No puedes morir, si ya estas muerto.

Prologo- no juegues con mi alma

Frio, soledad, olvido, todo eso fue lo que sentí al morir, la vida en este mundo no es más que un juego defectuoso, eso lo sé desde hace muchos años.

Mi nombre es... a decir verdad no recuerdo cual es mi nombre, mi vida fue corta y fugaz, tuve momentos buenos y momentos malos pero nunca hice nada especialmente resaltante, fue una buena vida no te voy a mentir, mi madre me quería y me amaba mucho, mi abuela era tierna y trabajadora, siempre con sus historias del pasado, mi tío siempre fue muy serio, pero yo le quería mucho, el me apoyaría sin importar lo que pasaba.

Como sea, ahora nada de eso importa... o tal vez si? Realmente no lo se, mi situación es... compleja.

Me gustaría decir que me atropello un camión pero a decir verdad no recuerdo como morí..

El día era de lo más normal del mundo, me desvele la noche anterior jugando videojuegos con un par de amigos,

Mi escuela es de lo más estricta, sin embargo mi grupo es el mejor, yo voy en tercero de secundaria grupo E y somos el mejor grupo de la escuela, rompimos el récord de puntuacion dos años seguidos y al menos 15 personas grupo tienen un promedio perfecto, ademas los pocos bravucones del grupo son de lo más competentes.

Yo no soy de los de calificaciones perfectas, sin embargo soy lo suficientemente bueno como para no quedarme atras.

Mi grupo de amigos no es muy grande, pero es divertido, contándome a mi somos cuatro en total.

Uno de ellos es el representante de la clase, usa lentes y es bastante alto, es una persona digna, pero guarda un oscuro secreto, pues el es otaku en secreto.

El segundo de ellos es un tipo molesto que se ríe hasta de lo que no se hay que reír, a él le encanta hacerle bromas al representante de la clase, el es de mi misma estatura pero por más que lo mire él nunca será más alto que yo.

El tercero es un chico popular, de esos que suelen llamar toda la atención, pero yo no lo considero un tipo popular, solo veo un niño mimado con los dientes de enfrente un poco salidos y una sonrisa tonta.

Yo soy el cuarto del grupo, el mejor... ok no, la verdad no recurdo mucho sobre mi mismo, en realidad, es un milagro que sepa que he muerto.

La verdad estoy bastante decepcionado, yo no creo en dios ni en esas cosas, así que solía pensar que cuando falleciera no sabría que morí, mejor dicho pensaba que tras la muerte no había nada y que por lo tanto no conservaría mi conciencia. Pero me lleve una gran sorpresa de muy mal gusto, ahora mismo mi conciencia esta flotando en el vacío, se que morí y eso no me hace ninguna gracia.

Ahora mismo no se que prosigue, este silencio es un poco... abrumador.

...

...

...

Después de un tiempo indefinido siento un tirón en mi brazo derecho, luego un tirón en mi brazo izquierdo seguido de otros dos tirones en cada una de mis piernas.

Cuando un ultimo tirón jalo mi cabeza una repentina luz me cegó, me vi obligado a cerrar mis (no) ojos, tras lo cual un fresco olor asalto mi (no) nariz mientras sentía una suave brisa acariciar mi (no) piel.

Cuando abrí mis ojos, ya no me encontraba en la oscuridad, me encontraba en medio de un prado, mi cuerpo no era más que una bruma blanca.

Delante de mi había una chica, media cerca de 1.50 metros, tenia un cabello blanco que le llegaba a la cintura y sus ojos plateados parecían perforar mi alma, ella era hermosa, la chica más hermosa que he visto en mi vida.

"Tú estás muerto." Declaro ella.

"Dices lo obvio, ¿no crees?"

Conteste yo.

"¿Por qué estas tan tranquilo si has muerto?" Me pregunto con la curiosidad pintada en su rostro.

Para aclarar yo no estoy nada tranquilo, es más me altera saber que el último volumen de mi novela favorita salía dentro de una semana y yo nunca lo leería.

"Estoy muerto no queda más, es decir ni siquiera recuerdo como morí, asi que no tengo de que quejarme. |

"¿a si?"

"¿a todo esto quien eres tu?"

"¿yo? Mi nombre es Mors Rubrum, tu puedes llamarme Mor, ahora mismo te tengo una propuesta." Al decir eso ella parecía muy confiada y un poco ansiosa a decir verdad.

Pero, a pesar de ser una niña ella no era para nada infantil, además, como nota al margen he notado que el tiempo en este lugar se mueve súper rápido, es decir cuando llegue era medio día y una brisa calmada acariciaba mi piel, sin embargo tras intercambiar unas palabras todo ese tranquilo ambiente se transformo en tranquilo en un atardecer con un bonito viento. Casi como si a cada palabra que dijéramos pasara una hora.

"Mor, es un bonito nombre, dime Mor ¿Qué tipo de propuesta me tienes?"

En un segundo la oscuridad se cerina sobre nosotros al igual que un tétrico silencio, el aullido del viento era lo único que se escuchó en estos desolados paramos por unos momentos.Era el tipo de ambiente calmado/alterado que genera inquietud en los espectadores, un clima que no te deja calmarte. Y entonces, tras minutos que parecieron horas ella contesto, sus primeras palabras no eran más que un susurro.

"Por favor...

...

...

...déjame tener tu alma. "

¡¿Qué demonios?!

"Disculpa creo haber escuchado mal, dijiste ¿Déjame tener tu alma? " Dije con tono firme, o algo que intento ser un tono firme, pues estoy seguro que un poco de miedo se escapo en mi voz.

"No más muerte para ti, tu alma es interesante y he decidio usarla."

En ese momento me congele, la mirada en su rostro era aterradora, una mirada de deseo insano y totalmente desesperado.

"serás eterno..." Mientras decía eso ella empezó a acercarse a mí con pasos lentos, sus ojos totalmente desenfocados divagaban por todo mi cuerpo, no, por toda mi alma. "no volverás a morir de manera tan cruel..."

El cielo nocturno empezó a tomarse en un tono rojo carmesí, un rojo sanguinario, sediento de mi sangre.

"te tratare bien..." Ella se encontraba a un par de pasos de mi, mi cuerpo retrocedió un paso por voluntad propia.

"Así que..." Ella puso su mano en mi pecho.

"Por favor..." Alzo su cabeza y me miro a los ojos, sus pupilas se habían teñido de un rojo oscuro.

"BE MY TOY!"

En este punto perdí la conciencia, cuando desperté no podía moverme, estaba siendo retenido en algo, no podía mover mis extremidades, no podía ver, intente gritar pero no pude.

La oscuridad mi envolvió por un tiempo indefinido, y cuando creía que me volvería loco, escuche el sonido de un pico chocando contra la roca.

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alo! soy el autor de futuro!

Estoy aquí para informar que estaré modificando los primeros capitulos de la historia.