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SeokJin la estaba pasando mal y es que, cuando JiMin le había entregado su vestimenta, creyó que era una broma de muy mal gusto, pues nunca se imaginó en su vida usar algo parecido.

Eran vestidos, sí, pero de aquellos que mostraban más de lo que cubrían.

En un principio se había negado por lo revelador que era, mientras que JiMin, un poco disgustado, no vio opción alterna y se colocó el vestido y sus accesorios. Le ayudaba a resaltar su trasero y combinada perfecto con el color de su cabello y lo rosado de sus mofletes. Pero el Gamma se rehusaba a quitarse la pijama.

No fue hasta que Taehyung apareció con su vestido plateado que llegaba hasta el suelo, cojeando e inclinándose de un lado para otro. Él insistió en que se lo pusiera, ya que, aunque no conociera muy bien la personalidad de Angelo, notaba a pocas lenguas su falta de paciencia, bueno, SeokJin lo tenía en claro una vez que había disparado a la mesa cuando por primera vez lo vio.

Así que les hizo caso, de igual forma no podía hacer más que eso y complacerle. No era como si pudiera escapar sin morir en el intento. Tomó el vestido que parecía un rompecabezas y como encontró la forma se lo puso.

Ahora los dos Alfas y el Delta estaban como locos perdidos en las cámaras mientras se desorientaban por lo aromas tan exquisitos, conquistadores y atrayentes que sin querer, emanaban los tres.

— Tómense el tiempo para admirar y después hacen las preguntas — Comentó con un tono engreído y tomó asiento a la orilla del escenario con Taehyung a su lado, quien al parecer no participaba en la subasta.

— ¿Ese es Park JiMin? — Preguntó alguien.

— ¿Cómo consiguió que la chica tailandesa se lo vendiera?

— Ni siquiera se le puede ver dentro de la mansión, ¡Es tan tierno!

— Quiero tenerlo, mira ese cuerpo tan lindo que modela por ahí.

Comentarios absurdos y grotescos salían de las personas, incomodando al chico cuyas manos estaban atadas al frente y un Alfa lo custodiaba detrás.

— Me encantaría ponerlo en cuatro y escucharlo gemir mi nombre.

Retrocedió un poco cuando los comentarios sexuales comenzaron, haciendo que se asustara y terminó a chocando levemente con SeokJin que había pasado desapercibido, ya que toda la atención se la había llevado en pelirosa. Las feromonas intensas de todos los Alfas presentes eran pesadas, y quitando el hecho de que ciertas partes de su cuerpo estaban a la vista, podía sentir como algunos ya lo habían tomado en su asquerosa imaginación. La saliva les llenaba el hocico.

— ¿Kim SeokJin? ¿El hermano de Kim Leeteuk? — Preguntó una mujer.

—¿¡Qué hace aquí?! ¡No queremos Alfas aquí!

— ¿Alfa? ¿Qué no era un Beta?

— ¡No! Su familia siempre ha dicho que es un Alfa.

Pero ahora la atención la tenía el Gamma.

Al contrario de JiMin, Jin estaba molesto, molesto y cansado pero no tenía de otra más que lidiar con esas personas. Iba a ser vendido al mejor postor.

— Calma todo el mundo, que solo están hablando por encima de lo que es en realidad, aunque dependerá de lo que muchos opinen — Pasó de Taehyung hasta SeokJin y le acarició sutilmente el cuello y la barbilla, para después sujetarlo de las mejillas y mostrar su rostro perfecto al público —, para algunos de ustedes podrá ser inservible y desechable claro, pero para otros como yo, este chico es inigualable. Escaso.

—¿Te estás burlando Rinaldi? — Objetó un Alfa y los demás se sorprendieron por hablarle de esa forma el mafioso.

Inmediatamente sus guardias le apuntaron con las armas. Uno de ellos disparó, mas el impacto dio en el suelo, amenazando con que no volviera a hablarle con ese tono a su jefe.

Gamma | NamJin | Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora