CAPÍTULO 17

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Bichen sabía perfectamente que este día llegaría rápidamente así como el amanecer, el momento de enfrentar a su superior llego frente a sus propios ojos sin que pudiera hacer nada y Bichen por más que había pensado en el escenario no sabía si realmente podría enfrentar la rotunda molestia que Shuoyue mostraba en su mirada, su dulce sonrisa brillaba en sus labios, tan amable como siempre y aun así una sensación de clara advertencia decorando sus pupilas le recordó a Bichen que no estaba frente al buen y gentil amigo que siempre estaba ahí para escucharlo y aconsejarlo.

Sino frente a su superior.

Fue cuando llegaron al jardín de conejos de Lan Wangji que Shuoyue por fin toco el tema.

―Así que, ¿Al fin me dirás que fue eso?―.

No había mayor representación de Lan An en este mundo más que Shuoyue, la madurez, el razonamiento y sobre todo la paciencia que debía representar a un talentoso sacerdote, el mismo que trabajo mano a mano con el fundador del templo que hoy en día era Gusu Lan yacía plasmada en Shuoyue como un verdadero estandarte del pasado, Lan An había muerto hacia tanto, su propia esencia en el mundo tan solo se encontraba en sus poemas y relatos, la historia de un pueblo que ahora solo le veía como una leyenda, pero Shuoyue estaba aquí, de pie, etéreo y justo como el día que se unió a lado de Lan An mantenía los mismos rasgos y el mismo rostro, sin arrugas ni imperfecciones y de la misma manera aquella seriedad que merecía absoluto respeto.

Así Bichen tomo la postura correcta, entrelazo sus dedos y sin dudarlo una reverencia fue ofrecida al líder del templo de Gusu Lan como una muestra sincera de sus sentimientos.

―Este sacerdote se disculpa con el sacerdote principal, este sacerdote fue altanero y llego a un extremo demasiado grosero con su rey―expreso tranquilo, incluso aunque su arrepentimiento fuera escuchado de sus labios sabía que el hombre que lo conocía desde hacía años entendía que en verdad se arrepentía por ser tan brusco con Lan Xichen, pero en la profundidad de su corazón Bichen no se arrepentía de haber sido tan sincero con su razonar desde hacía tanto tiempo, incluso podía decirse que se sentía liberado.

Shuoyue le miro y un suspiro cansado salió de sus labios, Suibian era la única persona en ese mundo que podía arruinar el perfecto comportamiento de este niño y eso le molestaba, Bichen no era así, no buscaba ser así nunca, Bichen era la clase de persona que solo si lo sentía necesario daría su opinión, Bichen había aprendido adecuadamente los valores que su maestro le dio y sobre todo había restaurado su carácter a través de los fundamentos del templo que Lan An había formado, por lo tanto mirarlo actuar de esta manera, levantarse así y recordar una vieja deuda que incluso el mismo Bichen prometió no recordar o mencionar frente al príncipe Lan Wangji, esto sí que era peculiar, Shuoyue miro a Bichen nuevamente, aun inclinado mientras su disculpa se mantenía plasmada en el aire y con cuidado tomo los brazos de Bichen obligándolo a incorporarse.

―Bichen, se claramente que a veces Xichen se deja llevar por las palabras que lo criaron, pero eso no significa que tu inmortalidad te derecho de hablarle así―.

Bichen lo sabía, al igual que conocía que sin importar que Lan Xichen había sido criado de esa absurda y ridícula manera aun había muchas razones por las cuales Bichen no podía simplemente actuar como deseara, aun así no desistiría en su plan original, sus cartas ya habían sido jugadas, la presión ya había sido colocada sobre Lan Xichen y tal vez y solo tal vez el escuchar que Wei Wuxian había mandado llamar al rey de Gusu Lan al salón de las estrategias podía ser algo bueno para sus planes, no permitiría que Wangji fuera llevado a Gusu Lan, no ahora, no cuando sabía que Lan Qiren se había atrevido a reiniciar los preparativos de ese compromiso tan pronto Bichen estuvo desconectado del reino.

El Omega y el Emperador: Primera Parte(Fanfic XianWang MDZS)Where stories live. Discover now