No puedes morir, si ya estas muerto.

C10 Brilla demasiado

¿Quién demonios es ese sujeto?, apenas y estoy en la entrada de Villa Goblin y ya me he encontrado con alguien problemático.

Su apariencia me recuerda a un héroe nivel 1: cabello rubio y ojos azules, una cara envidiable, armadura básica y una hermosa espada, todo esto sin olvidar el estigma misterioso en el dorso de su mano.

Sin embargo estoy seguro de que es un héroe, es decir, por qué otro motivo me volvería un 60% más débil en su presencia.

Maldición me encantaría saber quién es.

"Si me lo pides por favor te lo diré"

¿Qué demonios?!

Alguien acaba de... ¿susurrarme algo al oído?

No, eso se sintió demasiado cercano, como fuera un pensamiento propio más que las palabras de un extraño.

Pero... Esa voz...

Es inolvidable...

Definitivamente fue Mor.

Preocupado por el comerciante que está a mi lado, susurro.

"Dónde estás?"

Sin embargo lo único que recibo como respuesta es una risita burlona que penetra en mi cabeza.

"Tontito, ¿acaso lo olvidaste? Siempre estoy a tu lado."

Me congelé, la imagen de Mor sentada a sobre el árbol paso por mi mente, y como en ese entonces una risa escapó de mis labios.

"Ja ja ja ja"

Sin embargo intente con todas mis fuerzas contener mi risa cuando Felipe me dirige una mirada confusa.

Sin embargo mi cuerpo tiembla incapaz de matar completamente el impulso de reír; cualquiera pensaría que siendo quien soy podría controlar mejor mi cuerpo, sin embargo está risa no es tan carnal como parecería en primer lugar, ni siquiera yo estoy del todo seguro de porque me estoy riendo.

Es una risa nerviosa y llena de miedo la que produce mi conciencia, pero lo siento; hay algo más que me impulsa a reír amablemente.

Incapaz de sostenerlo más, me abrazo el estómago y suelto una sonora carcajada.

"JA! JA! JA!"

Sin embargo cierro la boca con fuerza mientras ruedo por el suelo de la diligencia.
Sigo así durante unos segundos hasta que me golpeó la cabeza con una caja vacía y me quedo quieto.

Me incorporo lentamente y anuncio un poco avergonzado.

"Ya me he calmado"

Felipe me mira un poco preocupado.

Y con el mayor tacto posible me pregunta.

"¿Acaso estás mal de la cabeza?"

Está bien, tal vez no fue la mejor manera de preguntar pero al menos la intención era buena... o eso espero.

Su tono era tan serio y preocupado que no cabía espacio a burlas, estaba tan serio que su acento extraño se desvaneció por un momento.

Miro detrás de Felipe a la calle y veo a varios curiosos que se acercaron por el escándalo que cause.

Desde mi posición vi como estos empezaron a susurrar entre ellos.

Y la persona con aspecto de héroe que causo todo esto para empezar, se acerca para a hablar entre susurros con Felipe.