CAPÍTULO 43

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Suibian sabía que estaba muerto desde mucho antes de que llegara el nuevo día.

Por lo tanto, estaba listo para enfrentar la realidad.

Si iba a morir, ¿Qué mejor forma que morir a manos de la Belleza Fría?

Se había mentalizado, había callado las voces aterradas en su cabeza, elaboró su testamento y se preparó para lo inminente, después de todo, de las únicas personas que realmente podrían matarlo, solo a Bichen le permitiría tomar su vida entre sus manos de la forma más dolorosa que el sacerdote eligiera.

Sin embargo, a diferencia de lo que esperaba, en vez de una serie de golpes, una espada incrustándose en su corazón o una serie de agujas entrando por su sistema, rompiendo los vasos sanguíneos de su ser...

Estaba siendo ignorado.

Como si su ser ni siquiera fuera importante para Bichen.

Como si no existiera.

Ni siquiera le miraba o le dejaba entrar a su cabeza para saber que estaba pasando.

Ni cuando se encontraron en la habitación del matrimonio imperial, ni cuando busco hablar con Wei Wuxian, ni cuando Wei Wuxian estaba siendo muy cuidadoso y cariñoso con Lan Wangji, caminando hacia el comedor después de hablar con Wu ChangLi, ni cuando Wei Wuxian y Lan Wangji hablaron con los Wu le miró.

Y ahora sentado en su lugar en la plaza, mientras Wei Wuxian y Lan Wangji hablaban con algunas personas sobre negocios, Suibian no podía evitar sentirse peor.

―Bichen―.

Otra vez fue ignorado

El tiempo en que había tratado con esa persona le había enseñado que la molestia de Bichen tenía dos niveles.

El primero, enojado, pero no tanto, implicaba que Bichen lo golpearía, pelearía, le gritaría y terminarían besándose como un par de adolescentes, o en el mejor y más excelente de los casos terminarían en la cama cansados y satisfechos después de unas cuantas rondas de sexo.

Y el segundo nivel.

Tan molesto que ni quería recordar que existía.

Y ese era la faceta a la que más temía.

Porque a Suibian jamás le gustó que esa persona le ignorara.

Desde que eran niños y una fuerza magnética lo obligaba a perseguir a ese chico y buscar su atención a donde fuera, el hecho de que Bichen se enojara tanto al punto de ignorar su existencia como si ni siquiera hubiera nacido, era algo completamente molesto.

Y aunque no lo iba a aceptar... era doloroso.

Tan doloroso como ver que esa persona prefería jugar con la polilla que le había regalado, mientras tomaba té, que prestarle atención a él.

¿Es que no lo había visto todo?

¿Acaso su conexión con el pequeño Lan no le permitía ver lo que pasó, como tanto según los Lan presumían sus enlaces guardián/receptor?

Había muchos motivos para golpearlo, para torturarlo, partirle la cara sin piedad y matarlo de la peor manera.

¿Por qué aun no lo golpeaba?

¿Por qué no le reclamaba siquiera?

Ah, esto era peor que ser golpeado.

Estaba muy jodido.

Lejos de su miseria, tres hombres se acercaron a la pareja imperial, sus ojos brillaban en entusiasmo y su saludo fue cortés.

―Estos saludan a sus majestades imperiales―.

El Omega y el Emperador: Primera Parte(Fanfic XianWang MDZS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora