La Última

3A

Cruzamos la calle y la guié con un pequeño toque entre sus omóplatos dentro del establecimiento, con la mirada lo busqué rápidamente.

-Husk, colega.- dije una vez localizado mi objetivo, eleve mi voz por sobre la multitud como mi mano en su dirección.

-¿Qué quieres ahora?.- dijo notablemente molesto, mientras servía unos tragos y se los entregaba a una mesera, me separé un poco de ________ para medio recargarme en uno de los bancos frente a la barra.

-Vine a darte la información del nuevo proyecto, amigo mío.- dije y le entregué una hojita con la información del siguiente movimiento que haría, debía estar al tanto ya que sucedería cerca del local.

Me arrebato el pedazo de papel de la mano y lo leyó detenidamente, sonreí un poco por la gracia del estrés que le causaba cuidarme pero él mismo se había ofrecido a esto cuando me descubrió, en ese instante pude sentir el aliento y voz de la señorita ________ tan cerca de mi oído que simplemente me congele en mi posición sin inmutarme, me mencionó que se tomaría una parada técnica en el tocador, a lo cual me gire lentamente.

-por supuesto, querida, se encuentran por aquel lado aquí te esperaré con mi amigo.- asintio y se fue rauda en la dirección que apunté.

Al perder de vista su cuerpo envuelto en ese vestido me giré a la barra y encontre a Husk frunciendome el ceño con mirada acusadora.

-¿le ocurre algo a tu cara, husk?.- dije burlándose por su expresión tan notoria.

-¿Qué diantres haces con esa niña?.- investigó

-Oh, claro, estábamos cerca y acepto acompañarme a un asunto pendiente.- dije con calma

-¿Ella estaba contigo?, ¡¿Como mierda quieres que te crea eso?!, nadie se acerca a ti, eres raro.- dijo apuntandome con sospecha y bebió un shot de alcohol.

-oh, mi dulce compañero, si estás preocupado por mi pobre corazón no debes temer, todo está bajo control.- dije actuando débil y poniendo mi mano sobre mi pecho

-Me preocupa ella, idiota. No sabe con el enfermo que se ha envuelto. Me da igual que hagas pero recuerda nuestro trato, ella es inocente.- dijo poniendo una cerveza fría sobre mi mano en la mesa y se acercó amenazante

Me reí por lo bajo ante su actuar, retire mi mano, me puse de pie y le dediqué un guiño. Me dirigí a esperarla cerca de las puertas de los baños, los borrachos se estaban poniendo cariñosos de más con las meseras y no dudaría que ella también sería presa de manos largas.

Ella salió del umbral para dar varios pasos en mi dirección pero se detuvo, comenzó a voltear por todas partes, buscándome, que criatura tan tierna, pareciera que perdió algo importante. Me acerqué por detrás y delicadamente tome su boina con mis dedos y la levante sobre su cabeza, se giró rauda y tomó el gorro para colocarlo sobre su cabello de nuevo, me tomó desprevenido su siguiente movimiento. Tomo las gafas de mis ojos y se los colocó en su rostro, parecía una niña con esa reacción, tan viva, tan fresca, tan diferente. No pude evitar reír ante la imagen que tenía frente a mí, nadie había osado acercarse tanto como ella lo había hecho en estos días, "¿sería acaso que no sentía la precaución que todos los demás sentían?".

-Ahora señorita _____, usted debe verse como la más intelectual de aquí.- sonreí y pase mis manos a mi espalda irguiendome.

-¿Logras verme bien sin tu gafas?.- dijo curiosa, mirandome a través de los cristales, no pude evitar acercarme a su rostro fingiendo ceguera, quería ver su frustración una vez más.

-Ahora si te veo muy claramente.- le dije en voz baja, solo ella pudo escucharme.

La cercanía de mi rostro la dejó inmóvil, pude ver como su rostro se tornaba rojo por mi acción, en ese momento un ebrio del bar gritó en nuestra direccion.