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Todo el mundo sabía que nacer como Omega solo significaba sentencia de muerte o esclavitud.

Odiaban tener que obedecer, odiaban tener que ser tomados, odiaban tener que ser la burla, odiaban sus malditos empleos.

Y Taehyung había aceptado el peor trabajo de todos. Ahora se daba cuenta que intentar enfrentar el mundo de una manera tan fácil solo significó su boleto a su fin.

Aquel Alfa de ojos ahora oscuros, se enderezó satisfactorio pasando la lengua sobre sus labios, saboreando el exquisito sabor del menor, sumergiéndose en glorioso placer que le daba el por fin tener a ese Omega que, a pesar de que él sabía que había  estado con otros Alfas, tenía tanta ilusión de conocerlo y en su momento hacerlo completamente suyo debido a las altas expectativas que le habían comentado, y como tal, había cumplido su cometido.

Pero una alarma sonó entre habitaciones, después de que lo marcará, causándole molestia al lobo por interrumpir su momento con esa criatura tan dulce. Era un sonido agudo en un principio cuando de repente el sonido de una sirena apareció y el ruido de las otras puertas abriéndose de repente se escuchó, dejando sorprendidos a los guardias de aquel inerte Angelo. En solo dos años de la inauguración, jamás se había escuchado el sonido del que todos los Omegas estaban advertidos y le tenían miedo.

El Alfa, quien seguía excitado por el inicio de su Rut pero de a poco calmado por el recién lazo,  le gruñó al Omega que sorprendido e inerte, se había quedado en blanco observando las sábanas desacomodadas de la cama con los ojos  muy abiertos. Le jalo del brazo para que se levantará y ahí el Omega, al no saber que hacer, lloró.

Angelo rodó los ojos y tomó sus prendas, vistiéndose lentamente sin preocuparse por que fueran a la habitación tras él,  pues sus hombres se encargarían de todo y poco le importaba lo que le dijera aquella dueña del lugar.

Acomodó el último botón de su camisa blanca y rodeó el cuerpo de Taehyung  con su saco.

— Cariño, no llores, ¿No crees es mejor de esta manera? Anda, colócate algo debajo para que podamos irnos.

No utilizo su voz de mando, pero la voz áspera de ese hombre y su mente hecha todo un caos, le hicieron moverse por instinto para acatar las órdenes que le daba su pareja. Con eso y sus ojos derramando lágrimas sin cesar, fue a un clóset cercano donde logró encontrar un pantalón deportivo gris; se lo colocó para cubrir su desnudez y se acercó a Angelo para marcharse al vestíbulo. El Alfa se inclinó a su altura, agarrándole la mandíbula, depositando un beso casto y sin sentimiento sobre sus labios.

El Omega solo hacía pequeños sonidos con su boca, y respiraba agitadamente con varias pausas debido al llanto, maldiciéndose por su ignoracia y maldiciendo a su lobo por ser tan inútil porque no estaba hecho más que para obedecer.

Fue entonces cuando un sonido sordo irrumpió en la habitación. Una de las lámparas había sido destruida por el impacto de una bala.

2.Esta prohibido el ingreso con cualquier tipo de arma (blanca o de fuego), o cualquier objeto capaz de herir a nuestro personal.

Los disparos hicieron acto de presencia entre las habitaciones y en lugar de proteger al literalmente pobre cachorro, lo jalo de la muñeca para salir de la habitación con un arma en mano, pero Angelo se sorprendió cuando salió y notó que no eran los guardias del Burdel que iban contra él, sino que, todo el lugar ya estaba siendo un caos con Omegas, Alfas y Betas corriendo por ahí y por allá.

Se dio cuenta que, nadie había quebrantado las reglas, y ahora que uno de ellos tuvo la libertad de hacerlo, los demás podrían hacerlo también. Alfas mayores y jóvenes sostenían a aquellos Omegas con sus collares puestos pero que estaban dispuestos a llevárselo mientras evadían los disparos que se lanzaban entre ellos.

Gamma | NamJin | Terminada Where stories live. Discover now