CAPÍTULO 24

17.3K 1.3K 2.6K
                                    


CORDILLERA DE CANG QIONG-PICO QING JING

224 años atrás


Tang Bichen amaba a los animales pequeños.

Como el hijo de una familia acaudalada, el pequeño hijo omega de la familia de herreros Tang no tenía en realidad muchas posibilidades de disfrutar ese pasatiempo.

En primera, porque era un omega, su padre—que estaba muy decepcionado de eso—odiaba que saliera dándole miles de labores, para que al menos mantuviera el honor de su familia cuando el momento de buscarle un marido llegara; en segunda porque era raro, su cabello era blanco, su piel era sensible al sol, tanto como sus ojos y los niños se burlaban de él tan sólo por el hecho de ser diferente.

Su familia le veía como una carga o una maldición.

Shizun le había enseñado que su condición no era para nada una.

Ahora, tan lejos del lugar en el que nació Tang Bichen podía decir que en realidad su albinismo le había dado la mejor de las suertes, podía aprender muchas cosas que la educación tradicionalista de su viejo hogar no le hubiera permitido, tenía derecho de andar de aquí y allá estudiando, dibujando y admirando los animales que tanto le habían llamado la atención.

Pero sobre todo podía ser un cultivador, como el omega que tanto admiraba y el que curiosamente le había sacado de ese insípido lugar.

Shizun fue una bendición en su vida.

Y su cabello aquello que permitió que Shizun le mirara entre tantos cachorros.

Tang Bichen estaba muy feliz, había aprendido a hacer muchas cosas impresionantes y Shizun era tan amable, dulce y fuerte, no había manera de que Tang Bichen no admirara al omega que buscaba cambiar al mundo.

La purificación instintiva estaba haciendo que las personas al fin actuaran como seres civilizados y aunque, la producción del suero que Shizun había creado estaba teniendo algunos problemas para entrar en pueblos que no creían mucho en su efecto, Shizun estaba seguro que con el apoyo de las demás sectas todo funcionaria prácticamente como debía.

Shizun era tan impresionante.

Tan inteligente, tan hábil y generoso buscando ayudar a los demás, Tang Bichen había escuchado entre rumores que en las juntas que Shizun tenía con los demás señores de Cang Qiong, Shizun les había explicado que ya estaba trabajando en supresores que funcionarían para aliviar los malestares secundarios, pero por lo que también Bichen había oído esto iba mucho mejor de lo que los señores habían imaginado.

Shizun era tan asombroso, no había nada que Tang Bichen no pudiera amar de Shizun.

Excepto un pequeño problema revoltoso.

— ¡¿Qué haces aquí?!—reclamó el cachorro molesto aun sentado en el pasto, protegiendo entre sus manos a la pequeña oruga que había estado admirando los últimos minutos, cuando sintió que alguien había invadido su lugar especial sintiéndose plenamente ofendido.

Pero el niño contesto simplemente.

—Esta es mi casa—.

El rostro de Tang Bichen enrojeció en molestia.

Sus ojos miraron detenidamente al niño sentado ante el con sus manos en sus tobillos, la sonrisa desvergonzada y sus ojos oscuros con un ligero toque verde, los mismos ojos de Shizun, pero su mirada maliciosa no se parecía a él, los ojos negros de Bichen esculcaron en la apariencia de ese niño.

El Omega y el Emperador: Primera Parte(Fanfic XianWang MDZS)Where stories live. Discover now