42

1.5K 172 138
                                    

|Asesinato, contenido +18|

Las pisadas lentas hacían eco en aquella gran mansión en medida en que el Alfa se acercaba. Sonreía victorioso mientras peinaba si cabello hacia atrás y liberaba sus feromonas que obligaban a sus subordinados a inclinarse y cada vez que se le veía. Su rostro y traje estaban impecables, sin un solo rasguño, como si nada hubiera pasado.

Más que un mafioso, el se creía un rey, un emperador. Un ser sagrado lleno de poder y sabiduría inalcanzable porque el había logrado lo que muchos intentaban, obtener el poder de todo.

Las puertas que dirigían a un gran salón se abrieron de inmediato y el nunca detuvo su paso. Llevó una mano a su bolsillo y con la otra saludo a Hana y Cheol desde distintos lados de la mesa. No habían más invitados a pesar de todo lo que estaba planeando. Solo ellos tres parecían ser las mentes maestra de todo.

Se sentó en su silla, colocó ambos brazos sobre la mesa y prendió el gran televisor que colgaba de la pared en sus direcciones.

— Veamos que sucede en el mundo — Presionaba los botones del control remoto una y otra vez.

Se detenía para ver un partido de béisbol, después le cambiaba para ver un carnaval, después un documental, un show de comedia y así sucesivamente.

— Miren lo felices que son los Betas, siempre despreocupados en su mundo regular y antipático.  — Les señaló a sus presentes. Ambos hicieron caso y voltearon a ver la televisión. 

Hana cruzó las piernas e hizo sonar su tacón en la madera.

— Mientras ellos caminan tranquilos por ahí, nosotros estamos de este lado manejando sus vidas — Sonrió victoriosa y paso su mano por su cabello para echarlo hacía atrás. Lucia como una mujer bastante joven para haber tenido tres hijos.

— Cuando no tienes poder, lo único que te queda es divertirte.

— Tu tienes poder y te diviertes, ¿Acaso no te divertiste con ese chico?

— Oh, Hana, él es no es nada comparado con diversión, ese Omega es el amor de mi vida —  Estiró la mano y en enseguida un joven de traje negro le entregó una copa y vertió vino sobre ella. Así mismo, le dio una a los otros dos.

— ¿Porqué tanto favoritismo? Casi ni se inmutó ante Park JiMin o mi sobrino —  Cheol dio un sorbo a su bebida mientras esperaba la respuesta —, los tres eran para usted, y aunque explicó que obtendría algo mayor al venderlos, aunque sea hubiera tenido sexo con cada uno.

— Te interesas demasiado Kim, déjame regresarte la pregunta, ¿Porqué te interesas tanto en en mi y en ellos? Se supone que mientras tengas tu parte, tu solo obedeces.

— Bueno, señor Angelo, hay muchas cosas que no me quedan en claro y no me gustaría tener mi reputación manchada una vez adquiera la compañía de mi hermano.

Hana y el Alfa Italiano rieron un poco por la avaricia y egocentrismo característico del hombre.

— Como si tu reputación no estuviera manchada lo suficiente Cheol — Rio la mujer y se cubrió la boca para  evitar soltar una carcajada. 

— Ya, ya, no vayan a iniciar una discusión — Dio otro sorbo —, pero estoy dispuesto a resolver tus dudas. Es cierto, JiMin tiene una cara hermosa, pálida y un poco regordeta además de un cuerpo pequeño como el de una muñeca con un aroma bastante fuerte, ¿verdad, Hana?

 La Alfa alzó una ceja. Ella tenía interés en ese Omega.

— Y, wow, tu hijo Hana tiene una cintura y hombros anchos, unos labios que se ven grandiosos cuando chupan una polla y ni hablar de ese secreto que tenías escondido mujer. Te prometo que cuando lo vi, enserio mi emoción fue tan grande, dije ¡Qué diablos pasó!¡Eso fue increíble! Realmente me dejaste sin palabras.

Gamma | NamJin | Terminada Where stories live. Discover now