voy a ir en mitad de la noche a buscar ese cuarto, cuando todo el mundo esté durmiendo.

–No, tú te has vuelto loco –le salto–. ¿Y si alguien te ve?

–Le diré que estaba buscando los vestuarios y me he perdido. Es una buena excusa. Soy nuevo aquí y eso podría pasar perfectamente.

–Marcus, no sé yo si es buena idea –empieza a decir Josh, el cual no parece tampoco muy confiado–. En serio, es muy arriesgado.

–Tengo que intentarlo –se encoge de hombros–. Cuanto antes recuperemos nuestra munición, antes podremos irnos de este sitio y alejarnos de ellos –por su tono diría que está convencido.

–Deja que vaya contigo al menos –le propone su hermano.

–No, tú quédate aquí con Hannah. Quiero hacer esto solo.

–Está bien... pero ten cuidado.

–Eso es tan cliché, hermanito –se ríe.

Josh y yo nos metemos en nuestras camas cuando Marcus se marcha. Mi cama se siente fría, por lo que me envuelvo entre las sábanas para entrar en calor. Cierro los ojos y mi mente entra en acción.

Empiezo a darle vueltas a la locura que va a hacer Marcus. No puedo evitar sentirme inquieta. No quiero ni imaginarme lo que puede pasar si le pillan con las manos en la masa. Por lo menos, debería haber dejado que Josh le acompañara para que vigilara mientras él cogía la munición o algo.

Que salga todo bien, por favor.

Al final, después de darle mil y una vueltas a la cabeza e imaginarme también mil y una desgracias posibles, creo que me quedo dormida por el propio cansancio mental.

Pero sé que este momento de tranquilidad durará poco...

Los Supervivientes De La TraiciónWhere stories live. Discover now