15_

2.7K 347 131
                                    

Mis jadeos redujeron su tempo un poco pero mis brazos y piernas estaban demasiado tensos. "Abre los ojos" escuché la voz de Al. "_______, porfavor" lo escuché suplicarme. Lentamente mis ojos cedieron al abrir para mostrarme la situación que no vislumbraba hace unos momentos.

Alastor estaba recostado sobre la cama, conmigo encima de él con mis rodillas a sus costados mientras una de mis manos sostenía sus muñecas por encima de su cabeza alzando sus brazos hacia arriba y mi otra mano apretando alrededor de su cuello. Retiré mis manos lo antes posible de él, comenzó a toser cuando liberé su cuello y me senté en la posición en la que estaba, mi pobre mente no estaba preparada para la enorme revelación que me llegó al sentir algo duro, caliente y palpitante en contacto con mi entrepierna.

Desnudos. Ambos completamente desnudos.

Volteé a mirar mi propio cuerpo totalmente libre de prenda alguna, mostrando cada mínimo centímetro de mi cuerpo al aire. No pude controlarlo, giré mi mirada hacia Alastor quién me veía confundido y preocupado, pero las lágrimas cayeron a borbotones ante la unica suposición que pudo llegar mi mente en ese instante.

-Querida, ¿estás bien?.- estiró una sábana y me cubrió con ella, me tomó de los hombros para moverme de la posición en la que estaba y recostarme a su lado mientras él también se cubría con una manta diferente y me rodeaba con sus brazos.

-Tranquila, linda.- trató de calmarme, pero yo seguía llorando con el rostro escondido en mis manos. -No debes preocuparte, no sucedió nada.- me giré para verlo, cuando nuestras miradas se cruzaron negó con la cabeza.

-Alastor, ¿qué fue lo qué pasó?.- dije entre sollozos, él me apretó en su pecho en un abrazo gentil.

-Un error, querida.- dijo con una voz diferente, más grave y oscura casi parecía un gruñido.

No dije nada, dejé que me envolviera en sus brazos pero no logré dormir en lo que quedaba de la noche. A la mañana siguiente, ambos nos preparamos para ir a trabajar en silencio. Sentía una vibra inusual viniendo de Alastor, incluso su sombra solo lo observaba desde el techo con los ojos muy abiertos. Él fue muy amable al acompañarme todo el camino hasta la puerta de la oficina, nos despedimos agitando la mano, me adentré en el edificio y él se encaminó hacia su trabajo.

Obviamente Kaly vio la escena en vivo y no dudó en abordarme con miles de dudas, incluso había olvidado que traía el anillo puesto pero ella se encargó de recordarmelo con gritos y vítores. No podía seguirle la celebración, estaba demasiado cansada.

-¿Qué te ocurre, ______? Te ves horrible, supongo que no has podido dormir por los nervios o la emoción.- me reí sin ganas, claro que una puede demacrarse por no dormir en toda la noche pero no era necesaria la agresión verbal a tan temprana hora. -Te prepararé un café para antes de que te vayas pero prometeme que me contarás los detalles de la boda al terminar el turno.- asentí con una sonrisa forzada y me dirigí a mi lugar para tomar mis bitácoras y rutas. Debía enfocarme en el trabajo, terminar lo antes posible e ir a descansar.

Pero...¿a donde iría a descansar? ¿A mi departamento o a la casa de Alastor? Tenía la cabeza hecha un nudo, no sabía que pensar y ciertamente buscar respuestas aunque era lo correcto parecía lo más arriesgado de momento. Así que llegaría unos momentos a mi departamento por algunas cosas, dormiría unas horas, solamente hasta que el turno de Alastor terminara. Si, parecía un buen plan.

El día transcurrió de lo más aburrido lo cual no me ayudaba a mantenerme despierta. Agradecía por el café de Kaly pero mi fatiga era mucho más grande. Al terminar mis entregas, me dirigí a mi departamento sin ganas, casi arrastrando los pies por el camino. Al levantar la mirada a la entrada mi emocion aumento de golpe al vislumbrar un auto, que conocía demasiado bien, estacionado en frente.

La ÚltimaWhere stories live. Discover now