La Última

10A

Estaba acorralado, como una presa entre cazadores. Solo tenía dos opciones que ofrecerles:
1) Buscar a una pareja enamorada con una unión completa
2) Entregar a una mujer embarazada

Para ambas opciones rompería mi promesa con Husk, pero el objetivo principal era hacerlos esperar hasta encontrar una solución.

-Tus condiciones.- mencionó el loa, dándome paso a expresarme.

-A cambio de mi pago, requiero tiempo para liquidarlo.- dije en modo de propuesta .- ¿No querrán que les entregue unas almas cualquiera,o si? .- mi negociación había comenzado, ellos estaban atentos y emocionados por esas últimas palabras. - Lo prometido es deuda, señores, y mis deudas las pago con creces.- dije sonriendoles.

-Trato....hecho.- mi ansiedad había acelerado mi pulso, ya que no sabía si aceptarían.

Un remolino de viento se formó en la sala, tumbando objetos y haciendo volar papeles, además de arrastrar consigo las sombras a mi alrededor, excepto la mía, mientras reían, gritaban y aullaban.

Al terminar el espectáculo, solté un suspiro largo y pesado. Gracias a éste tiempo comprado debía esforzarme en encontrar esas dos almas, esto reduciría mucha de mi disponibilidad para proteger a la señorita ________.

Claramente era todo un dolor de cabeza tener que seguir reglas y órdenes de seres superiores. "Algún día seremos más poderosos" la voz en mi cabeza prometió. Solamente reí ante su comentario, ya que un humano tiene sus límites en poder del mundo terrenal.

Preparé mi cena con magia, no tenía el humor para hacerlo a mano. El exquisito sabor de la carne me devolvió la vitalidad que me faltaba. Al terminar mis alimentos, me dispuse a estudiar un poco más sobre los términos de las dos almas que debía obtener.

Al día siguiente mientras trabajaba, había mandado a mi sombra en búsqueda de las almas para los espíritus. Debía encontrar al menos una de las dos opciones en Nueva Orleans, no debía ser tan difícil.

Transcurrieron las horas y mi sombra no había vuelto ni una sola vez. Ya había pasado el almuerzo y comenzaba a preocuparme que hubiera sido atrapada por Madame Marie. Mientras daba las noticias del día, en un corte musical llegó a mi un recuerdo... de la noche anterior, los loa y papa legba habian aceptado dejarnos en paz un tiempo, pero la sombra de madame no estaba presente por lo que ella nunca aceptó mis términos y conociéndola después de la jugarreta que le hice buscaría venganza en cierta forma.

Al terminar mi transmisión, espere frente al edificio 5 minutos a mi sombra la cual no llegó. Rápidamente me encamine con paso veloz a un callejón y saqué de mi chaqueta un amuleto con un pequeño péndulo colgado. Recite mi conjuro para que me mostrara la dirección en la que se encontraba mi sombra.

Después de caminar más de 30 minutos entre las calles comencé a correr en la dirección que indicaba el pequeño pedazo de metal. Quedaba 1 hora para que oscureciera y debía llegar con la señorita _______, desde el almuerzo tenía un presentimiento extraño de que algo no estaba bien. Al fin llegando a una choza que parecía abandonada al otro extremo de la ciudad, pude encontrar a mi sombra atrapada bajo el ligero peso encantado del listón que había enviado anteriormente.

-debes estar bromeando.- dije con tono molesto ante la realización de la trampa.

Caminé hacia mi sombra y tomé el molesto listo entre mis dedos y lo quemé con mi fuego verde. Podía sentir mi ira apoderándose de mi interior, ella planeó esto para distraerme y atacar. Sabía exactamente mi punto débil, o más bien dicho, la persona por la que soy débil. Desde lo más profundo de mi ser, salió una carcajada de ira, desesperación y cólera. Nunca había dejado que nada me debilitará, en ningún sentido, y ahora que por fin encuentro un rayo de luz y esperanza para mi alma perdida, se vuelve mi debilidad. "Cuánta ironía " dijo la voz en mi cabeza notablemente sarcástica.