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NamJoon estaba agradecido de haber podido escuchar el gran estruendo de la reja principal siendo destruida. Sabía que habían invasores por varias razones y que tenía que actuar por su fiel lealtad hacia Bang Shi Hyuk.

Abrió sus ojos adormilados y parpadeo varias veces intentando despejarse de esos horribles recuerdos que desde hace tiempo le carcomían cuando intentaba conciliar el sueño, pero sus mismas acciones que hizo en el pasado y continuaba haciendo en el presente no podían negar lo que era, andando por ahí con la etiqueta de homicida;

Dejaba que le dieran palizas sin defenderse por que no tenía derecho a hacerlo. Era una mierda de persona.

Pero lo peor de todo era que en su mente no era lo que le había hecho a SeokJin lo que rondaba como la marca, sino esa mujer de pequeña estatura que alguna vez fue su pareja y por no poder controlar su ego y su animal, perdió todo.

Soltó una gran carcajada y sonrió indignado por seguir vivo. Se enderezó sobre el respaldo de la silla e hizo un poco de fuerza, sintiendo como su cuerpo dolía por las golpiza que le habían dado el día de ayer esos inútiles. Enfocó su mirada al frente. No había nadie haciéndole guardia y tenía que ir arriba para proteger a PD-nim.

Suspiro cansado mirando el techo, cerro los ojos y cuando los abrió, aplico una gran fuerza en sus muñecas rompiendo la soga con la que lo habían atado al igual que desató las mismas que ataban sus tobillos con las patas de la silla.

Abrió la puerta ignorando a los otros prisioneros  y se dirigió a las escaleras que lo llevarían al ala este, pero apenas y dio unos cuantos pasos, los estruendos de las armas disparar múltiples veces llenaron el sonido vacío que se hacía allá abajo.

— ¡NamJoon hyung! — Exclamó JungKook feliz de encontrarle en el último escalón superior— Apenas venía  con usted.

— ¿Qué pasa? — Se acercó a el y comenzaron a caminar rápido al despacho.

— Invasores — Dijo — Creíamos que era SoMin con otro escuadrón, pero cuando ingresé a las cámaras de seguridad, habían varios autos en la entrada y ya habían derribado la entrada.

— ¿SoMin? ¿No es la policía? Pensé que vendrían a buscar a ese Omega...

Dieron la vuelta en un pasillo observando como todos se movían de manera sincronizada para proteger la mansión.

— Que no es un Omega hyung — Comentó indignado el castaño— y sí, ayer eda señorita vino a un encuentro con PD-nim.

— Los de Élite ya ni saben ni en que perder tiempo, que se meta en sus asuntos.

NamJoon no había dormido correctamente por lo que además de demacrado se veía cansado y lo sabia porque todo el mundo le observaba entre burlon y pena.

—Entonces, ¿Cómo sabes que son invasores? — Continuo NamJoon.

— Porque son de un clan extranjero, pude ver ciertas características físicas a través de la cámara y no recuerdo haberlos visto alguna vez.

— ¿Estadounidenses? Acabo de ir a verlos, no creo que se atrevan a atacarnos.

— No hyung, son Norcoreanos.

El Alfa se sorprendió al escuchar eso.

— ¿Porqué vendrían desde allá hasta acá?¡Está prohibido para ellos ingresar al país! Además no estamos negociando con ellos.

— Eso mismo me dijo YoonGi hyung, pero abrieron fuego sin argumentos.

Dieron otras vueltas más para llegar donde el jefe, pero incluso antes de llegar al pasillo, NamJoon logró olfatear el fuerte aroma de arándanos y magnolias impregnado en los pasillos que lo hizo retorcerse en una suave y placentera brisa de tranquilidad, quedándose estático un momento.

Gamma | NamJin | Terminada Where stories live. Discover now