No puedes morir, si ya estas muerto.

C98 Juramento de lealtad.

Todo el mundo pareció detenerse mientras se esperaba la respuesta de un solo ser, un demonio, esperando por jurar su lealtad a quien fue llamado el príncipe fracasado. Solo una frase por su parte, una promesa y estaría hecho, una promesa y ambos de lanzarían cuesta arriba para tomar el control del imperio y ganar el derecho del trono.

En este mortal silencio Ruby levanto lentamente la cabeza de su posición y sonrió suavemente.

De su boca palabras suaves pero filosas salieron.

|¿No creés que juntarte lealtad de esta forma sería.... Un poco lamentablemente?|

A pesar de su tono extremadamente suave el príncipe Antonio de repente se desinfló, no fue por el aterrador contraste entre su voz rota y aquel tono suave casi burlesco de su voz, no, no fue algo tan superfluo. 

El debió haberlo sabido, desde que Ruby había recibido la carta bajo el nombre del Duque William Lefress ya no necesitaba jurar lealtad al príncipe para volverse noble, si el primer príncipe se negaba podía ir con el segundo o con el tercero, siempre que jurara lealtad al emperador y al imperio poco importaba como se volviera noble. ¿H-Habia estado mal por su parte intentar forzar a Ruby en algo tan peligroso y complicado con nada más que promesas?

Antonio estaba de verdad decepcionado de si mismo.

|E-es así.... Ya veo...|

Avergonzado Antonio se inclinó ligeramente ante Ruby intentando que sus emociones no fuera visible en su rostro o en su defecto que su rostro no fuera visible para mitigar cualquier otra posible fuente de vergüenza.

Entonces Ruby se puso de pie con un grácil salto y dijo.

|Dame un día, no, una semana y yo me encargaré del evento.|

|¿El evento?|

Pregunto Antonio confuso y sin tiempo para reflexionar en aquellas palabras Ruby le dió un par de palmadas en la espalda antes de empezar a caminar hacia la salida.

|Te enviaré la invitación más tarde por una carta.|

Un pequeño rayo de esperanza nació en el interior del príncipe, tal vez había mal entendido algo, a lo mejor Ruby no estaba renunciando a la idea de volverse su subordinado, a lo mejor solo pensaba que.. que... ¿Qué estaba pensando en realidad? independientemente de esto era esencial que Antonio se sacara esta preocupación del pecho antes de que aquel demonio peli negro saliera por la puerta de la sala del trono.

|¿Eso quiere decir que te convertirás en mi hombre?|

Las palabras de Antonio resonaron por la vacía sala del trono hasta que llegaron al demonio deteniéndolo unos segundos, Ruby se llevo una mano a la barbilla y lo pensó.

Un momento después se dió la vuelta y con una sonrisa que Antonio no pudo ver cómo otra cosa que demoníaca declaro.

|No, no me convertiré en tu hombre.|

Tras decir tales palabras Ruby se dió la vuelta y salió de la habitación sin mirar atrás, hacia el príncipe fracasado que había caído de rodillas ante la decepción y la vergüenza...

¿Acaso había algún otro mal entendió que pudiera justificarlo? ¿Una indirecta desconocida? ¿Un rayo de esperanza al que pudiera aferrarse?

Antonio lentamente negó con la cabeza y entonces recordó "Dame un día, no, una semana y yo me encargaré del evento."

El evento... Antonio se dejo caer completamente sobre sus piernas y se sentó en el suelo sin importarle demasiado su actitud inapropiada en medio de la sala del Trono.