CAPÍTULO 37

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Wei Wuxian no podía apartar su mirada de Lan Wangji.

Acostado en la cama con un rostro tan pacífico, Lan Wangji se veía como un Dios, tan tranquilo y hermoso con el cabello suelto y las túnicas para dormir, sin embargo, Wei Wuxian solo podía estar preocupado por lo que pasaba en ese momento.

Lan Wangji se había desvanecido entre sus brazos sin más, como una cometa que perdió el viento, frágil y débil, era imposible para Wei Wuxian no preocuparse como cada niño y omega dentro de esa habitación, que solo podían mirar al Fénix de Jade acostado en esa cama.

—Tranquilo, Wei Ying, su alteza imperial estará bien—intento calmar Xiao Xingchen.

—Así es, puede que el clima haya sido muy pesado para él, después de todo es un omega de clima frio—.

—Tranquilo, Wei Ying, el solo está dormido—.

Entonces las puertas se abrieron y la doctora Wen entró, haciendo que el emperador se levantara de su lugar.

—Wen Qing—.

—Ya hice el análisis de sangre, el señor Suibian me ayudó, no te preocupes, él está bien—.

—Entonces, ¿Qué fue lo que pasó? —.

—No sabría decirlo, su sangre esta muy bien, es saludable y fuerte, pero algo pudo estresarlo, solo lo sabremos hasta que el despierte—.

Wei Wuxian no pudo evitar hincarse frente a la cama, mirando a Lan Wangji preocupado.

¿Era su culpa?

¿Había ido demasiado rápido?

¿Lan Zhan se había forzado?

Maldición.

Una mano se posó sobre su hombro, la doctora Wen habló.

—Deja de mortificarte, si fuera tu culpa esto hubiera pasado antes, por ahora dejémosle descansar; Wei Wuxian, cuídalo, si despierta y se ve nervioso llámame enseguida—.

—Si, Wen Qing, no se preocupen, yo cuidaré de él, vayan a descansar—.

—Pero—.

Suibian le dio la razón.

—Háganle caso, después de todo mañana tendrán que levantarse temprano, descansen, yo me encargaré de cuidarlos, después de todo el señor Bichen me encargó su seguridad—.

—Esta bien, descansa, Wei Wuxian—.

Y así dejaron a Wei Wuxian y Suibian solos con Lan Wangji.

—El señor Bichen me va a matar—.

—No es tu culpa, no sabes lo que le pasó, deja de culparte por ello—.

—Wen Qing dice que no puedo contarle del pasado, al menos no aun—.

—Su corazón no esta listo, es natural, y debe recordar por si mismo, por el momento se paciente con él, no sabes porque te olvidó, debes esperar hasta que él pueda darte una respuesta de lo que le pasó—.

Wei Wuxian lo sabía.

Había pensado en miles de razones por las cuales Lan Wangji pudo olvidarlo, algunas mas coherentes que otras, no podía dejarse llevar únicamente por el pensamiento de su compromiso y ese día no fue importante para Lan Wangji, después de todo, cuando Wei Wuxian se despidió de él, Lan Wangji se quedó donde lo encontró.

Arrodillado ante la casa de genciana, con el anillo que había hecho para él en su índice derecho y una mirada que le pedía que volviera pronto.

El Omega y el Emperador: Primera Parte(Fanfic XianWang MDZS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora