El Omega y el Emperador: Primera Parte(Fanfic XianWang MDZS)

CAPÍTULO 9

Lan Wangji se sentía avergonzado.

La tarde había caído, los destellos brillantes de la luna iluminaron sus figuras y una segunda casa les había recibido como la primera vez, ah, Lan Wangji se había sentido miserable, avergonzado y realmente no sabía dónde esconder la cabeza, se suponía que estaban en marzo, los primeros días de abril estaban a nada de llegar y aun así como una traicionera la tormenta había bloqueado el camino más cercano a la ciudad dejándolos mojados, incomodos y obligándoles a esperar para el día siguiente, Lan Wangji habría sugerido usar sus espadas, de verdad lo hubiera hecho.

Pero Lan Wangji no podía hablar.

La más mínima silaba atrapada entre sus labios fue borrada y sellada en su garganta cuando noto un segundo después donde estaba, sobre quien estaba y que realmente no estaban solos, ah, fue vergonzoso, completamente hilarante y aun podía recordar la furia roja sobre los ojos de Bichen cuando de inmediato apareció robándolo de los brazos de Wei Wuxian como si de una enfermedad mortal se tratara, fue tan vergonzoso, al igual que el guardián de Wei Wuxian interponiéndose entre Bichen y Wei Wuxian cuando las intenciones de querer matarlo se vieron reflejadas de inmediato.

Y después comenzó a llover.

Y el camino se volvió difícil entre la tormenta, un cerro deslavado, caballos asustados y los dos grupos que se habían formado avanzaron en busca de un refugio, Bichen no se apartó ni un segundo de él, preguntando variadas veces si estaba bien, casi orando a los cielos mientras sus ojos atacaban a Wei Wuxian y Lan Wangji solo podía apenarse de su corazón acelerado ante el recuerdo, esto era demasiado, tal vez su rostro se mantenía tan estoico como siempre pero Lan Wangji descubrió ese día que en verdad podría gritar en su interior como si de una desgracia se tratara.

¡Por los ancestros Lan!, ¿Qué diablos estaba pasando con él?

Ese no era el, definitivamente no, su corazón no podía estar tan aturdido con ese hombre, su piel no podría sentirse derretir por su simple toque y no podía creerlo tan atractivo, si, ciertamente Wei Wuxian lo era, no por nada Wei Wuxian era considerado uno de los cuatro grandes alfas de la cultivación, en cuestión de apariencia en este imperio a los omegas poco les interesaba el villano que habían pintado los cuatro reinos cuando de Wei Wuxian se trataba, pero eso no era razón para que Lan Wangji se sintiera tan aturdido por el simple rostro de un hombre.

Entre lo correcto y lo incorrecto el corazón de Lan Wangji se sentía indeciso.

Todo por Wei Wuxian, solo Wei Wuxian.

Menudo desastre.

―Al fin―La risa desganada y cansada de Xiao Xingchen cuando al fin llegaron a la casa fue lo único que rompió el amargo y tenso silencio que se formó durante todo el camino y Lan Wangji al fin pudo ver como se veía la caravana.

Wei Wuxian cabalgaba a lado de Suibian a lo que Lan Wangji pudo considerar casi tres metros de distancia lejos de Lan Wangji, a su lado derecho estaba Wen Qing con Wen Ning y Lan Wangji recordó los regaños iniciales que inicio en contra del emperador quien ahora se veía apenado y con la cabeza baja, Lan Wangji lo había oído, le había llamado por aquel nombre que en el pasado lo había hecho sentir indignado, pero Lan Wangji ni siquiera tuvo manera de enfrentar ni la sola sombra de ello cuando se sintió en los brazos de Wei Wuxian, rodeado y perfumado por el aroma de Wei Wuxian y el calor de su aliento sobre sus oídos, Lan Wangji no sabía qué hacer, ni mucho menos como enfrentar el sonrojo en sus oídos que ya no dudaba en aparecer cada vez que recordó la parte más vergonzosa de ello.

Los brazos de Wei Wuxian eran cálidos y su aroma se sentía muy bien sobre su nariz.

Lan Wangji estaba listo para recibir el peor castigo al volver a casa, el mismo lo pediría al solo momento que sus pies tocaran el palacio, de seguro su tío estaría gustoso por hacerle escribir mil veces las reglas en medio del frio de la primavera helada mil veces, ser golpeado por las tablas sagradas de rectitud trecientas veces o tal vez incluso hincarse diez, no, cien días frente a su habitación, sí, eso podría aliviar su mente, no había nada mejor que recordar las sutras.