18A

499 98 23
                                    

Tenía los ojos clavada en ella, no debía perderla de vista entre toda la multitud pero cuando la vi con el rostro en la dirección de la ambulancia suponía qué ella intentaría alcanzarlos. Caminé hacia ella qué comenzaba a adoptar una pose corporal extraña...como si...se preparará para algo. Estire mi mano para tomar su hombro y girarla hacia a mí.

-¿Qué estas haciendo, querida?- dije con confusión y ella parecía sorprendida de mi presencia, pero volvió en si para hablarme.

-Mi....mi padre...él....- musito muy apenas, con los ojos llorosos, mientras me tomaba de las mangas, con expresion suplicante de auxilio. Mentiría si dijera que esa expresión suya no me fascinaba pero debía guardar la compostura para seguir en mi papel de príncipe al rescate.

-¿No me digas que tu padre estaba dentro cuando ocurrió el incendio?.- averigüe, como si hubiera leído su mente, y ella asintió. - No te preocupes, linda, vamos pronto al hospital para ver su estado, todo estará bien.- dije mientras la tomaba de las manos para alejarla y guíandola fuera de la conmoción de la gente.

Mientras caminabamos lentamente, ella tenía la mirada plantada en el suelo, debia estar devastada, pero para eso estaba yo ahí para ser su único soporte. Miré hacia enfrente y mi media sonrisa se desvaneció de inmediato. Me detuve en seco e inconscientemente apreté los dedos de ambas manos.

-¿Cómo?.- dije apenas audible.

Estaba seguro que los había escuchado dentro de la casa, mi sombra los vigilo hasta el ultimo momento en el que se inicio el incendio, ¿cómo lograron salir?.

-¡¿Pero qué diablos?!, Miriam, quédate atrás.- escuché al padre gritar a lo lejos.

-¡Santo cielo!.- gritó su madre a la par.

_________ Levantó la mirada para ver en dirección a sus padres. Suspirando aliviada se soltó de mis manos y corrió hacia ellos para abrazarlos.

-_______, ¿Qué ocurrió aqui?.- dijo el señor atónito pero preocupado. -¿Estás bien?.- dijo mientras inspeccionaba a su hija junto con su esposa para ver si tenía alguna herida o lesión.

Mi sombra solo asomó sus vibrantes ojos temerosos para verme, y yo le regresé una mirada llena de decepción. "Hablamos luego" dije solo moviendo los labios y sin hacer ruido en su dirección. Después  de eso arreglé mi expresión para acercarme a ellos.

-Me alegra tanto que ambos estén bien.- dije disimulando.

-¿Cuando volviste?.- preguntó su padre taciturno mientras fruncia un poco el ceño y entre cerraba los ojos.

-Justo hace 1 hora y venía en camino a invitarlos a una cena....- dije mientras volteaba a ver el fuego siendo extinguido.- Pero cambiaré mi invitación a ofrecerles quedarse en mi humilde morada dada sus actuales circunstancias.- dije con una sonrisa.

-Que muchacho tan adorable, claro que aceptamos tu amable oferta.- dijo su madre con alivio y entusiasmo, mientras el padre solo gruñó por lo bajo al ver que no tenía otra alternativa.

-Te lo agradezco mucho.- _______ se giró para mirarme a los ojos, mientras me tomaba de la mano.- Iré con los policías para hablar sobre el incendio y ver si se podrá rescatar algo, vuelvo enseguida.- dijo mientras se colocaba frente al área acordonada.

Mientras ella se alejaba, su padre se colocó a lado mío y comenzó a cuestionarme sin rodeos.

-Ahora si niño, ¿vas a decirme la verdad o la tendré que descubrir yo?.- dijo con la vista clavada en _______.

-Me temo que desconozco de qué esta hablando, señor.- dije volteandolo a ver.

- ¡HA! Y esperas que te crea que apareciste de la nada justo en un momento tan crucial como un accidente.- dijo con sarcasmo y volteando a mirarme.

-Creo, señor, que solo esta especulando sobre una persona inocente en el momento equivocado.- dije con demasiada calma, apesar de estar siendo descubierto, Husk tenía razón sobre este hombre, era más perspicaz de lo que creía. - Pero adelante, lo invito a indagar más hasta que esté convencido.- dije sonriendo amablemente.

-¿A donde te desapareciste?.-

-A Big Branch.-

-¿Qué arma llevabas?.-

-Un rifle Winchester.-

-No hueles a que estuvieras cazando.-

-Me duche antes de venir, por supuesto.-

-¿Qué lograste cazar?.-

-No hubo suerte y tuve que regresar por falta de municiones.-

-¡Ah ha! ¿Cómo te vas de cacería sin revisar tus municiones primero? Si Me lo preguntas a mi me parece más que sospechoso.- dijo cruzando los brazos acusadoramente.

-Señor,¿ ha oído hablar de como el agua afecta el funcionamiento?.- dije y él levantó una ceja en forma de duda.- Pues gracias a un descuido todas mis municiones llegaron conocer el fondo del lago, así que no tenía caso quedarme más tiempo.- dije elevando y encongiendo los hombros en forma de resignación.

Gracias a mí coartada perfecta el señor no continuó con el interrogatorio, si no que bufo sonoramente y se alejó para ir con su esposa.

Subimos al auto y los guíe hasta mi hogar.

-Les doy la bienvenida.- dije mientras nos deteniamos frente a la fachada de la casa y nos desmontabamos del auto.

-Vaya, pero que pintoresco lugar.- dijo la señora mientras admiraba la casa.

-Esta bien... pero algo lejos, ¿no crees, muchacho?.- dijo el señor más escéptico.

-Hahaha, si señor, era la casa de mi madre.- dije sin más explicación. - Vengan, les mostraré el interior.- dije abriendo paso hacia la sala.

Una vez adentro les di un pequeño recorrido a todos por las áreas comunes y mostrándoles la habitación donde ______ había dormido hace unos días, pero ella logro aparentar excelentemente como si esa fuera su primera vez en venir. Daba gracias a que Niffty habia limpiado compulsivamente cuando me distraje para servirle una bebida.

Les ofrecí el cuarto principal a sus padres, a ella el de invitados y yo me ofrecí a dormir en el sofá. Una vez que anochecio, todos nos preparamos para dormir, y cada quien se retiró a su habitación designada. Cuando sus padres cerraron la puerta de su habitación, me postre frente a la puerta de ________ y sostuve la manija antes de que cerrara completamente, eso la hizo voltear a mirarme.

Me apresure poner un dedo índice en mi boca, haciéndo la señal de guardar silencio. Abrí la puerta lentamente, y entre sin hacer ruido alguno.

-¿Qué estas haciendo?.- dijo susurrando lo más bajo qué pudo.

No contesté a su pregunta y me adentre en su habitación cerrando la puerta detrás de mi con sumo cuidado. Ella estaba usando el mismo camisón qué le preste la vez pasada que estuvo aquí, descalza, con el cabello suelto y sus mejillas sonrojadas. Caminé hacia ella pero extrañamente ella no retrocedió, sabía que ella me deseaba cerca tanto como yo.

Coloqué una mano en su cintura y la otra la deslicé por su cuello hacia su nuca. Su rostro y mirada estaban deseosos, al igual que los míos.
Tomó mis mejillas y me jaló hacia ella, dejandome saborear sus carnosos y suaves labios. La acerqué más a mi, quería sentir su cuerpo pegado al mío, más sus manos acariciando mi espalda y yo imitandola en el acto. Pause el trayecto de mis manos cuando sentí sus dedos deslizarse por mis costados hasta llegar a rosar mis muslos.

Conforme se aventuraba por la parte inferior de mi torso iba deteniendo mi boca, mi respiracion se empezaba a agitar, ya que no podía concentrarme ni mantenerme cuerdo.
Ella comenzaba a detenerse y alejarse cuando instintivamente la atrapé en mis brazos y hundi mi rostro en su hombro.

No quería que parara.

Quería que me tocará aun más, y yo a ella.

-Si continuamos, haré que no logres quedarte callada.- le advertí susurrandole al oído con unos cuantos jadeos prófugos de mi voluntad.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 19 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La ÚltimaWhere stories live. Discover now