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NamJoon, no tuvo la gran fortuna de nacer en una familia adinerada y con poder, de hecho, no mucha gente en el mundo la tiene, y al igual que la jerarquía de Alfas, Betas y Omegas, existía algo llamado estatus y clase sociales, donde el dinero es quien dirige a las personas, el dinero es con lo que hablan y aprietan manos.

Él era lo que muchos llaman un persona de escasos recursos, pero vaya que escasos era poco y para acabar de amolar, su familia no era para nada humilde y en lugar de pensar en una solución para poder salir de ese abismo tan profundo, solo se resignaron y terminaron siendo los peones de cualquier persona que les diera, aunque sea un par de monedas para poder comer, beber y fumar.

Cuando era niño, sus padres no solía pasar un tiempo en concreto con alguno de sus padres y siempre estaba de aquí para allá cumpliendo mandados, como "Traeme eso" o "Ve a por ello". Solían estar en constantes peleas sobre si en realidad era hijo de su padre o si era tan necesario dejarlo vivir o dejarlo a su suerte, que en realidad daba siempre igual porque su ambiente familiar no tenía nada de familia, siempre estuvo rodeado de bares, prostíbulos o a veces simplemente las calles vacías en las que se paseaba para alejarse del pesado mundo adulto y sus nubes gigantes de humo. Desde muy pequeño vio y aprendió cosas que un niño debería estar ignorando.

Sin embargo, algo con lo que sí nació, fue su gran inteligencia y capacidad lógica que muy pocos poseen, una habilidad que solo un genio posee, que un hombre casual, regordete, logró distinguir cuando pasó a uno de esos tantos bares cuando fue a cobrar algo que le debían. Ese hombre en el instante que lo vio logró observar tanto potencial y éxito en él, que no dudo en llevárselo y hacerle parte de su familia.

NamJoon podía sentir el corazón del chico latir rápidamente por el nerviosismo en cuanto despertó y se removió lento para intentar zafarse de los brazos que lo mantenían junto a él. En la noche, debido a lo húmedo que estaba SeokJin, despues de haberlo anudado, logro deslizar su miembro y salir del interior. Habría sido muy incómodo y doloroso para el castaño si se hubiera quedado en su interior.

— Calmate — Le dijo con voz ronca, lo que hizo a SeokJin estremecer al escucharlo. — Dijiste que no te arrepentirías de tus acciones.

SeokJin apoyó ambos brazos sobre el pecho de NamJoon, quedándose quieto, pero al mismo tiempo evitar el contacto y hacerlo ver como una escena romántica, aunque en realidad no podía hacer mucho porque estaba débil y el calor aún nadaba en su cuerpo. Sus ojos se movían nerviosos hacia cualquier lado para evitar mirar esos pectorales, pero le era imposible, pues su trabajo físico le había ayudado bastante.

NamJoon podía sentir su latir desesperado y el cómo parecía aguantar la respiración. Su cabello castaño y sedoso caía sobre el brazo que tenía debajo de la cabeza de SeokJin, mantenía una mano por debajo de su cuerpo, abrazando su cadera.

— ¿Tienes hambre? — Preguntó cauteloso una vez más el Alfa, y SeokJin, que se estaba muriendo entre sus brazos, no podía negar que moría más de hambre, así que solo asintió.

NamJoon estiro el brazo que rodeaba el cuerpo del Gamma hasta la mesa que se encontraba a un lado de esa cama y tomó el teléfono junto a un papel que estaba a un lado para marcar un número en concreto.

El Gamma levantó un poco la cabeza por encima del hombro de NamJoon mientras él hablaba para ver por una ventana, la cual está cerrada y tapada por las cortinas, pero en las orillas de esta se podía observar un tenue brillo, mas no podría decir si era de noche, de día o de madrugada talvez. La poca luz se reflejaba en el suelo y en la misma podía ver las bolitas de nieve que caían a gran velocidad. Aún seguía sorprendido por la manera tan rápida en que manejaba ese hombre en la nieve sin derrapar, chocar o morir en el intento.

Gamma | NamJin | Terminada Where stories live. Discover now