Gamma | NamJin | Terminada

36

Taehyung estaba recostado sobre la cama grande en medio de la habitación, acurrucado entre las sabanas y su cabeza escondida entre las almohadas. Parpadeo un par de veces para acostumbrarse a la lampara que iluminaba dentro de la habitación y se removió un poco para despertar su cuerpo adormecido. Movió todo hacia los lados mientras se incorporaba lentamente hasta sentarse, donde sintió una fuerte punzaba y un ardor  en su parte baja al rozar con el colchón, como la primera vez que ingresó a Sweet Essence.

Como pudo se sentó entre las almohadas ignorando el hecho de que podía sentir un líquido resbalar por su trasero hasta ensuciar la sábana. Cuando volteó, notó que el Alfa no estaba a su lado. No había rastro de él, solo su aroma mezclado con el suyo en la habitación. Miró por la ventana el como la nieve había comenzado a caer y el cielo estaba nublado en ese lugar comparado con el día anterior que solo parecía estar congelando el exterior por culpa de un duro invierno.

Levantó su mano y la analizó. Estaba llena de marcas rojas y leves mordidas que le había dejado como marcas de propiedad.

Suspiró agotado y dirigió su mirada a la puerta cuando escuchó a dos personas murmurar entre la llanura, entonces el rechinar de la puerta le hizo estremecer al ser tan molesto. Rápidamente se cubrió el torso con la sábana y lo apretó deseando que no fuera él.

— Aquí tienes — Le comentó un guardia que entró e iba con una traje negro — El señor Rinaldi quiere que lo uses. Subirá en cualquier momento.

Eran órdenes puesto que solo dijo eso y se retiró; entró y se fue como el viento.

Taehyung se levantó lentamente y con dolor entre las piernas llegó a un lado de la puerta donde le había dejado algo sobre el perchero pegado en la pared.

Era un vestido blanco con detalles plateados.

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El guardia llevaba consigo tres cubiertas negras sobre su hombro. Había dejado uno en la habitación del joven capo para aquel Omega al que había marcado, ahora se dirigía a la habitación de los otros dos.

SeokJin estaba débil y enserio que agradecía las fuertes y atrayentes feromonas a lilas de JiMin por haberlo ayudado a calmarse y dejarlo dormir abrazado a él. Su estómago ya no daba vueltas y ahora solo estaban charlando en la pequeña sala, justo en la misma posición en que habían dormido.

— ¿No tienes hambre en serio? — Le preguntó el Omega, preocupado por su estado — No has comido nada en días y anoche vomitaste, no creo que eso sea bueno para ti y tu lindo cachorrito.

— Deja de decir eso por favor — Le dijo tranquilo — Puede que haya sido un efecto secundario de esa cosa que me inyectaron.

JiMin sonrió en lugar de molestarse. Había aprendido tanto del Gamma con tan solo observarlo ese corto tiempo, además de sus expresiones y la manera en que hablaba.

— A ti te gusta negar todo.

— No es cierto — Negó el comentario y JiMin quería reír. Ciertamente el muchacho le hacía sentir en un lugar diferente — Yo no he negado nada, ¿Qué te hace pensar eso?

— Bueno, pues te mientes a ti mismo para empezar. Por lo que noté, odias tu instinto de zorro y niegas su existencia.

— Yo no lo niego, es solo que, si hubiera nacido como un lobo, todo habría seguido igual. Mis padres seguirían juntos, mis hermanos unidos, la familia no sería el blanco perfecto de todos y yo tendría una estatuilla junto a la de ellos — Explicó un poco decaído — El mundo no puede siquiera con ustedes, ¿Crees que puedan conmigo? Apenas lograron aceptar a mi marido HoSeok que es un Delta en la sociedad, ¿qué me espera a mi si soy la versión inservible de ustedes?

— No eres inservible SeokJin — Le regañó — Tu eres único en este universo y eso es lo que te hace especial. Estas siendo demasiado duro contigo y lo sabes porque yo creo que en ambas formas eres muy lindo, aunque debo admitir que me sorprendí mucho cuando cambiaste de forma, nunca había escuchado algo así.

— Es porqué les doy miedo.

— ¿Miedo?

— Todo el mundo siempre, SIEMPRE, tendrá miedo de lo que es diferente a lo usual — Su voz iba disminuyendo — Ellos me tuvieron miedo por ser un zorro, odiaron mi aroma y no di más que lástima y repulsión.

El pelirosa le regaló unos rostro confundido.

— No es verdad, SeokJin. Tu aroma a magnolias y arándanos continúa, y como te había explicado, debido a la hormona del embarazo, se han vuelto más intensos — Ahí JiMin cuadro las piezas — ¡Es gracias a tu marca y tu zorro!

— ¿Perdón?

— Sí, en la casa Manoban recibí muchas lecciones y muchísimas clases interminables de todo un poco, entre ellas sobre la jerarquía — Parecía emocionado pero quería hacer más clara la información para SeokJin — No me explicaron exactamente que es un Gamma, pero el término me lo enseñaron muy por encima, de que podían ser cualquier especie, por eso no se han investigado muy bien, pero si lo asociamos a que eres un Zorro, esos animales suelen tener una pareja por el resto de sus vidas.

SeokJin le prestó atención pero por dentro le indignó que un Omega, que era menor de edad además, le viniera a dar clases de quien era él.

— Tengo mis dudas, pero te daré un punto estas vez porque no sé nada, pero como podrías explicar mi aroma, yo jamás había liberado mi aroma frente a nadie, y estoy consciente de cual es.

— Eso puede ser por dos cosas — Explicó sonriente y el Gamma se sintió como un niño, y el que aún tuviera puesta la pijama púrpura se lo confirmaba — Sé que estoy en lo cierto y que estás esperando, entonces lo que hace tu instinto es proteger a su cachorro de que nadie le haga daño soltando un aroma completamente opuesto al original para alejarlos.

— Pareces un científico loco que acabo de conocer inventado teorías de lo que me sucede.

— Debes de ser consciente de ti, no puede ser que sepa más yo que tu.

— Todo el mundo sabe más de mi que yo mismo — Respondió triste.

— Bueno, la segunda opción es que... solo el Alfa que te marcó, y nosotros los Omegas podemos olerte, algo así como si hubiera marcado territorio o una propiedad — Desvío la mirada y Prosiguió — Le perteneces solo a él y como nosotros no podemos marcarte o hacerte daño, por ende no estás fuera de nuestro olfato.

SeokJin miró decepcionado al suelo en cuanto dijo aquello. Su charla se sintió abrumada por lo triste que soñó su comentario, y es que al Gamma le afectó más porque por alguna razón, sabía que un medio desconocido le estaba contando la verdad.

En eso, el mismo hombre abría la puerta de manera tosca, llamando la atención de ambos chicos.

— Esto es suyo — Indicó — El señor Rinaldi quiere que los usen antes de partir.

El guardia les había colocado los mismos saco en un perchero y salió de la habitación con frialdad. En realidad, Angelo solo le había dado permiso a ese guardia gorila y a su mano derecha ver a los tres huéspedes frente a frente.

JiMin se acercó a ver que era, y al igual que Taehyung, se sorprendió al ver un par de  conjuntos de ropa brillante, uno rosa pastel y otro dorado. Parecía que eran vestidos, y en verdad que no le gustó la bizarra idea.

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1.

¡Espero les agrade! ¡Muchísimas gracias por leer!

Bye~