CAPÍTULO 33

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En el jardín del exterior, ya sin la pesada e incómoda armadura de general, Suibian instruía a los guardias que vigilaban las puertas de la residencia imperial.

—Pero deben entender esto, nadie puede entrar aquí, sino es alguien del séquito Feng, los hermanos Wen, Song Zichen o su servidor, no pueden permitirle la entrada, y de inmediato deben de avisarme a mi o a alguien del séquito Feng, si descubro que desobedecen yo mismo los castigaré, y esta vez no aceptare negligencia alguna, ¿entendido? —.

—Si, señor, estos obedecerán sus órdenes—.

—Además, si la Belleza Fría les ordena algo tienen que acatarlo, él tiene la misma autoridad que yo, como el guardián espiritual del Fénix él tiene todo el derecho de intervenir, así que también tienen que informarle a él todo lo que pase, así como todo lo que quiera entrar; si hacen algo que molesta a su alteza imperial no solo se las verán conmigo, sino con él, y el señor Bichen no será bueno con ustedes, sean disciplinados, obedientes y leales, ¿entendido?—.

—¡Si, señor!, estos obedecerán a la Belleza Fría—.

—General, ¿entonces es cierto lo que dicen del señor Bichen? —.

—¿Qué cosa? —.

—Que el señor Bichen... realmente gusta torturar a los alfas—.

—Si eres un pervertido que atenta o acosa a un omega claro que sí, si yo repudio el libertinaje, él es mucho peor que yo, sinceramente no creo en ninguno de esos ridículos rumores, pero sí sé que es capaz de eso... y mucho más—.

Los ojos de los guardias brillaron en pánico, el inmortal continuó.

—Una vez le vi con mis propios ojos atrapar a un mezquino que raptaba omegas de una aldea, los llevaba y encerraba en su granja solo para violarlos hasta matarlos—.

Ese había sido un caso especial que les habían encargado a los dos.

En una aldea, un grupo de cachorros omegas estaban desapareciendo sin dejar rastro, siendo el pequeño hijo del líder de la aldea, con solo diez años de edad, la desaparición más reciente.

Por alguna extraña razón al supuesto demonio le gustaba robarse a los niños y la gente comenzaba a entrar en histeria, dividiéndose en la gente aterrada que sobreprotegía a sus hijos y los dementes que pensaban que tenían que entregarlos como tributo.

Aunque no era el emocionante caso que les hubiera gustado resolver en ese entonces, cuando Bichen escuchó la palabra omega y el mismo Suibian sospechó de ese raro caso, ambos empacaron y salieron a investigar.

Fue entonces, cuando encontraron las pistas, ambos supieron que no se trataba de un demonio, y cuando todo salió a la luz, revelando que el supuesto demonio, no era otro que el dueño de uno de los campos de cultivo de la zona, ya era demasiado tarde.

El cuerpo de cada niño que había desaparecido se encontraba perfectamente enterrado en el campo, siendo usados como abono para la tierra, y los cuerpos más frescos que encontraron revelaron que el depravado había abusado repetidas veces de ellos de las formas más nauseabundas posibles.

—El señor Bichen explotó y sin importarle los protocolos ni nada más, tomó al desgraciado, lo llevo al bosque más peligroso de la zona, lo lanzó por los cielos, le fracturó cada maldito hueso y cuando lo tuvo en el suelo, le cortó los tendones y lo siguió golpeando—.

Ante cada palabra su sonrisa era más aterradora.

—Y cuando vio que el miserable ya ni podía moverse, tomo su espada, la lleno de energía, y como si fuera un cuchillo sin filo, cortó centímetro a centímetro su miembro, mientras los gritos de dolor de esa rata llenaron el bosque—.

El Omega y el Emperador: Primera Parte(Fanfic XianWang MDZS)Where stories live. Discover now